900x100

Jacinto Carricart, un veterinario de pura sangre

Dedicado a los caballos de carrera, especialidad no tan común en nuestra zona, llegó a Olavarría hace quince años tras haber trabajado en Estados Unidos y Australia.  

Miguel Viñuales (ZonaCampo) 


Jacinto Carricart es veterinario, oriundo de Buenos Aires, y muchos de los acontecimientos y virajes importantes de su vida son resultado de una rara mezcla de paso firme y salto al vacío, de solidez humana (propia y ajena) y casualidad total. Entre ellos, su llegada a Olavarría hace unos quince años, después de haber recorrido varios países para trabajar en el haras La Providencia, uno de los más importantes del país.


En su familia la mayoría son abogados y tienen una relación lejana con el mundo del campo, pero él eligió su profesión después de un test vocacional que lo orientó hacia la biología, pero no se veía como médico. Egresado de la UBA y con experiencia en diferentes países, hoy, considera que debe todo a su familia y su trabajo, que no se imagina trabajando de otra cosa y que es un apasionado de los caballos de carrera y el mundo del turf.


ZonaCampo: Nos contaron que sos porteño, bien del centro, de la Recoleta ¿Cómo nació tu vocación por la veterinaria?

Carricart: La única veta por la cual entró la veterinaria en mi familia eran unos tíos con campo en Las Flores, y encima me decían que no estudie eso porque me iba a morir de hambre [risas] pero me anoté en la UBA, y tenía más de una hora de colectivo por día para cursar. Cuando empecé la carrera me di cuenta que me encantaba, me fue atrapando la biología, la matemática, la física. Sabía que no quería vivir en Buenos Aires, estar más en contacto con la naturaleza y trabajar con grandes animales.


ZonaCampo: ¿Y lo de los caballos cuando aparece?

Carricart: Nunca fui un apasionado, se me fue dando. Recién recibido, me habían dado el ok para entrar a trabajar en una empresa de alimentos para bovinos, y faltando diez días para entrar a trabajar la inversión de la firma en Argentina se cae, con la crisis del año 2001, y tuve que empezar de cero. Fue una situación muy dura, en mi casa no me podían ayudar, entonces Juan Martín Gaviña, el hermano de una ex novia de muchos años me llamó y me dijo que iba a tratar de conseguirme algo.


ZonaCampo: Por suerte, parece que quedaste en buenos términos…

Carricart: Juan ya era un veterinario muy reconocido de caballos, se dedicaba al polo pero me contactó con dos haras de caballos de carrera. En el primero, Abolengo de Menditegui, terminaron tomando a otro chico y yo estaba desesperado, no sabía qué hacer y estaba dispuesto a trabajar de cualquier cosa, y me contactó con un haras de una familia brasilera, Santa María de Ararás, y también tenían haras acá en Argentina, en Capitán Sarmiento. Ahí conocí a Diego Ayerza que era el segundo de Nacho Pavlovsky, dos referentes de los caballos y personas que me ayudaron muchísimo en toda mi carrera.


ZonaCampo: Fue una época muy difícil para el país en general, en tu caso conectaste con una empresa ya establecida…

Carricart: Igualmente fue muy duro, me dijeron que no tenían dinero para pagar las residencias, la temporada fuerte del haras va de julio a diciembre, cuando las yeguas están pariendo y se las sirve. Entonces me daban trabajo pero no iba a cobrar, y mi madre me apoyó en lo que pudo. Era trabajar por la comida y la habitación, no me daban ni los pasajes. Después Nacho Pavlosvsky padre, mi mentor, me empezó a ayudar de su bolsillo. Con eso podía venir a ver a mi novia, que es hoy mi esposa, Rosario, y a mis amigos que siempre me apoyaron.


ZonaCampo: ¿Disfrutaste de tu primer trabajo?

Carricart: Fue a puro amor, una gran experiencia, y conocí a Nacho y a Diego gracias a los cuales todavía hoy me sigue llegando trabajo. De hecho, estando ahí Nacho me dijo que me quería mandar a una pasantía rentada a Estados Unidos, al haras Ashford Stud, en Kentucky, era mediados de 2001, todavía no había explotado el país. Yo había hecho un arreglo de viajar con unos caballos de polo de Marcos Heguy, pero cuando pasó lo que pasó, se volvió a caer todo, no tenía como ir, no tenía plata porque no había cobrado en seis meses y mis amigos juntaron todos sus ahorros para comprarme el pasaje de ida. Así es como me fui a lo desconocido, con una visa de trabajo, un bolso y nada más.


ZonaCampo: Entonces, con tu primer sueldo te desquitaste, cobraste en dólares…

Carricart: Ahí si era rentado, pude ahorrar para devolver a todos los que me ayudaron. Era un haras muy grande, con gente de todo el mundo desde japoneses hasta suecas, trabajábamos todos juntos, es un sistema muy intensivo, las yeguas están casi todo el día en el box, te la pasás haciendo cama de caballo, nada que ver a como es acá que están a campo todo el día. Si bien fui como peón raso, porque no tenía la reválida, estando allá me empezaron a dar trabajo de veterinario porque se ahorraban los costos, fue una linda experiencia, un semestre también donde aprendí mucho.


ZonaCampo: ¿Te hubiera gustado quedarte allá?

Carricart: Era mi plan, porque acá la cosa no había mejorado, pero estando allá una mañana me llamo Nacho y me dijo que me había conseguido un trabajo espectacular, en Australia en el haras de un empresario que le había comprado un padrillo, y al cual le había dicho que tenía el veterinario para recomendarle, y ese era yo. Ya estaba todo hecho, solo tenía que decirle cuánto quería ganar y arrancar para Australia. Era una locura, yo no tenía más que seis meses de experiencia en Santa María, y acá me estaban esperando para que manejara la parte veterinaria del haras, mediano, de unas cuarenta yeguas. Doce horas de diferencia, nadie que hablara una palabra de español.


ZonaCampo: Imagino que, pese a todo y después de las que habías pasado, no ibas a perder la oportunidad y aceptaste igual.

Carricart: Hablé con el australiano, le pedí algo casi exagerado como sueldo, y que para ir tenía que llevar a mi mujer, Rosario, que en realidad era mi novia, que llevábamos apenas meses y viéndonos cada quince días, y peor fue en Estados Unidos. Para Rosario fue todo un tema, tenía que hablar con sus padres, suspender la carrera de psicología, tenía apenas 22 años, pero me dijo que sí. Encima, los ahorros de Estados Unidos fueron para pagarle a mis amigos, y no me había quedado mucho, así que terminamos pidiéndole también los pasajes. El haras se llamaba Kingston Park Stud, estaba al sur de Melbourne, la segunda ciudad más importante de Australia, era una región soñada, una península llena de viñedos y haras pequeños. Fue una experiencia increíble, nos unió mucho con Rosario, yo estuve tres años, ella a los dos se volvió a terminar la carrera, jamás firmé nada y cumplieron con todo. La manera de trabajar era más parecida a la nuestra, no tan intensiva como en Estados Unidos, todo el día las yeguas a campo por lo cual me sirvió mucho lo que había hecho en Argentina.


ZonaCampo: Santa María de Arará, Ashford Stud en Kentucky y luego un haras boutique en Melbourne. ¿Cómo es que llegás a Olavarría?

Carricart: Nosotros seguíamos haciendo temporada, vivíamos seis meses allá y seis acá. A mí me costaba mucho afianzarme con ese ritmo, no quería cortarle la carrera a ella, queríamos casarnos e instalarnos en un lugar. El último año me fui solo, fue difícil y todos sabíamos que era el último año. Para variar, estando en Australia me llamó el hijo de Nacho, Nachito Pavlovsky, y me dijo que había un haras grande en Olavarría, La Providencia, con unas 100 yeguas, de una empresa brasilera, que estaba buscando veterinario jefe para hacerse cargo de todo. Hice algunas entrevistas pero no me respondían, y el australiano me llamaba. Entonces le dije que sí, que esa última temporada la hacía, y justo me confirman los brasileros. Pero les dije que yo había dado mi palabra, que si les interesaba trabajar conmigo, me tenían que esperar. Cuando le dije eso, el veterinario que me entrevistaba me dijo que esa actitud era la que estaba buscando, me contrataron y me esperaron. Terminé allá en diciembre de 2004 y en enero de 2005 estaba trabajando acá en La Providencia. Y en marzo nos casamos.


ZonaCampo: ¿Conocías Olavarría, o el haras en cuestión?

Carricart: Olavarría no, pero el haras es muy conocido, creo que ni siquiera la gente de Olavarría sabe que acá hay uno de los haras más grandes e importantes del país, que originalmente fue de Federico Feitis, el mismo dueño de la cantera La Provindencia. Es un haras muy antiguo, está acá en Sierras Bayas, y cambió muchas veces de dueño y de nombre, hasta que esta familia brasilera lo compró y le devolvió su nombre original. Fueron 12 años de mucho trabajo, mucha responsabilidad, y durante los cuales cosechamos muchos logros, muchísimos premios, campeones a rolete, Jockey Club, varios Pelegrini, Polla de potrillos, de potrancas, todos los grandes premios. Además muy buenos resultados reproductivos, no obstante lo cual después de tanto tiempo todos sentíamos necesidad de hacer otra cosa, llegamos a un arreglo hace tres años, y desde entonces estoy trabajando en un haras en la zona de Coronel Pringles, de una familia italiana, grupo Paoletti, y el hijo arrancó un haras desde cero muy a pulmón en una de sus estancias, y decidieron pegar un salto hacia la profesionalización. Mi familia quedó acá, yo voy cuatro días a la semana, no solamente somos Rosario y yo, tenemos tres nenas, así que es una etapa nueva, donde además puedo hacer algunos trabajos por mi cuenta, no solo en caballos de carrera sino también hago algo de training, y trabajo con Antonio Indavere que tiene un haras de Endurance.


ZonaCampo: La verdad es que el relato de tu vida sorprende, un contraste entre el cambio fugaz e imprevisto, y a la vez, el permanente apoyo de los que te rodean, gracias por habernos recibido. ¿Te interesaría alguna vez montar un haras, tener tus propios caballos?

Carricart: Cuando me fui de La Providencia, algunos amigos me dijeron que aproveche y cambie de rubro, pero a mí me gustan los caballos. No me interesa tener un haras, a mí lo que me apasiona es levantarme temprano a la mañana, hacerme un mate en la veterinaria y salir a revisar yeguas, me genera placer, por eso cuando salió la posibilidad de seguir en el ambiente del turf no lo dudé ni un minuto, a pesar de que tengo que dejar a mi familia algunos días durante la semana, descubrí después de muchos años que soy un apasionado de los caballos de carrera. 


ÚLTIMAS NOTICIAS

19 Abril 2024
El 9 y 10 de mayo se desarrollará una nueva jornada "Conociendo Productores Hereford", donde se visitarán los establecimientos "La Gloria" (Laprida) y "Estancia Lolén" (Coronel Suárez). El programa es abierto al público....
15 Abril 2024
El productor Pablo Etcheberry es otro de los disertantes de La Ganadería que Viene 2024. La búsqueda de eficiencia es un estilo de vida para él, que lo llevó a crear su empresa Pensagro con presencia en 25 países. Conocelo más en esta entrevista a fo...
15 Abril 2024
 En el tercer mes del año, en promedio la hacienda cayó 0,5% en el Mercado de Cañuelas. El desplome en vacas y toros, con 9,2% y 7,7% respectivamente, superó las mejores que se evidenciaron en las categorías destinadas al consumo doméstico...
Miércoles en Liniers con plaza tranquila
Feedlot y Cuota Hilton, un tema que requiere urgen...
 

Jacinto Carricart, un veterinario de pura sangre

Dedicado a los caballos de carrera, especialidad no tan común en nuestra zona, llegó a Olavarría hace quince años tras haber trabajado en Estados Unidos y Australia.  

Miguel Viñuales (ZonaCampo) 


Jacinto Carricart es veterinario, oriundo de Buenos Aires, y muchos de los acontecimientos y virajes importantes de su vida son resultado de una rara mezcla de paso firme y salto al vacío, de solidez humana (propia y ajena) y casualidad total. Entre ellos, su llegada a Olavarría hace unos quince años, después de haber recorrido varios países para trabajar en el haras La Providencia, uno de los más importantes del país.


En su familia la mayoría son abogados y tienen una relación lejana con el mundo del campo, pero él eligió su profesión después de un test vocacional que lo orientó hacia la biología, pero no se veía como médico. Egresado de la UBA y con experiencia en diferentes países, hoy, considera que debe todo a su familia y su trabajo, que no se imagina trabajando de otra cosa y que es un apasionado de los caballos de carrera y el mundo del turf.


ZonaCampo: Nos contaron que sos porteño, bien del centro, de la Recoleta ¿Cómo nació tu vocación por la veterinaria?

Carricart: La única veta por la cual entró la veterinaria en mi familia eran unos tíos con campo en Las Flores, y encima me decían que no estudie eso porque me iba a morir de hambre [risas] pero me anoté en la UBA, y tenía más de una hora de colectivo por día para cursar. Cuando empecé la carrera me di cuenta que me encantaba, me fue atrapando la biología, la matemática, la física. Sabía que no quería vivir en Buenos Aires, estar más en contacto con la naturaleza y trabajar con grandes animales.


ZonaCampo: ¿Y lo de los caballos cuando aparece?

Carricart: Nunca fui un apasionado, se me fue dando. Recién recibido, me habían dado el ok para entrar a trabajar en una empresa de alimentos para bovinos, y faltando diez días para entrar a trabajar la inversión de la firma en Argentina se cae, con la crisis del año 2001, y tuve que empezar de cero. Fue una situación muy dura, en mi casa no me podían ayudar, entonces Juan Martín Gaviña, el hermano de una ex novia de muchos años me llamó y me dijo que iba a tratar de conseguirme algo.


ZonaCampo: Por suerte, parece que quedaste en buenos términos…

Carricart: Juan ya era un veterinario muy reconocido de caballos, se dedicaba al polo pero me contactó con dos haras de caballos de carrera. En el primero, Abolengo de Menditegui, terminaron tomando a otro chico y yo estaba desesperado, no sabía qué hacer y estaba dispuesto a trabajar de cualquier cosa, y me contactó con un haras de una familia brasilera, Santa María de Ararás, y también tenían haras acá en Argentina, en Capitán Sarmiento. Ahí conocí a Diego Ayerza que era el segundo de Nacho Pavlovsky, dos referentes de los caballos y personas que me ayudaron muchísimo en toda mi carrera.


ZonaCampo: Fue una época muy difícil para el país en general, en tu caso conectaste con una empresa ya establecida…

Carricart: Igualmente fue muy duro, me dijeron que no tenían dinero para pagar las residencias, la temporada fuerte del haras va de julio a diciembre, cuando las yeguas están pariendo y se las sirve. Entonces me daban trabajo pero no iba a cobrar, y mi madre me apoyó en lo que pudo. Era trabajar por la comida y la habitación, no me daban ni los pasajes. Después Nacho Pavlosvsky padre, mi mentor, me empezó a ayudar de su bolsillo. Con eso podía venir a ver a mi novia, que es hoy mi esposa, Rosario, y a mis amigos que siempre me apoyaron.


ZonaCampo: ¿Disfrutaste de tu primer trabajo?

Carricart: Fue a puro amor, una gran experiencia, y conocí a Nacho y a Diego gracias a los cuales todavía hoy me sigue llegando trabajo. De hecho, estando ahí Nacho me dijo que me quería mandar a una pasantía rentada a Estados Unidos, al haras Ashford Stud, en Kentucky, era mediados de 2001, todavía no había explotado el país. Yo había hecho un arreglo de viajar con unos caballos de polo de Marcos Heguy, pero cuando pasó lo que pasó, se volvió a caer todo, no tenía como ir, no tenía plata porque no había cobrado en seis meses y mis amigos juntaron todos sus ahorros para comprarme el pasaje de ida. Así es como me fui a lo desconocido, con una visa de trabajo, un bolso y nada más.


ZonaCampo: Entonces, con tu primer sueldo te desquitaste, cobraste en dólares…

Carricart: Ahí si era rentado, pude ahorrar para devolver a todos los que me ayudaron. Era un haras muy grande, con gente de todo el mundo desde japoneses hasta suecas, trabajábamos todos juntos, es un sistema muy intensivo, las yeguas están casi todo el día en el box, te la pasás haciendo cama de caballo, nada que ver a como es acá que están a campo todo el día. Si bien fui como peón raso, porque no tenía la reválida, estando allá me empezaron a dar trabajo de veterinario porque se ahorraban los costos, fue una linda experiencia, un semestre también donde aprendí mucho.


ZonaCampo: ¿Te hubiera gustado quedarte allá?

Carricart: Era mi plan, porque acá la cosa no había mejorado, pero estando allá una mañana me llamo Nacho y me dijo que me había conseguido un trabajo espectacular, en Australia en el haras de un empresario que le había comprado un padrillo, y al cual le había dicho que tenía el veterinario para recomendarle, y ese era yo. Ya estaba todo hecho, solo tenía que decirle cuánto quería ganar y arrancar para Australia. Era una locura, yo no tenía más que seis meses de experiencia en Santa María, y acá me estaban esperando para que manejara la parte veterinaria del haras, mediano, de unas cuarenta yeguas. Doce horas de diferencia, nadie que hablara una palabra de español.


ZonaCampo: Imagino que, pese a todo y después de las que habías pasado, no ibas a perder la oportunidad y aceptaste igual.

Carricart: Hablé con el australiano, le pedí algo casi exagerado como sueldo, y que para ir tenía que llevar a mi mujer, Rosario, que en realidad era mi novia, que llevábamos apenas meses y viéndonos cada quince días, y peor fue en Estados Unidos. Para Rosario fue todo un tema, tenía que hablar con sus padres, suspender la carrera de psicología, tenía apenas 22 años, pero me dijo que sí. Encima, los ahorros de Estados Unidos fueron para pagarle a mis amigos, y no me había quedado mucho, así que terminamos pidiéndole también los pasajes. El haras se llamaba Kingston Park Stud, estaba al sur de Melbourne, la segunda ciudad más importante de Australia, era una región soñada, una península llena de viñedos y haras pequeños. Fue una experiencia increíble, nos unió mucho con Rosario, yo estuve tres años, ella a los dos se volvió a terminar la carrera, jamás firmé nada y cumplieron con todo. La manera de trabajar era más parecida a la nuestra, no tan intensiva como en Estados Unidos, todo el día las yeguas a campo por lo cual me sirvió mucho lo que había hecho en Argentina.


ZonaCampo: Santa María de Arará, Ashford Stud en Kentucky y luego un haras boutique en Melbourne. ¿Cómo es que llegás a Olavarría?

Carricart: Nosotros seguíamos haciendo temporada, vivíamos seis meses allá y seis acá. A mí me costaba mucho afianzarme con ese ritmo, no quería cortarle la carrera a ella, queríamos casarnos e instalarnos en un lugar. El último año me fui solo, fue difícil y todos sabíamos que era el último año. Para variar, estando en Australia me llamó el hijo de Nacho, Nachito Pavlovsky, y me dijo que había un haras grande en Olavarría, La Providencia, con unas 100 yeguas, de una empresa brasilera, que estaba buscando veterinario jefe para hacerse cargo de todo. Hice algunas entrevistas pero no me respondían, y el australiano me llamaba. Entonces le dije que sí, que esa última temporada la hacía, y justo me confirman los brasileros. Pero les dije que yo había dado mi palabra, que si les interesaba trabajar conmigo, me tenían que esperar. Cuando le dije eso, el veterinario que me entrevistaba me dijo que esa actitud era la que estaba buscando, me contrataron y me esperaron. Terminé allá en diciembre de 2004 y en enero de 2005 estaba trabajando acá en La Providencia. Y en marzo nos casamos.


ZonaCampo: ¿Conocías Olavarría, o el haras en cuestión?

Carricart: Olavarría no, pero el haras es muy conocido, creo que ni siquiera la gente de Olavarría sabe que acá hay uno de los haras más grandes e importantes del país, que originalmente fue de Federico Feitis, el mismo dueño de la cantera La Provindencia. Es un haras muy antiguo, está acá en Sierras Bayas, y cambió muchas veces de dueño y de nombre, hasta que esta familia brasilera lo compró y le devolvió su nombre original. Fueron 12 años de mucho trabajo, mucha responsabilidad, y durante los cuales cosechamos muchos logros, muchísimos premios, campeones a rolete, Jockey Club, varios Pelegrini, Polla de potrillos, de potrancas, todos los grandes premios. Además muy buenos resultados reproductivos, no obstante lo cual después de tanto tiempo todos sentíamos necesidad de hacer otra cosa, llegamos a un arreglo hace tres años, y desde entonces estoy trabajando en un haras en la zona de Coronel Pringles, de una familia italiana, grupo Paoletti, y el hijo arrancó un haras desde cero muy a pulmón en una de sus estancias, y decidieron pegar un salto hacia la profesionalización. Mi familia quedó acá, yo voy cuatro días a la semana, no solamente somos Rosario y yo, tenemos tres nenas, así que es una etapa nueva, donde además puedo hacer algunos trabajos por mi cuenta, no solo en caballos de carrera sino también hago algo de training, y trabajo con Antonio Indavere que tiene un haras de Endurance.


ZonaCampo: La verdad es que el relato de tu vida sorprende, un contraste entre el cambio fugaz e imprevisto, y a la vez, el permanente apoyo de los que te rodean, gracias por habernos recibido. ¿Te interesaría alguna vez montar un haras, tener tus propios caballos?

Carricart: Cuando me fui de La Providencia, algunos amigos me dijeron que aproveche y cambie de rubro, pero a mí me gustan los caballos. No me interesa tener un haras, a mí lo que me apasiona es levantarme temprano a la mañana, hacerme un mate en la veterinaria y salir a revisar yeguas, me genera placer, por eso cuando salió la posibilidad de seguir en el ambiente del turf no lo dudé ni un minuto, a pesar de que tengo que dejar a mi familia algunos días durante la semana, descubrí después de muchos años que soy un apasionado de los caballos de carrera. 


ÚLTIMAS NOTICIAS

19 Abril 2024
El 9 y 10 de mayo se desarrollará una nueva jornada "Conociendo Productores Hereford", donde se visitarán los establecimientos "La Gloria" (Laprida) y "Estancia Lolén" (Coronel Suárez). El programa es abierto al público....
15 Abril 2024
El productor Pablo Etcheberry es otro de los disertantes de La Ganadería que Viene 2024. La búsqueda de eficiencia es un estilo de vida para él, que lo llevó a crear su empresa Pensagro con presencia en 25 países. Conocelo más en esta entrevista a fo...
15 Abril 2024
 En el tercer mes del año, en promedio la hacienda cayó 0,5% en el Mercado de Cañuelas. El desplome en vacas y toros, con 9,2% y 7,7% respectivamente, superó las mejores que se evidenciaron en las categorías destinadas al consumo doméstico...
Miércoles en Liniers con plaza tranquila
Feedlot y Cuota Hilton, un tema que requiere urgen...