Si bien Argentina es más cara en el 48% de los productos comparados, la carne vacuna se destaca como uno de los alimentos más accesibles, con precios que en Estados Unidos, Australia, Francia y Corea del Sur pueden triplicar los valores locales, según un estudio del IERAL de la Fundación Mediterránea.

Un informe reciente del Instituto de Estudios de la Fundación Mediterránea (IERAL) evidencia que la carne vacuna argentina sigue siendo una de las más económicas del mundo. El análisis, a cargo de los economistas Marcelo Capello y Federico Belich, compara precios de alimentos y bebidas en Argentina frente a nueve países representativos de distintas economías y geografías, incluyendo Brasil, Chile, Estados Unidos, México, Francia, Polonia, Australia, China y Corea del Sur.

El estudio relevó 10 alimentos clave, con fuerte participación del campo argentino: bife de nalga o peceto, huevos, papas, arroz, pollo, queso y pan. Los resultados muestran que, aunque Argentina es más cara en casi la mitad de los productos comparados (48%), la carne bovina se destaca como el ítem más barato: solo en Brasil los precios superan los valores locales, mientras que en países como Estados Unidos, Australia, Francia y Corea del Sur, los costos pueden triplicar los argentinos.

Los economistas del IERAL explican que esta ventaja se debe en gran parte a la alta productividad agropecuaria y a la vigencia de derechos de exportación (DEX) que regulan los precios internos. Aun así, la devaluación reciente del peso no logró consolidar una mejora significativa en la posición relativa de los alimentos y bebidas, aunque algunos productos como papas, pollo y bife de nalga registraron mejoras puntuales en competitividad frente a varios países.

En contraste, otros bienes y servicios, como indumentaria de marca, calzado y agua mineral, se encuentran entre los más caros a nivel global. Esto subraya que, mientras ciertos productos mantienen precios elevados, la carne vacuna argentina continúa siendo accesible y estratégica para el consumo local, reforzando el valor del sector ganadero nacional y su rol en la dieta del argentino promedio.