En el marco de un ensayo que llevan en conjunto la firma Camio S.A., las AER INTA Olavarría y Benito Juárez y la Escuela de Educación Secundaria Agraria Nro. 1 de Benito Juarez Cayetano Zibecchi, dialogamos con el Ing. Agr. Darío Colombatto. La iniciativa profundiza el trabajo iniciado en “La Ganadería que Viene” y prueba nuevas estrategias de autoconsumo con limitadores y comederos inteligentes para lograr sistemas simples, eficientes y sostenibles.
Lograr recrías pastoriles con suplementación de manera simple y eficiente, aumentando la carga, mejorando el balance nutricional, maximizando la producción de kilos por hectárea y, claro está, manteniendo los costos a raya. De paso, brindar un marco teórico práctico a futuros egresados de una escuela secundaria agraria, que contribuya a su formación educativa.
Nada menos, nada más. Esos son los objetivos centrales de un ensayo En torno a esto gira el ensayo que llevan en conjunto la firma Camio S.A., las AER INTA Olavarría y Benito Juárez y la Escuela de Educación Secundaria Agraria Nro. 1 de Benito Juarez Cayetano Zibecchi, utilizando el alimento balanceado EasyLot con una formulación que limita el autoconsumo en silos comederos.
El trabajo, que comenzó hace algunas semanas, viene desarrollándose con éxito en condiciones reales desafiantes como las que plantea un año tan complicado como el actual, y los avances fuero presentados el por el Ing. Agr. Darío Colombatto el miércoles 26 en el campo de la Escuela, Colonia Zibecchi, ante una gran concurrencia integrada por docentes, alumnos, productores y técnicos.
El proyecto cuenta entre sus particularidades la utilización de un comedero inteligente desarrollado por INTA y Hook, capaz de registrar el consumo individual de cada ternero, y en paralelo, un silo de autoconsumo tan estándar como el que puede haber en cualquier establecimiento ganadero.
La escuela aporta lo esencial: el espacio, los alumnos, el seguimiento diario y una motivación genuina por aprender en campo.
“El valor de esto es que los chicos viven una experiencia real, donde cada dato importa. No es un ejercicio aislado: es ganadería de verdad”, reconoce el director del establecimiento, Julián Draghi.
Colombatto: por qué importa medir y qué se está buscando
Colombatto planteó, desde el inicio, algo que atraviesa todo el ensayo: “La recría a pasto es eficiente cuando sabemos exactamente qué pasa dentro del corral. Y eso solo se logra midiendo consumo y ganancia de peso de cada animal.”
La tecnología del comedero permite ese nivel de precisión. Según explica, el objetivo del ensayo es validar ajustes sobre el alimento EasyLot CONTROL, dentro de un esquema de autoconsumo que mantenga la simplicidad operativa, pero sin perder control.
“El desafío técnico es encontrar el punto donde el animal aprovecha mejor el pasto y, al mismo tiempo, gana lo que necesitamos con un aporte suplementario que sea eficiente y económico. El control individual nos permite ver ese equilibrio con claridad.”
Para Colombatto, estos sistemas permiten salir de “la ganadería de supuestos” y pasar a una gestión con evidencia:
“Cuando uno trabaja con recrías pastoriles, los desbalances de proteína y energía de los verdeos son una realidad. La suplementación no es solo agregar kilos: es corregir esas fallas del pasto y hacerlo con precisión.”
Lo que vuelve único al ensayo: aprender midiendo
Más allá de la tecnología, Colombatto subraya un aspecto que valora especialmente: que el ensayo se haga en una escuela.
“Es fundamental que los futuros técnicos vean cómo se generan datos confiables y cómo se interpreta esa información. Ellos van a ser quienes tomen decisiones en los próximos años. Si entienden esto hoy, la ganadería cambia”, afirma.
Los alumnos realizan mediciones de pasto, registran pesos, controlan la carga y monitorean el comportamiento en el comedero. No observan: participan.
En ese punto coincide Miguel Camio, responsable de la empresa familiar: “Esto no es un ensayo exhibición. Es trabajo real, con animales reales y decisiones que después se vuelcan a nuestros productos y a los productores de la zona.”
Un proyecto que sigue una línea de trabajo
Aunque independiente, este ensayo se inscribe en la línea de investigación aplicada que Camio S.A. viene desarrollando —como la experiencia presentada en “La Ganadería que Viene” en Olavarría—, donde se compararon tres estrategias de alimentación con mediciones estrictas de consumo y conversión.
Aquella vez los datos sorprendieron. Ahora, el objetivo es profundizar, pero con un plus: incorporar la mirada científica de Colombatto y el componente educativo de una escuela agraria.
INTA y el aporte al desarrollo local
El INTA no solo provee tecnología: acompaña el diseño experimental, el control de pesajes y el procesamiento de la información. La articulación público–privada–educativa es, para Colombatto, un elemento clave: “Cuando las instituciones trabajan juntas, el aprendizaje se multiplica. Lo que vean estos chicos hoy, lo van a aplicar mañana en los campos de la región.”
Lo que viene
El ensayo tendrá 60 días de duración. Se evaluarán consumos, ganancias diarias, eficiencia y respuesta al esquema de autoconsumo con control individual. Los resultados se compartirán con la comunidad educativa y productiva, y servirán para ajustar formulaciones y recomendaciones comerciales.
Para Colombatto, el beneficio va más allá de los kilos logrados: “El verdadero valor es que los productores puedan tomar decisiones con datos, y que los jóvenes se formen con una mirada moderna de la nutrición. Eso es lo que le cambia el techo a la ganadería argentina.”