Una empresa que transforma la ganadería en confianza: eficiencia, bienestar y resultados al servicio del productor

Con una gestión profesional y más de seis décadas de experiencia, San José del Oeste ofrece un modelo integral donde el bienestar animal, la trazabilidad y la producción de alimentos propios garantizan previsibilidad y rendimiento en cada ciclo de engorde.

En tiempos de alta incertidumbre, encontrar aliados confiables se volvió una necesidad para muchos productores ganaderos. En el corazón de la provincia de Buenos Aires, una empresa con más de 60 años de trayectoria combina tradición y tecnología para ofrecer un servicio de hotelería bovina que prioriza la eficiencia, el bienestar animal y la sustentabilidad.

Su modelo de gestión integral busca acompañar al productor con soluciones concretas y resultados medibles.

San José del Oeste S.A.nació con un fuerte perfil ganadero y hoy se posiciona como una empresa agropecuaria integral. Además de sus unidades de cría, recría e invernada, la firma produce granos y forrajes bajo normas de sustentabilidad. Su objetivo: generar valor en cada etapa de la producción, con una gestión profesional y una mirada de triple impacto – económico, social y ambiental -.

Para conocer más sobre el trabajo que realizan, conversamos con Pablo GrahmannLara Ritter y Edgar Quintana, parte del equipo que impulsa el Feedlot “La Rosa” en Olavarría.

“Somos una alternativa confiable para el productor que quiere engordar su hacienda”
Pablo Grahmann (Gerente General de San José del Oeste)

ZonaCampo: ¿Cómo está conformada hoy San José del Oeste y qué rol cumple el feedlot dentro de la empresa?
Pablo Grahmann: San José del Oeste es una empresa agropecuaria con más de sesenta años de historia. Dentro de los distintos negocios que desarrollamos está este feedlot ubicado en Olavarría, sobre la ruta 226, kilómetro 340. Tiene capacidad para seis mil cabezas y funciona tanto con hacienda propia como con hacienda de terceros, ofreciendo servicio de engorde para hacienda con destino a consumo o exportación UE y habilitados para la cuota 481. Está dentro de un establecimiento de trece mil hectáreas, con un esquema de producción de ciclo completo.

ZonaCampo: ¿Cómo se integra la producción de alimento para el feedlot?
Pablo Grahmann: El 90% de los insumos de alimentacion se produce dentro de la empresa. En la zona de América tenemos un campo de cinco mil hectáreas donde hacemos maíz, soja y forrajes, además de fardones de agropiro y alfalfa que complementan las dietas. Esto nos da una ventaja competitiva: en momentos de escasez o suba de precios, tenemos asegurado el alimento para los animales.

ZonaCampo: ¿Qué distingue al servicio que ofrecen a los clientes?
Pablo Grahmann: Creemos que nuestro principal activo es la transparencia en números y relación permanente con nuestros clientes para atender el objetivo buscado. Es un sector que varios productores nos llegan con malas experiencias y creemos que es posible revertir eso apuntando a la claridad sin olvidar que trabajamos con seres vivos, además invertimos mucho en capacitación y en bienestar animal. Nuestro personal recibe en torno a siete capacitaciones anuales en temas como sanidad, manejo, neumonía y bienestar animal. Además, la relación con los clientes es de largo plazo: muchos trabajan con nosotros hace más de diez años. Esa confianza sostenida es nuestro mejor aval.

“Cada animal tiene un seguimiento individual, desde el ingreso hasta la terminación”
Lara Ritter (Responsable del Feedlot “La Rosa”)

ZonaCampo: ¿Cómo es el manejo y el flujo de trabajo dentro del feedlot?
Lara Ritter: El Feedlot La Rosa tiene una capacidad total de seis mil cabezas entre lo que dividimos el sector de exportación cuota 481 y la hacienda de consumo. Actualmente estamos con una ocupación del 65%, entre 3.400 y 3.700 animales. Una de las fortalezas es que además de recibir hacienda de clientes, engordamos hacienda propia proveniente de los campos de recría de la empresa lo que nos asegura un caudal continuo de trabajo.

ZonaCampo: ¿Cómo se realiza el proceso de adaptación y terminación de los animales?
Lara Ritter: Los animales ingresan con un peso promedio de 200 a 250 kilos. Primero se realiza una sanidad de ingreso y luego una dieta de adaptación que dura 14 días, dividida en dos etapas. La primera es más fibrosa y con poco grano, para adaptar el rumen; la segunda incorpora más materia seca. Después, se refuerza la sanidad y el animal pasa a la dieta de terminación. En unos 80 días, dependiendo del clima y del tipo de animal, estamos sacando novillos entre 350 y 380 kilos para consumo y cuando hacemos cuota 481 vendemos cerca de los 500 kg promedio.

ZonaCampo: ¿Cuáles son los principales factores que garantizan buenos resultados?
Lara Ritter: El control permanente, la calidad del alimento y el bienestar animal. En San José del Oeste buscamos eficiencia, pero sin descuidar el confort del ganado. Cada lote tiene seguimiento diario y los ajustes se hacen en función de la respuesta de los animales. Tenemos un  permanente contacto con nuestro nutricionista (Juan Courdert) y contamos con la fortaleza de tener un veterinario como gerente del campo (Martin Gonzalez) lo que nos asegura estar con toda la atención ante cualquier situación que se salga del proceso.

“El clima no nos frena: el trabajo en equipo es lo que sostiene el día a día”
Edgar Quintana (Capataz del Feedlot)

ZonaCampo: ¿Cómo es la rutina diaria de trabajo en el feedlot?
Edgar Quintana: Somos diez personas entre tractoristas y personal de a caballo. Arrancamos temprano, a las seis de la mañana, y hacemos recorridas, vacunación, sanidad y control de los corrales. A la tarde seguimos de tres a siete. Llueva o truene, el trabajo no se detiene, porque los animales requieren atención constante y nuestra meta es la conformidad del cliente en tiempos y calidad de gordura.

ZonaCampo: ¿Qué destacás del grupo y del acompañamiento de la empresa?
Lara Ritter: El grupo es excelente y la empresa nos acompaña mucho. Hay un compromiso fuerte con la capacitación y el bienestar del personal. Yo soy de Misiones, de una familia yerbatera, y venir a esta zona me permitió desarrollarme profesionalmente. Acá está el potencial de la ganadería argentina y es un orgullo formar parte.