El presidente confirmó en Miami que el país podrá exportar hasta 80.000 toneladas anuales de carne vacuna a Estados Unidos. “Quisiera agradecerle a Trump y a su administración por este acuerdo”, afirmó. El sector ve una gran oportunidad, pero también plantea desafíos productivos y sanitarios.

Durante su participación en el America Business Forum, realizado en Miami, el presidente Javier Milei confirmó un acuerdo clave para la cadena cárnica argentina: Estados Unidos cuadruplicará el cupo de importación de carne vacuna proveniente de Argentina, pasando de 20.000 a 80.000 toneladas anuales.
El mandatario lo presentó como “uno de los acuerdos que ambos países se debían hace muchos años” y aprovechó para agradecer al ex presidente estadounidense Donald Trump por su rol en la negociación. “Quisiera agradecer al presidente Trump y a toda su administración por haber alcanzado un acuerdo por la cuota de carne argentina, cuatro veces superior a la anterior”, expresó.
El anuncio se enmarca en una agenda más amplia de Milei para atraer inversiones y abrir nuevos mercados, en el contexto del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
Una oportunidad comercial estratégica
La ampliación del cupo implica un salto histórico para las exportaciones de carne argentina a un mercado considerado “premium”, con altos estándares sanitarios y precios por tonelada que superan ampliamente a los de otros destinos, como China.
Según estimaciones de fuentes del sector, las 60.000 toneladas adicionales podrían generar unos 300 millones de dólares extra al año para la Argentina, además de fortalecer el posicionamiento internacional de la carne nacional.
El mercado estadounidense impone exigencias rigurosas en materia de calidad, trazabilidad y control sanitario, por lo que las plantas habilitadas para exportar a ese destino —unas 15 actualmente— deberán mantener estándares de excelencia y podrían incentivarse nuevas inversiones para ampliar esa capacidad.
Un desafío productivo y sanitario
Aunque el acuerdo abre una ventana comercial prometedora, referentes del sector ganadero advierten que será necesario aumentar la producción y fortalecer el sistema sanitario para sostener el volumen y la calidad exigidos.
“Si se confirma el cupo de 80.000 toneladas, no todo será carne premium: probablemente una parte se destine a productos procesados o hamburguesas, porque no hay suficiente volumen de cortes de alta calidad para cubrir toda la cuota”, señaló un dirigente de la Mesa de las Carnes.
Otro punto de atención son las exigencias sanitarias estadounidenses, ya que algunos sectores en EE.UU. mantienen observaciones sobre la situación de la fiebre aftosa en Sudamérica. En este sentido, los frigoríficos argentinos deberán garantizar trazabilidad y certificaciones sin fisuras para sostener la confianza del nuevo acuerdo.
Un cambio de escala para la cadena cárnica
La Argentina produce alrededor de 3,2 millones de toneladas de carne vacuna por año, y exporta cerca de 1 millón de toneladas. Con la ampliación del cupo hacia EE.UU., se espera que el país refuerce su perfil exportador, orientándose a mercados de mayor valor.
Para los frigoríficos y productores, el desafío será crecer sin descuidar la oferta interna y evitar tensiones con otros destinos, como Europa o Asia. A su vez, el acceso ampliado al mercado norteamericano podría impulsar mejoras tecnológicas, sanitarias y de gestión en toda la cadena.
Una “marca país” en expansión
El ingreso de más carne argentina al mercado estadounidense no solo implica un beneficio económico, sino también un respaldo simbólico a la calidad del producto nacional. Estados Unidos es uno de los mercados más exigentes del mundo, y la presencia argentina allí refuerza su posicionamiento como productor de carne de excelencia.
En palabras del propio Milei: “Tenemos prácticamente la misma cantidad de cabezas de ganado que hace 30 años, una locura para un país famoso por la calidad de su carne. Este acuerdo es un paso para revertir eso”.



