El Cencerro: siete décadas de mejoramiento genético, adaptación y nuevos lanzamientos para una campaña forrajera clave

Con una historia que nació de la visión de un pionero y creció con tres generaciones, El Cencerro llega a una nueva campaña con lanzamientos estratégicos, genética validada y un mensaje claro de Ignacio Ducos: “la confiabilidad nace del trabajo largo, serio y probado a campo”

El Cencerro encara la campaña forrajera 2025/26 consolidado como una empresa familiar con más de 50 años de trayectoria en desarrollos genéticos, pero también con un presente marcado por la innovación y una fuerte apuesta en una campaña clave para las forrajeras. La firma presenta nuevas variedades y reafirma una identidad que combina historia, tecnología y un arraigo profundo a la región.

Para Ignacio Ducos, integrante de la tercera generación y una de las voces técnicas de la empresa, todo comienza con una cultura: la de mejorar. “Mi abuelo entendió hace más de 70 años que la única forma de transformar un sistema ganadero era incorporando genética adaptada. Ese espíritu inquieto, curioso, de invertir y probar cosas nuevas, es lo que explica que hoy sigamos acá”, resume.

Una historia que se transformó en genética

Ducos reconstruye ese origen que hoy define a El Cencerro. Su abuelo —ingeniero agrónomo— recién recibido se instaló en un campo marginal en La Pampa y desde allí empezó a introducir prácticas inusuales para la época: pasto llorón, alfalfa, fertilizaciones de monte. “No lo hacía por moda, sino porque quería que la ganadería fuera más estable y más previsible. Ese fue siempre su norte”, recuerda.

Años después, ya instalado con su familia en Coronel Suárez, la observación técnica volvió a marcar un quiebre. Su abuelo encontró individuos de raigrás perenne que habían sobrevivido a veranos extremos en suelos someros. Ese hallazgo, acompañado por la mirada del investigador de INTA Ing. Cobas, dio origen al primer cultivar propio. “Registró la variedad en un momento en el que prácticamente nadie hacía mejoramiento. Fue el segundo cultivar inscripto en lo que era entonces el Servicio Nacional de Semillas. Era un verdadero pionero”, remarca Ducos.

Ese ADN innovador no cambió: “Hoy seguimos trabajando con esa seriedad: cada variedad nos lleva entre 10 y 12 años desde la selección inicial hasta su comercialización. Cuando llega al productor, es porque ya mostró persistencia, sanidad y producción en todos los ambientes”, explica Ignacio.

Una empresa integrada y una campaña con lanzamientos clave

Con la tercera generación ya incorporada al equipo, El Cencerro se transformó en una empresa integrada, con 50 colaboradores y una red de ensayos que incluye INTA, CREA y AAPRESID. Esa base técnica se refleja en una campaña especialmente estratégica.

Ducos lo sintetiza así: “Cada producto nuevo es casi un miembro más de la familia. Lo vimos nacer, evaluarse y demostrar que aporta algo distinto. Por eso estamos tan entusiasmados con esta campaña.”

Entre los lanzamientos destacados figuran:

  • “Guapa”, nueva festuca alta, con alto potencial de producción y fuerte actividad invernal, pensada para cubrir los meses críticos para la ganadería.
  • “Facón II”, evolución del histórico Pasto Ovillo Facón, con mayor densidad de macollos, más calidad de hoja y mejor persistencia.
  • “Austral INTA”, el primer sainfoin de desarrollo nacional, creado por INTA Ascasubi, con ventajas claves: no empasta, tolera frío y sequía, y amplía la oferta de leguminosas para sistemas pastoriles.

Genética confiable y adaptada: el mensaje de Ducos

El tono de Ducos es claro y directo: la genética no se improvisa. “Nuestro compromiso es que cada bolsa de El Cencerro llegue al productor como un producto validado en todos los ambientes donde va a sembrarse. Es la única forma de que la forrajera se convierta en ganancia de carne o leche real, no en una apuesta.”

Esa mirada se acompaña con una apertura que la empresa vive como parte de su cultura: en el último año recibieron más de 500 personas entre jornadas técnicas, visitas y recorridas. “No hay mejor manera de mostrar lo que hacemos que abriendo las tranqueras”, agrega.

Una empresa con raíces, ciencia y futuro

En un contexto donde la ganadería exige eficiencia y estabilidad forrajera, Ducos insiste en que la genética es un aliado directo del productor: “La persistencia no es un concepto: es la diferencia entre que un planteo pastoril funcione o falle. Por eso nuestro foco es siempre el mismo: genética moderna, adaptada y probada.”

Con historia, desarrollo propio y una campaña cargada de novedades, El Cencerro reafirma su lugar en la región: una empresa que nació para mejorar los sistemas pastoriles… y que, siete décadas después, sigue haciéndolo con la misma convicción.

Si querés saber las condiciones comerciales para esta nueva campaña, no dejes de consultarle a los comerciales de El Cencerro: Marcos Ducos (2926-497617) y Álvaro Otamendi (2926-497618) o comunicate directamente con la oficina: whatsapp (2926-462358) y teléfono fijo (2926-430152).