"En Olavarría, la mayoría de los productores se dedican a la cría. De los terneros machos, solo queda el 40% en el partido, mientras que el porcentaje de hembras para reposición sube al 80%. A medida que van pasando los años, se ve que la parte de ganadería que se dedica a la cría pura está basada fundamentalmente en campo natural, con apenas un 2% de verdeo, generalmente sorgo y un 4% alguna pastura en la parte de loma. En las zonas más de invernada vemos que las proporciones van 50 y 50 entre lo que es campo natural, y verdeos/pasturas más finas", explicó.

Según Fuentes, el promedio de producción en la cría ronda los 85 kilos de carne por hectárea, y en las zonas que hacen algo de recría e invernada, llega por los 200 kilos. "Esto es algo que se viene manteniendo desde hace muchos años, está estabilizado en este rango y las variaciones dependen del manejo que se haga, algunos establecimientos van muy a lo tradicional mientras que otros se van tecnificando, invirtiendo y levantando de a poco la carga", agregó.

"La verdad es que los números son muy ajustados y si un establecimiento no se tecnifica y se maneja un poco más fino, todo se vuelve aún más complicado. En esta zona lo que vemos es que está todo muy estacionado en la primavera y verano y tenemos el bache de invierno, y la manera más simple de cubrirlo es con un verdeo estacional. En general el productor se tira más a los verdeos que hacia las pasturas, porque éstas representan un costo inicial más alto", expresó.

En base a los números vigentes, "hacer una avena en directa, contando un barbecho, fertilizar por ejemplo con 81 kg de fosfato diamónico y la semilla, cuesta casi 150 dólares al tipo de cambio oficial nos da unos $14.500. Si eso lo dividimos por un ternero de 217 pesos aproximadamente, vemos que hacer ese verdeo nos cuesta 66 kilos, pero lo usamos menos de un año".

"En cambio, si hacemos una pastura con el mismo plan, aumenta el costo de semilla pero el barbecho, la siembra y la fertilización es más o menos igual. Para hacer una festuca con un poco de trébol rojo y trébol blanco nos vamos a gastar 100 dólares frente a los 36 que nos cuesta la avena, y eso nos lleva a algo más de 210 dólares (270 en convencional, con dos discos). Esto oscila entre 20 y 26 mil pesos, 95 y 122 kg de carne, para algo que tiene una vocación de continuidad a largo plazo. Si forzamos y ponemos un ciclo de amortización a cuatro años, nos queda un costo de 24 kilos en la pastura de directa y 31 en la de convencional, contra los 66 que nos gastamos en avena", apuntó. 

"Por eso los verdeos parecen baratos, pero en realidad son caros porque la duración es muy corta. Y si queremos hacer las cosas mejor y cada año le agregamos una fertilización de 100 kg de urea más la aplicación, nos gastamos a valores de hoy unos 66 dólares, 30kg de ternero, y con esa aplicación el campo te produce entre un 40 y un 50 porciento más, entonces, si necesitamos pasto, esto es una de las mejores cosas que podemos aprovechar. Y si bien al fertilizar todos los años nos acercamos al costo de la avena, estaríamos produciendo mucho más pasto y durante todo el año", remarcó.

Según Fuentes, la inclinación del productor respecto de las mezclas es muy variada, aunque el recomienda que deberían ser siempre acordes a lo que es el ambiente y el suelo. "Si estamos en un bajo salino tendríamos que usar agropiro con lotus, si es más overo se puede mezclar algo de festuca rústica, y a medida que empezamos a subir podemos usar raigrás, pasto ovillo, trébol blanco y rojo, cebadilla. Ya en la loma alta podemos ir con alfalfas y las otras especies. Hoy la preferencia se vuelca a las festucas, por los avances que han tenido, es una gramínea muy noble, de alta producción y bien manejada rinden mucho", enfatizó.

Por este motivo, el profesional remarca el rol fundamental del manejo, además de la inversión que se hace en insumos y labores. "Una festuca en un año normal produce más de 5000 kg de materia seca, y cuando a eso se le agrega manejo con parcelas, rotaciones, descanso y fertilización, se puede llegar a 8000 kg, es mucha la diferencia. Y lo mismo pasa con una alfalfa en las lomas, podes pasar de 7000 kg a 11000 con un buen manejo".

En relación a la elección entre convencional y directa, recomendó no basarla en el costo sino tener en cuenta multiplicidad de factores relacionados con el desarrollo de la rotación "Siempre que se vaya a planificar una pastura lo ideal es eliminar las malezas problema que haya en el lote, en los campos ganaderos la principal es la gramilla, lo cual no se puede combatir en un año sino que insume alrededor de tres años de cultivos de limpieza, y también tenemos que ver cual es el historial del lote, el pisoteo, el cultivo antecesor para sembrar en directa o no. El sistema que elijamos depende de muchos factores, no solo el costo", mencionó el profesional.

Según Fuentes, la mayoría de los productores de la región se vuelca por un sistema mixto, tendencia que apunta a seguir incrementándose con el tiempo, ya que los campos agrícolas con problemas de malezas necesitan rotaciones con pastura o cultivos de servicio para poder bajar la intensidad de uso y controlarlas mejor.

"Otras prácticas que se están usando mucho son las promociones de raigrás, y en maíces para pastoreo, la tecnología de ALTINA con voleo de cultivos como raigrás, avena o vicia, que permiten ganar tiempo mientras el maíz está en pie y el verdeo va adelantándose para mantener el lote ocupado con producción de forraje continuo", agregó.

Como cierre, Gonzalo Fuentes mencionó dos recomendaciones básicas que se dan al productor que quiere empezar a tecnificarse. "La primera es empezar por el área o el lote que mejor responda, mejorando lo que más impacto tiene, y dejando lo peor del campo para el final. Arrancar por las lomas y las medias lomas, y los bajos malos que producen menos, dejarlos para después, para que ese impulso de empezar a mejorar no se vea frustrado por falta de respuesta. Además, la rentabilidad de la parte buena nos va a permitir mejorar la no tan buena", indicó.

"La otra recomendación, es que la mejor inversión que se puede hacer en un campo ganadero de cría o de recría es hacer pasto. Con el mercado de cereales como está hoy, lo mejor que podemos hacer es producir la mayor cantidad de pasto posible por unidad de superficie, ya sea de pastura o verdeo, porque va a ser el costo más barato que vamos a tener", concluyó. 

Ing Agrónomo Gonzalo Fuentes

Agroaplicaciones El Barral

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