En una entrevista exclusiva Salvador Di Stefano analiza el nuevo ciclo del campo argentino. De visita en Azul, el economista rosarino planteó un panorama alentador para la ganadería, alertó sobre la crisis de la soja y remarcó que el futuro del agro pasa por agregar valor en origen. “Hay que sacar el maíz en patas, no en ruedas”, sentenció.

Reconocido por su mirada filosa sobre la coyuntura económica y sus análisis pensados para el productor agropecuario, Salvador Di Stefano recorre desde hace años el país brindando charlas en las principales zonas productivas. Economista y consultor, es habitual referente en medios y eventos del sector agroindustrial. Di Stefano disertó ante un auditorio repleto en el predio de la Sociedad Rural de Azul durante la Reunión de Comisión Ampliada de la Sociedad Rural Argentina donde analizó los desafíos y oportunidades del campo argentino, con una mirada especialmente optimista sobre la ganadería.
Consultado sobre las principales inquietudes de los productores, Di Stefano no dudó: “Todos preguntan lo mismo: si va a aumentar el dólar. Y no, no va a aumentar”, respondió con firmeza. Pero rápidamente llevó la conversación hacia lo que considera el verdadero eje de debate: el futuro del modelo productivo.
“En ganadería tenemos un presente espectacular, lo mismo que los tambos, pero claro, han sido golpeados tantos años que nadie cree que esto va a ser sustentable”, expresó. En cambio, fue tajante sobre el presente agrícola: “La soja está en crisis. No gana dinero, tiene altas retenciones, costos elevados y un problema central con el flete”.
Con su estilo directo, propuso un camino claro: “La agricultura tiene que reconvertirse. Tiene que amigarse con la ganadería y con el tambo. Nuestro objetivo 2030 tiene que ser sacar el maíz en patas, no en ruedas. Porque si sacamos el maíz en ruedas no vamos a ganar”.
El razonamiento es simple: usar el maíz como alimento para animales en origen no solo reduce costos, sino que capitaliza al productor y genera empleo en los pueblos. “Vas a necesitar más gente para manejar ganadería. Eso es trabajo. Es desarrollo”.
Para Di Stefano, el ciclo ganadero que se abre es una oportunidad histórica: “Es el año de la vaca. Los próximos 10 años son años de la ganadería. En el mundo está cayendo el stock ganadero. Se pierde rodeo en Brasil, en Europa, en Estados Unidos. Hay una falta global”.
Con una mirada que mezcla economía, geopolítica y estilo de vida rural, el economista apuntó: “La ganadería es sacrificio. La leche también. Son todos héroes. Te levantás a las 4 de la mañana, no tenés Navidad ni Día del Trabajador. Y con política en contra. Por eso es más un estilo de vida que un negocio”.
Al cierre, destacó la necesidad de aumentar el peso de faena como paso fundamental para mejorar la eficiencia del sistema y aumentar el stock. “Estamos matando animales muy livianos. Hay que llevarlos a más kilos. Si subimos el peso de la media res, necesitamos matar menos para exportar más. Eso nos va a generar más rodeo”.
Con menos retórica triunfalista que otros analistas, pero con una claridad contundente, Di Stefano dejó una frase para anotar: “Tenemos una vaca cada tres habitantes. Supimos tener una por cada dos. Hay que recuperar ese camino. Y eso empieza ahora”.



