Lo afirman desde Olacer, empresa que se dedica a producirla en nuestra zona hace 14 años.
En diálogo con ZONA CAMPO, Carlos Blando, responsable administrativo de la firma, nos cuenta que la empresa se dedica a hacer cebada cervecera hace aproximadamente 14 años.
En un comienzo se sembraron 300 hectáreas y se ha llegado hasta las 1.000, aunque en el 2017 se hicieron sólo 350 hectáreas principalmente por el tema climático.
La empresa se dedica en cuanto a la cebada, exclusivamente a cebada cervecera, lo que surgió en principio por un pedido de Maltería Quilmes, que en ese momento era Maltería Pampa y actualmente se fusionó todo en AmBev ,una empresa brasilera que maneja todo el sistema. La empresa provee la semilla, y la cobran cuando se realiza la cosecha, de acuerdo a la variedad de la semilla es la calidad de la cebada .
Ante la consulta de porque Maltería Quilmes elige Olavarría, Carlos nos comenta que «la empresa abarca la zona de Tres arroyos, Coronel Suarez, Puán y Pigué, pero tuvieron el inconveniente de que la cebada tenía baja proteína en esa zona. Luego se hizo la prueba en nuestros campos y se obtuvieron buenos resultados, por eso se continuó».
La cebada cervecera es un cultivo que depende y está impulsado activamente por la industria de la malta o malterías. Estás empresas como AmBev en este caso, reciben todo lo que se produce por contrato y se cosecha con calidad apta para malterías. Las partidas o lotes de cebada cervecera que no cumplen con las condiciones de calidad para la fabricación de la malta, principalmente en cuanto a la proteína, se destinan a exportación con la modalidad de cebada en grano, destinada a forraje, pero en realidad es semilla de cebada cervecera. Carlos nos aclara que » la cebada forrajera es más rústica, es otro tipo de semilla y no requiere los cuidados de la cervecera, ya que no es tan importante la calidad de la misma».
En cuanto al rinde, nos cuenta Blando que «este año hubo un buen rinde , entre 4500 y 5000 kilos y la proteína estuvo justa, entre 9,5 y 10 teniendo en cuenta que se requiere valores superiores a 9,5 para que sea apta, pero años anteriores llegamos a 11 y 12. El problema fue que luego de sembrar y fertilizar vino la época de lluvias y se lavo el suelo, por eso no dio la proteína. La empresa Olacel trabaja en campos arrendados y la idea de la cebada surge porque realizada en fecha se cosecha a principio de diciembre, lo que permite hacer después una soja pràcticamente de primera, por eso se continuó con esta sembrado. Igualmente cada año, hay que negociar y consensuar el tema de los precios, ya que al tener contrato con una sola empresa,no se puede vender por fuera, el contrato es exclusivo».
En este año 2018, informa el representante de la firma, «se verán las condiciones y los lotes que tengamos para decidir que sembrar. El maíz viene bien, esta en $2800 y $2900 por tonelada porque recién empezó la cosecha en el norte, después naturalmente cuando empieza la cosecha fuerte cae. Pero a buen rinde, es más rentable hoy una hectárea de maiíz que todo lo demás».