Buenos Aires endurece su política contra especies invasoras: luz verde para la caza plaguicida del jabalí

La provincia reglamentó una nueva etapa del plan de control sobre el jabalí europeo, que ya se expandió por gran parte del territorio bonaerense. Se implementará una estrategia interinstitucional con monitoreo, permisos oficiales y control sanitario.

El Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires activó un plan integral para contener el avance del jabalí europeo (Sus scrofa), una de las especies exóticas invasoras que más impacto generan sobre la biodiversidad y la producción agropecuaria.

La Disposición N° 313/2025 autoriza la caza plaguicida en todo el territorio bonaerense, con excepciones puntuales en áreas protegidas y zonas urbanas. La medida apunta a frenar una expansión que desde hace años preocupa a productores, técnicos y ambientalistas, pero esta vez con una estructura más robusta: manual operativo, permisos obligatorios, controles en el transporte y comercialización de piezas, y la creación de un Comité de Gestión que integrará a distintos niveles del Estado y al sector privado.

“No se trata de habilitar una caza deportiva, sino de una herramienta sanitaria y productiva”, destacaron desde el área de Fiscalización. El objetivo es reducir la población de jabalíes en áreas críticas, donde ya se registran daños en cultivos, ataques a ganado menor, accidentes viales y riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas.

En paralelo, se avanzará en el registro y habilitación de cazadores, con lineamientos en bioseguridad y bienestar animal. Las piezas podrán ser comercializadas en condiciones seguras, pero se prohíbe expresamente dejar restos en el campo.

El jabalí europeo fue introducido hace más de un siglo como especie cinegética y hoy se estima que habita más de 10 millones de hectáreas en el país, con presencia creciente en el sur bonaerense, el centro y parte del Delta. La Pampa, Entre Ríos y Santa Fe también enfrentan situaciones similares y ya implementaron medidas de control.

En Buenos Aires, experiencias anteriores en distritos como Patagones, Azul o Mar Chiquita sirvieron como base para esta nueva etapa. Pero el enfoque actual apunta a la masividad, con participación activa de los municipios, que podrán delimitar zonas de exclusión dentro de su jurisdicción.

El avance del jabalí no solo representa una amenaza ambiental. También pone en jaque la seguridad sanitaria, con posibles brotes de enfermedades como triquinosis, leptospirosis o tuberculosis bovina. Por eso, las autoridades insisten en que la caza plaguicida es solo una parte de un abordaje más amplio, que requerirá monitoreo, evaluación constante y articulación con las comunidades rurales.

 

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