Por josé Gamondi on Miércoles, 02 Octubre 2024
Categoría: Ganadería

Continúa la faena sostenida de hembras: ¿Qué pasará con la producción de terneros en 2025?

 El aumento en la faena de hembras y la baja reposición de vaquillonas generan incertidumbre sobre el futuro de la producción ganadera, poniendo en riesgo la zafra de terneros del próximo año.

El panorama ganadero argentino enfrenta un desafío importante para los próximos años. A pesar de la estabilidad aparente en la producción de carne durante el último cuatrimestre de 2024, hay un factor que inquieta a los productores: la faena ininterrumpida de hembras, una tendencia que podría afectar directamente la producción de terneros para 2025.


Los números del mercado indican que entre enero y septiembre de este año, la industria frigorífica procesó 10,2 millones de cabezas. Se espera que para finales de 2024, ese número ascienda a 13,5 millones, según datos del Rosgan. Hasta ahí, todo parecería estar bajo control. Sin embargo, el porcentaje de hembras faenadas, especialmente vacas y vaquillonas, está alcanzando niveles preocupantes.

Según el informe del Rosgan, la tasa de extracción de vacas alcanzó el 8,4% sobre un stock de 22,4 millones de animales, el segundo nivel más alto de los últimos quince años. A esto se suma la faena de vaquillonas, lo que deja en evidencia que la retención de vientres no se está dando como se esperaba.

 Este escenario no solo despierta dudas sobre la próxima zafra de terneros, sino que también pone en cuestión la sostenibilidad del rodeo reproductivo. La "fábrica de terneros", como se suele denominar a las hembras en producción, podría estar experimentando una merma en su capacidad de generar nuevos animales.


El problema es que, en un contexto donde la oferta de animales jóvenes es incierta y los precios del ganado tienden a subir, la demanda del mercado y la capacidad de los consumidores juegan un rol crucial. Los frigoríficos, que este año proyectan faenar 2,7 millones de vacas y 3,8 millones de vaquillonas, podrían estar agotando una parte clave del stock necesario para asegurar la producción futura.

Este panorama deja en el aire una pregunta central para el sector ganadero: ¿qué sucederá con la oferta de terneros en 2025? Mientras tanto, la industria mira con preocupación cómo el balance entre faena y reposición sigue mostrando un desequilibrio que, de no corregirse, podría tener consecuencias a largo plazo en la producción nacional.

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