Por josé Gamondi on Jueves, 18 Abril 2019
Categoría: Caminos rurales

La tecnología que podría poner fin al problema de los caminos rurales

Se trata de un sistema de pavimentación 60% más barato que el asfalto y con una durabilidad estimada en 30 años

El estado de los caminos rurales es, desde hace décadas, un problema casi sin solución. En todo el país, el reclamo es similar. En condiciones normales de clima, los caminos ya no son los ideales. Pero la cosa puede ser peor, porque la lluvia decidirá si es posible sacar la producción del campo, ir a la escuela o llegar a la guardia de un hospital.



¿Cuál es la novedad? Una emulsión a base de polímeros. Es un sistema de pavimentación probado en el mundo, que no sólo crea una costra superficial sino que penetra profundamente en el suelo y los materiales con los que ya se haya mejorado el camino para crear un sistema entrelazado, construyendo una sub-base que "nunca se rompe", explica la licenciada Edith Pacilly, CEO de Mc Farland Group. El pavimento, llamado Landock, dura unos treinta años, no se agrieta por tránsito mayor al peso, y puede generar mínimos baches recién después del quinto año de instalado.



La novedad cuesta entre 50 y 70% menos que asfaltar el camino. Sobre todo, ahorra tiempo, ya que podría hacer 1,5 kilómetros diarios solo con un regador, un tractor y un compactador (el sistema tradicional requiere dos semanas para ese trayecto), y podría extenderse hasta 4 km por día incorporando un reclamer. A las seis horas de haberse compactado está en condiciones de transitarse. Ahora, llega a Argentina con una prueba piloto en Pilar (Buenos Aires) que resultó tal como esperaban.

Más allá de volverse una alternativa estratégica para la transformación de los caminos, permite -por ejemplo- compactar los pisos de tierra de una casa de campo y que quede prácticamente igual que si tuviese cemento, evitando la llegada de algunas enfermedades y otras problemáticas. También se usa para los tambos: previene que las vacas pisen el barro y les traiga problemas en las pezuñas; con esta solución, cuando la vaca incrusta, queda una superficie similar a una arena impermeabilizada. Esa versión del producto funciona desde hace tiempo en Nueva Zelanda, uno de los principales productores de leche del mundo, donde crece su uso.


Con la tecnología disponible, el interrogante es quién invierte. Según la Sociedad Rural, las tasas viales que pagan los productores aumentaron 90% en el último año. Sin embargo, el Estado sigue sin poder resolver este problema. Cittadini asegura que las entidades están dispuestas a poner su parte para sumar innovación y seguridad, pero se pregunta si el Estado pondrá la base necesaria para poder aplicarla, y resolver una de las cuestiones que -según la Bolsa de Comercio de Rosario- se vuelve casi el único de los puntos débiles que podría tener esta cosecha récord de granos gruesos. 

Fuente: Agritotal

Dejar comentarios