El consumo de huevos en Argentina alcanzó un nuevo récord histórico en 2025: más de 380 unidades por habitante al año. Con una producción que supera los 570 huevos por segundo, el sector avícola genera 30.000 empleos, exporta a unos 65 países y se afianza como uno de los pilares de la alimentación y la economía agroindustrial argentina.

El huevo se transformó en un protagonista indiscutido de la mesa argentina. Según datos de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), el consumo por persona ya trepa a 380 unidades anuales, ubicando al país entre los mayores consumidores del mundo.
Este crecimiento sostenido no sólo responde a su valor nutricional y su precio relativo frente a otras proteínas, sino también a un cambio cultural: hoy el huevo está presente en más comidas, tanto en hogares como en la gastronomía profesional.
Producción récord y capacidad exportadora
La industria avícola nacional vive un momento histórico. De acuerdo con los últimos reportes sectoriales, Argentina produce más de 571 huevos por segundo, con cerca de 60 millones de gallinas ponedoras activas y una generación de empleo que supera las 30.000 personas en todo el país.
Del total producido, el 98 % se destina al consumo interno, mientras que el 2 % restante se exporta a más de 60 países, con China, Bolivia y Perú entre los principales destinos.
Entre récords y desafíos
El auge del consumo también trae sus desafíos. Factores estacionales, el costo de los insumos, la energía y los efectos del clima han provocado variaciones importantes en el precio del maple, que en algunos mercados superó los $6.000.
Además, la amenaza de enfermedades como la influenza aviar y los cambios en los patrones internacionales de demanda plantean la necesidad de sostener medidas sanitarias y productivas que garanticen estabilidad en el tiempo.
Perspectivas: un sector en expansión
El huevo se consolida como una fuente de proteína accesible, sustentable y cada vez más valorada. En un contexto de alta inflación y cambios en los hábitos de consumo, el producto avícola logró posicionarse no sólo como alternativa económica, sino también como símbolo de eficiencia alimentaria.
La tendencia indica que el crecimiento continuará en los próximos meses, con innovaciones como los maples de 60 unidades y un mayor desarrollo del canal exportador, impulsado por la competitividad y la calidad del producto argentino.



