No fue un virus sino el agua la que en 1980 aisló a ciudades, pueblos y también familias enteras en los campos. La pluma de Daniel Lecointre nos remonta con maestría a esos tiempos
No fue un virus sino el agua la que en 1980 aisló a ciudades, pueblos y también familias enteras en los campos. La pluma de Daniel Lecointre nos remonta con maestría a esos tiempos