La producción de legumbres en Argentina alcanzó 1,29 millones de toneladas y marcó el crecimiento más alto de los últimos años. Con un incremento del 20 % en el área sembrada y fuertes mejoras en los rendimientos, poroto y garbanzo fueron los grandes protagonistas de una campaña histórica.

La campaña 2024/25 dejó un saldo contundente para el sector de legumbres en Argentina. Con un aumento interanual del 57 % en la producción, una superficie que superó las 950.000 hectáreas y un salto técnico que impulsó los rendimientos, las legumbres consolidan su avance dentro de la diversificación agrícola nacional. En un escenario global que demanda proteínas vegetales y sistemas productivos más eficientes, estos cultivos se posicionan como una alternativa estratégica.
57 % más producción: un récord que marca tendencia
La cosecha totalizó 1.292.600 toneladas, el valor más alto de los últimos años y muy por encima de las proyecciones iniciales. Este resultado se explica por tres factores principales:
- Mejoras en los rendimientos, con un incremento promedio del 34 %.
- Mayor superficie sembrada, que creció un 20 % hasta alcanzar 956.000 hectáreas.
- Buen comportamiento climático en zonas clave del NOA, Córdoba y regiones emergentes.
Poroto y garbanzo fueron los cultivos que más impulsaron el salto productivo, mostrando una respuesta agronómica destacada y una adopción creciente en regiones no tradicionales.

Por qué crecen las legumbres: rotaciones, mercados y eficiencia
La expansión de las legumbres no es casual. Además de su atractivo comercial, aportan ventajas agronómicas que cada vez pesan más en las decisiones del productor:
- Baja demanda hídrica, clave en un contexto de variabilidad climática.
- Fijación biológica de nitrógeno, que mejora los suelos y reduce costos de fertilización.
- Flexibilidad de manejo y ciclos más cortos.
- Alta demanda externa, especialmente de poroto negro, poroto colorado, garbanzo y arvejas.
La diversificación también juega un rol central: productores que históricamente concentraban su esquema en soja–maíz incorporan legumbres para mejorar rotaciones y mitigar riesgos.
Un mercado internacional firme y con oportunidades
El crecimiento productivo coincide con un escenario internacional activo. La demanda global por proteínas vegetales, alimentos plant-based y cultivos de menor huella ambiental sostiene un nivel de precios atractivo y diversifica destinos comerciales.
Países como India, Pakistán, Argelia, Turquía, España y Estados Unidos siguen siendo compradores clave, mientras que la mejora de la oferta argentina abre nuevas ventanas en mercados de nicho.
El salto del 57 % en la producción confirma que las legumbres atraviesan un momento de fuerte expansión y consolidación. Con área creciente, rendimientos superiores y un mercado internacional dinámico, estos cultivos dejan de ocupar un rol marginal para transformarse en protagonistas de una agricultura más diversa, eficiente y sustentable.



