Cambios socioeconómicos mundiales y el consumo de la carne
Los cambios socioeconómicos han contribuido para cambiar el consumo de proteína animal, con reflejos en la producción y en el comercio de alimentos en los próximos años
Se pronostica que el Producto Interno Bruto – PIB global crecerá un 3,1% anualmente hasta el año 2025, con los países en desarrollo-PED creciendo un 4,7% en el período. La participación de los PED en el PIB global pasará de 37,7% en 2016, a 43,4% en 2025 (Fig. 1).
El constante crecimiento del PIB en los países en desarrollo, desde 1990, les ha permitido, como beneficio, reducir la pobreza, siendo el sur de Asia y el Sur de Asia/Pacifico las regiones donde esta reducción ha sido más pujante. Simultáneamente, el crecimiento del PIB ha contribuido para la expansión de la clase media, que del 2005 al 2030 habrá de crecer en todas las regiones en desarrollo, pasando de aproximadamente 300 millones de personas a cerca de 1,9 mil millones de personas, respectivamente. La expansión será pujante en China, seguida de América Latina y El Caribe, y Asia Central y Europa Oriental.
Hasta el 2025, la población mundial crecerá en promedio 1%. Los países desarrollados (PD) crecerán 0,4%, y los países en desarrollo (PED) crecerán 1,1%. Este crecimiento no será uniforme, sino que marcado por la fuerte expansión poblacional en Asia y, con menor intensidad, en África. Por ende, el porcentaje de los PED en el total de la población mundial seguirá creciendo, pasando del 79% en el 2000 al 83% en el 2025.
De manos dadas con el crecimiento poblacional en curso, viene la creciente urbanización de la población. Actualmente en 54%, la tasa de urbanización será aún más grande por el 2050. Esta expansión será fuertemente alimentada por la migración en los países de baja y media renta, pues en los países de alta renta la tasa de urbanización ha crecido poco desde 1950.
En los PED, el aumento de la renta, la menor edad promedio de la población, la expansión de la clase media, el crecimiento poblacional y la creciente urbanización cambian los padrones de consumo de alimento y las dietas, y por ello se convierten en importantes impulsores del aumento proyectado en la demanda futura por alimentos en el mundo. Por esto, los PED responderán por más del 80% del aumento estimado en el consumo de carne y en la demanda por oleaginosas y granos hasta el 2025. En estos países, la demanda superará la oferta de estos productos, lo que impulsará la importación, sobre todo de carne y oleaginosas para la nutrición animal.
Hasta el 2025-26, el consumo mundial de carne seguirá creciendo a razón de 2,4% a.a. en la África Sub-Sahariana y Norte de África, 1,9% a.a. en el Medio Oriente y 2,4% a.a. en el sureste de Asia. Estas 4 regiones aumentarán su consumo en 7,8 millones de toneladas un 20% de la demanda global total. Sus importaciones subirán unos 3 millones de toneladas, casi un 40% del aumento total de las exportaciones globales en el periodo. El consumo mundial per cápita promedio, que en el 2016-17 ha sido de 9,7 kg de carne de res, 16,4 kg de carne de cerdo y 15,3 kg de carne de pollo, seguirá abajo del de los PD, una clara indicación de que habrá espacio para el aumento continuo de la producción y del consumo en los próximos años.
Para atender a esta creciente demanda futura, se proyecta que la producción mundial de carne habrá de crecer un 15,94% del 2016 al 2025, pasando de 308 millones de toneladas métricas para 336 millones de toneladas métricas, respectivamente. El aumento en la producción vendrá, sobre todo, de los PED. (Figura 3).
Este artículo ha sido producido a partir de la charla homónima impartida por el autor en el 2do. Foro de Producción de Carne, promovido por la Cooperativa Unión Agrícola de Avellaneda, Santa Fe, Argentina, en el 8 de noviembre del 2017. Literatura disponible con el autor.
Fuente: ww.carnetec.com
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
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El constante crecimiento del PIB en los países en desarrollo, desde 1990, les ha permitido, como beneficio, reducir la pobreza, siendo el sur de Asia y el Sur de Asia/Pacifico las regiones donde esta reducción ha sido más pujante. Simultáneamente, el crecimiento del PIB ha contribuido para la expansión de la clase media, que del 2005 al 2030 habrá de crecer en todas las regiones en desarrollo, pasando de aproximadamente 300 millones de personas a cerca de 1,9 mil millones de personas, respectivamente. La expansión será pujante en China, seguida de América Latina y El Caribe, y Asia Central y Europa Oriental.
Hasta el 2025, la población mundial crecerá en promedio 1%. Los países desarrollados (PD) crecerán 0,4%, y los países en desarrollo (PED) crecerán 1,1%. Este crecimiento no será uniforme, sino que marcado por la fuerte expansión poblacional en Asia y, con menor intensidad, en África. Por ende, el porcentaje de los PED en el total de la población mundial seguirá creciendo, pasando del 79% en el 2000 al 83% en el 2025.
De manos dadas con el crecimiento poblacional en curso, viene la creciente urbanización de la población. Actualmente en 54%, la tasa de urbanización será aún más grande por el 2050. Esta expansión será fuertemente alimentada por la migración en los países de baja y media renta, pues en los países de alta renta la tasa de urbanización ha crecido poco desde 1950.
En los PED, el aumento de la renta, la menor edad promedio de la población, la expansión de la clase media, el crecimiento poblacional y la creciente urbanización cambian los padrones de consumo de alimento y las dietas, y por ello se convierten en importantes impulsores del aumento proyectado en la demanda futura por alimentos en el mundo. Por esto, los PED responderán por más del 80% del aumento estimado en el consumo de carne y en la demanda por oleaginosas y granos hasta el 2025. En estos países, la demanda superará la oferta de estos productos, lo que impulsará la importación, sobre todo de carne y oleaginosas para la nutrición animal.
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Para atender a esta creciente demanda futura, se proyecta que la producción mundial de carne habrá de crecer un 15,94% del 2016 al 2025, pasando de 308 millones de toneladas métricas para 336 millones de toneladas métricas, respectivamente. El aumento en la producción vendrá, sobre todo, de los PED. (Figura 3).
Este artículo ha sido producido a partir de la charla homónima impartida por el autor en el 2do. Foro de Producción de Carne, promovido por la Cooperativa Unión Agrícola de Avellaneda, Santa Fe, Argentina, en el 8 de noviembre del 2017. Literatura disponible con el autor.
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