Guías de hacienda: productores reclaman por un costo impositivo “invisible” que desaparece en cajas sin nombre

Las Rurales del Arco Noroeste de Córdoba expresaron un fuerte reclamo contra el cobro de guías de hacienda municipales, un tributo que se paga por movilizar animales dentro de una jurisdicción, aun cuando se trate de un traslado entre campos de un mismo propietario.

Las entidades rurales del Arco Noroeste de Córdoba advirtieron que sigue vigente uno de los mecanismos más regresivos e injustos para el desarrollo productivo del interior: las guías de hacienda municipales, un cobro que afecta cada movimiento de ganado dentro de las jurisdicciones y que, según estimaciones del sector, no tiene contraprestación alguna.

Este tributo, conocido por productores de distintas provincias, se aplica sobre cada animal que se traslada, incluso cuando el traslado es entre campos del mismo propietario. Desde las rurales lo califican como “una verdadera aduana interior”, prohibida por la Constitución Nacional, que genera recaudaciones millonarias sin destino específico.

Un costo que suma miles de millones

El relevamiento, realizado con datos oficiales de los Tableros Dinámicos del SENASA, arroja cifras contundentes:

  • 2024: en Córdoba se movilizaron 7.761.244 animales (bovinos y porcinos) en 235.116 DTe, lo que a un valor promedio de $1.100 por animal representa más de $8.537 millones recaudados.
  • En el Arco Noroeste cordobés, los 1.673.904 animales trasladados significaron $1.841 millones en el mismo período.
  • 2025 (hasta agosto): ya se han transportado 4.580.403 animales en la provincia, con una estimación de $5.038 millones recaudados; de ese total, 1.000.466 animales y más de $1.100 millones corresponden a la región del Arco Noroeste.

En conjunto, entre 2024 y lo que va de 2025, el monto acumulado rondaría los $13.500 millones.

Sin destino claro ni servicios a cambio

Las entidades remarcan que las guías no mejoran caminos, no financian infraestructura local, ni aportan al control sanitario. Tampoco hay trazabilidad sobre el destino de los fondos. “Es una caja de recaudación fácil, opaca y sostenida sobre el esfuerzo ajeno. Una caja que nadie quiere soltar”, señalaron.

La práctica no es exclusiva de Córdoba: productores de otras provincias, como Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y Entre Ríos, también enfrentan cobros similares por movilización de hacienda, lo que transforma un trámite sanitario en un costo extra para la actividad.

Municipios que eliminan la tasa

Aunque son casos aislados, algunas localidades decidieron dejar de cobrar este tributo. Entre ellas, Jesús María, La Cesira y General Cabrera, que en los últimos meses anunciaron la eliminación de la tasa sobre el Documento Único de Tránsito (DUT), en un gesto de alivio fiscal hacia el sector.

En La Cesira, el intendente Guillermo Legorburu impulsó la medida a comienzos de este año, mientras que en General Cabrera el proyecto se presentó poco después, destacando la necesidad de reducir costos a los productores.

Reclamo por su eliminación definitiva

Las rurales del Arco Noroeste sostienen que la supresión de las guías municipales es “indispensable para transparentar el vínculo entre Estado y producción” y para terminar con un “abuso fiscal disfrazado de legalidad” que encarece la actividad y golpea con más fuerza a los productores pequeños.

“La decisión política está pendiente, pero la urgencia hace rato está instalada en cada productor que ve cómo su trabajo es exprimido en nombre de un tributo que nunca tuvo sentido”, concluyeron.