La disparada de los terneros. El mercado del gordo. La exportación y lo que viene en el análisis del consigntario Ignacio Andreu

José Gamondi (ZonaCampo) 

La cuarentena parece interminable y la única discusión sobre la caída de la actividad económica a esta altura es si será de uno o dos dígitos este año. En ese contexto también el consumo de carne está en caída y ni a matarifes ni a carniceros les resulta fácil colocar todos los cortes. En ZonaCampo seguimos diariamente los movimientos del Mercado de Liniers, que sigue siendo el mercado de referencia, y los precios que van dejando la gran cantidad de remates feria en el interior de la provincia. Un primer análisis deja a la vista que a pesar de encontrarnos en el pico de oferta de teneros, el precio no para de subir y ya supera largamente el 30% en lo que va del año cuando lo habitual es que para esta época los valores históricamente tienden a deprimirse.

Con estos datos, pocas certezas y varias preguntas buscamos algunas respuestas con Ignacio Andreu. "Nacho", como todos los conocemos por acá, se volcó definitivamente a la actividad hace algunos años aunque esto de comercializar hacienda viene de familia. Su abuelo y su padre formaron parte de la mítica Casa Zubillaga y en la década del 80, "Zury", su padre se independizó formando Andreu S.A y hoy Ignacio, que ya es la cuarta generación de la familia en esto de estar junto al campo, nos recibió en su oficina de la calle 9 de Julio barbijo mediante y cada uno con su mate. 

ZonaCampo: ¿A pesar de las circunstancias que estamos viviendo, y de las cuales el negocio ganadero no está excepto, cual es el motivo de este aumento sin freno de la invernada?
Ignacio Andreu: Para mi punto de vista es de índole político/económica. Estamos en un corralito encubierto, donde no se puede sacar los disponibles de las cuentas corrientes y una de las formas es la compra de Hacienda. Otra circunstancia que vimos fue el cierre de balance de junio de muchos productores que salieron a comprar terneros y a ponerle la plata que se venía.

ZonaCampo: ¿Y es sostenible?
Ignacio Andreu: De acá en adelante nadie sabe lo que va a pasar. No tenemos certeza. Tené en cuenta que pagabas 102 pesos una ternera hace un mes y medio y era cara, hoy la pagas 125 pesos y quizás el mes que viene es barata, porque no tenemos certeza de lo que pase para adelante. En definitiva, como siempre y más allá del valor que tienen las cosas, el problema lo vuelve a tener el productor que no tiene herramientas ni políticas claras. Se va emparchando todos los días, podemos poner como ejemplo al productor que se fue al novillo pesado, que transformó su campo, implantó pasturas, invirtió en definitiva, hoy tiene que volver para atrás porque no tiene mercado.

ZonaCampo: ¿Y quién compro esos terneros?
Ignacio Andreu: Aunque sea contradictorio lo que te estoy diciendo hay muchos establecimientos que se armado muy fuerte para la recría de hacienda y es de lo que hablábamos, no les queda otra manera de resguardarse, lo van a tirar al campo al ternero, le van a meter 140 kilos en un año y van a salir con un animal que hoy vale $44.000 y ahí surge la pregunta, pagaron caro 25000/30000 pesos el ternero? Bueno se arriesgan y se calzan en patas, así es el productor siempre tiene fe que lo que viene va a ser mejor. El otro actor del negocio es el feedlot, que aunque con estos números no le cierra el negocio no puede cerrar la fábrica y aunque con menos ocupación sigue en la rueda porque no le queda otra. Y por último hay otro elemento que son los plazos en los que se está comprando, que en algunos casos superan los 120 días. En un país sin crédito y tan incierto es una tentación más para seguir pagando por los terneros estos valores

​El precio de los terneros no para de subir y ya supera largamente el 30% en lo que va del año cuando lo habitual es que para esta época los valores históricamente tienden a deprimirse.

ZonaCampo: Ya nos trazaste un panorama sobre el mercado de la invernada, y el gordo?
Ignacio Andreu: En este momento están ocurriendo dos cosas muy claras en ese segmento. Una es que existe un nicho que es Capital Federal, donde el valor en el mostrador es muy distinto al resto del país y todos los frigoríficos quehacen consumo interno especial, lo mandan ahí. A veces nosotros desde el interior queremos tener la misma calidad de hacienda y no lo podemos pagar, con lo cual el matarife y también el carnicero de la cadena de comercialización en el interior de la Provincia de Buenos Aires están trabajando con muy poco margen y le están ganando casi nada al negocio. En cuanto a los productores que hoy están haciendo consumo liviano, son muy pocos. Hace 2 años muchos se fueron a la recría de la hacienda para buscar un novillo más pesado y ahora se encuentra que con la pandemia ese negocio está terminado, no está funcionando y hoy hay hacienda de esta categoría, el novillo para "catering" de más de 550 kilos, que está dando vuelta en los campos y por una cuestión de rinde esos novillos están complementando a la vaca y se están pagando lo mismo. Hoy en algunas carnicerías de Olavarría se está bajando este novillo pesado que compite en precio con la vaca y lo que no consumamos se lo va a llevar China.

En este contexto son pocos los productores que puedan aguantar el "sogazo", pero en un contexto de normalidad cuando se reabran las economías del mundo y si como país no nos volvemos a equivocar y hay políticas para impulsar las exportaciones de carne, que junto a los granos son la única entrada genuina de dólares que tenemos, ese productor va a tener otra oportunidad pero lamentablemente otra vez falta previsibilidad, no hay políticas a mediano y largo plazo como necesita la ganadería.

ZonaCampo: Y hablando de exportaciones, que otro mercado puede abrirse para Argentina
Ignacio Andreu: Podemos aspirar a venderle cada vez más a China pero recordá que la mayor parte de lo que se produce es para consumo interno, es decir que difícilmente podamos cumplir con nuevos mercados más exigentes porque no vamos a poder cumplir. La única forma de lograr eso a largo plazo es producir más. En el corto plazo tendría que haber un cambio cultural en la gente, y como cuando yo era chico que comíamos vaca y aquellos kilos de carne que tienen valor lo deberíamos vender afuera y aumentar el consumo de carnes alternativas como el pollo y el cerdo.