Habitualmente asociada a la aplicación de agroquímicos, las posibilidades que brinda en la práctica van mucho más allá, especialmente en lo que hace a la siembra aérea
Miguel Viñuales (ZonaCampo)
Ponerse a conversar con Raúl Monferrer le deja a uno la sensación que, por su voz, hablan tres generaciones vinculadas a la aviación y la aplicación de agroinsumos. La suya, la que lo precedió, y la que le sigue.
Nacido en Villa Angela, Chaco, su padre fue pionero en el norte al montar la primera empresa de aviación agrícola, y su tío fue un destacado piloto en la misma. Sus primos también trabajan en esta actividad. Cuando Monferrer decide establecer su propia empresa Aviación Agrícola Argentina S.A., lo hace radicándose en Benito Juárez y cuenta actualmente en su equipo de trabajo a su hermano como piloto, y a sus hijos Gabriel y Sonia, en lo que hace a lo organizativo y apoyo. También trabajan con Monferrer su yerno y dos empleados más junto a la pareja de uno de ellos, por lo cual el espíritu familiar se replicó en su empresa, al igual que sucedió en la de su padre.
Si bien tradicionalmente se asocia la aviación agrícola a la aplicación de agroquímicos para control de malezas o plagas, o combate de incendios, el avance tecnológico ha diversificado las opciones disponibles incluyendo una que cada vez cuenta con más aceptación entre los productores: la siembra aérea, especialmente de especies forrajeras.
ZonaCampo: Podría decirse, sin temor a exagerar, que se crió entre aviones…
Raúl Monferrer: Desde muy chico aprendí esta profesión, tengo una herencia de aplicadores. Mi padre fundó en los 60 la primera empresa del norte, así que para mi familia es una tradición. Hoy estamos establecidos en Juárez pero trabajamos en toda la zona de influencia, incluyendo Olavarría que es un fuerte nuestro, también Azul, Balcarce,Tandil. Hemos trabajado en el norte en combate de incendios.
ZonaCampo: ¿Qué áreas cubre la aviación agrícola?
Raúl Monferrer: Hay muchas, nosotros tenemos fundamentalmente dos pilares, por un lado la aplicación de líquidos como insecticidas, herbicidas y fungicidas, y por el otro, la siembra aérea, de lo que somos precursores en la zona, hace más de quince años que venimos haciéndolo, con un caudal de clientes muy importante.
ZonaCampo: En las charlas de productores, cada vez más se habla del tema, sobre todo en los ganaderos…
Raúl Monferrer: Nosotros trabajamos mancomunadamente con ellos, porque es un sistema que permite trabajar sobre lotes de sorgo o de maíz, que en febrero o marzo todavía están bien verdes, le sembramos al voleo con el avión avena, raigrás, avena con vicia, melilotus, diferentes tipos de pastura que avanzan con una cobertura del terreno porque tras la cosecha del cultivo la pastura tiene unos 15 o 20 cm de altura, y a la hora del primer pastoreo el provecho que se le saca es muy importante.
ZonaCampo: ¿Qué equipos tiene en la flota?
Raúl Monferrer: Actualmente contamos con dos aviones específicos, un Ayres de 600 HP, lo cual es un capacidad muy importante, y un Cesna de 300 HP, con los cuales realizamos la aplicación e líquidos o sólidos, a veces incluso fertilizante. Gracias a Dios, año a año vamos creciendo en demanda y cantidad de hectáreas, en especial para siembra. Esto nos permite mantenernos actualizados, contamos con la última tecnología disponible en los aviones, y mantenemos permanentemente capacitado a nuestro personal.
Aviación Agrícola Argentina es una empresa de espíritu familiar, como fue la del padre de Raúl Monferrer. El equipo está compuesto por sus hijos, su hermano, su yerno, y varias personas más a las que considera parte de su familia
ZonaCampo: Cuando realizaron la campaña de tucura, la gente de la municipalidad nos mostró los mapas de trazabilidad en tiempo real…
Raúl Monferrer: Los aviones no solo cuentan con banderillero satelital, que es un estándar hoy, sino que además tienen un sistema de datos donde el productor puede seguir on line todo lo que están haciendo, donde está aplicando, cuantos litros está tirando, la franja que se está usando. Es un servicio que incorporamos para brindar transparencia al productor, ya que un avión no deja rastros como un equipo terrestre. De esta manera aseguramos al productor el trabajo que contrató.
ZonaCampo: Hace algunas semanas, publicamos el caso de una cosechadora que se incendió trabajando, y lamentablemente hecho de ese tipo se ven todos los años. ¿Estos aviones pueden funcionar como hidrantes, también?
Raúl Monferrer: Esa es otra gran área de la aviación agrícola, en su momento hemos hecho cursos y trabajado con nuestra empresa en la zona norte, en la provincia de Misiones. La función del avión hidrante es ayudar a los bomberos, normalmente no se apaga un incendio con un avión, sino que se colabora enfriando la zona para que ellos puedan trabajar. Nos han convocado en zonas de cerros, como Azucena, Vela, algunos campos de Benito Juárez.
ZonaCampo: Volviendo al tema de la siembra aérea ¿Cómo son los números y los resultados en relación a la terrestre?
Raúl Monferrer: La ventaja fundamental es la fecha, ya que podemos estar sembrando en una época en que el cultivo, ya que se trate de maíces, sorgos, girasoles, está implantado, y podemos sembrar sin dañarlo, y la semilla sembrada está en condiciones de germinar. Estamos hablando de febrero o marzo, la fecha en que se siembran las pasturas, por lo cual es el momento óptimo. En cuanto a los costos, son variables, puede rondar entre los 25 y 45 dólares la hectárea, dependiendo de la semilla que utilice, los kilos que se echen, y sobre todo, la distancia de una pista al lote que hay que sembrar, porque el avión tiene que ir y volver constantemente para recargar. En vista a la demanda creciente que tenemos año a año, considero que los productores hacen sus números y la relación costo resultado les parece adecuada, porque siempre nos dicen que quedan conformes.
Aviación Agrícola Argentina S.A. - Raúl Monferrer
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