Pérdidas difíciles de calcular en términos de cabezas, hectáreas y años que llevará la recuperación. La falta de dragado de un tramo clave del Río Salado inundó intempestivamente los campos ribereños del sector comprendido entre la ruta 205 y el puente entre Ernestina y Elvira

“Estamos acostumbrados a vivir con el tema de inundaciones, generalmente son campos aptos para vacas, pero no al nivel que se llegó ahora. De un día para el otro subió más de un metro veinte, pasó un terraplén que nunca en la vida había pasado”, expresó a ZonaCampo el productor Fabián Mercante, oriundo de Norberto de la Riestra.
Pérdidas cuantiosas en términos de cabezas, hectáreas, cultivos y tiempo para que el campo se recupere. Son solo 32 km pendientes para terminar la obra entre la ruta 205 y el puente entre Ernestina y Elvira; parece poco, pero es en un tramo clave del dragado del Río Salado que esta semana ha provocado serias consecuencias para productores agropecuarios de los partidos de Lobos, Roque Pérez y 25 de Mayo.
La obra inconclusa, que corresponde al Tramo IV, Etapa 2 del Plan Maestro Integral, quedó detenida en este sector crítico de la cuenca, generando en la práctica un cuello de botella que obstaculiza el escurrimiento del agua danto lugar a una crecida sin paralelos o registros históricos en la zona.
Mercante es uno más de muchos productores afectados, y es uno de los que levantó la voz pidiendo el acompañamiento y la comprensión de instituciones y otros productores para que se conozca su situación, ya que no solo se ve afectado sino que además no logra obtener respuesta formal frente a los reclamos.

“En nuestro caso nos tapó 400 hectáreas, tengo amigos como Luciano Baldoni, que le faltaron 50 animales, gente que había encontrar animales ahogados cerca del puente Roque Pérez, ahí donde pasa la 205. La cantidad de muertes de animales que hubo no se sabe. Esto se va a saber después de un tiempo largo. Hay gente que tiene que vender porque se quedó sin campo”.
“Mi viejo tiene 79 años, en la p*** vida vio algo como hasta donde llegó el agua hoy. Prácticamente a mí, como un montón de vecinos más, nos arruinó porque tuvimos pérdidas de muchísima hacienda, campos con cultivos, muchas cosas. La verdad que quiero que se haga público, porque realmente no tenemos respuesta de nadie acá”
Si bien las inundaciones son una circunstancia habitual en campos de cañadón, como es el caso de los ambientes inundados, en el caso de Mercante y los demás productores afectados la situación es diferente, por la violencia y lo intempestivo de la crecida, ocasionado por el choque entre el caudal que llega desde zonas donde el dragado sí está terminado y la estrechez del tramo pendiente.
Ante esta situación, el Consejo Honorario Asesor del Río Salado, que agrupa a entidades del agro y la industria, emitió un fuerte reclamo al gobierno nacional exigiendo la reactivación inmediata del dragado. Advirtieron que no se trata solo de una obra inconclusa, sino de una infraestructura clave para el desarrollo productivo de una región que representa entre el 25% y el 30% de la actividad agrícola y ganadera del país. La paralización, además, compromete la conectividad vial, la estabilidad de las comunidades rurales y el arraigo en el interior.
Alberto Larrañaga, presidente del Consejo, aseguró que “no hace falta ser ingeniero hidráulico para darse cuenta” de la importancia de la obra. También alertó sobre “aguas a la altura del puente ferroviario” que generan “el cuello de botella de una etapa paralizada por el Gobierno de la Nación”.
Desde el sector agropecuario reclaman la reactivación inmediata del Plan Maestro del Salado, considerado vital no solo para aliviar a los productores, sino también para el propio Estado. “Su ejecución impactará favorablemente en las cuentas fiscales del Estado nacional como beneficiario de la tasa de retorno de la inversión en obra pública”, remarcaron voceros rurales. Pese a haber sido declarada prioritaria, la obra comenzó a frenarse a fines de 2023 por demoras en los pagos del Gobierno nacional.












