Así lo aseguró Roberto De Ruyver –especialista en agrometeorología del INTA– quien confirmó que sigue vigente el evento Niño leve hasta el otoño
Si bien la alta variabilidad climática es una constante en los pronósticos y estimaciones, los veranos suelen ser protagonistas de los procesos convectivos más severos con ocurrencia de tormentas intensas. Los especialistas coinciden que, aún en años con eventos Niña, que implican lluvias por debajo de lo normal, pueden suceder eventos extremos de precipitación.
De acuerdo con Roberto De Ruyver –especialista en agrometeorología del INTA Castelar–, "las lluvias intensas son propias de la naturaleza y de la inestabilidad del verano", por lo que recomendó "estar siempre preparado para la ocurrencia de estos eventos extremos en el corto periodo de tiempo porque son una posibilidad, aún en años Niña con estimaciones de escasas precipitaciones".
En este punto, confirmó que sigue vigente el Niño en una fase débil. "Es un evento que nunca viene como está definido en los libros y siempre tiene su particularidad porque nunca se repiten igual", explicó De Ruyver quien confirmó que el evento Niño leve se mantendrá hasta el otoño.
Se trata de un fenómeno climático que, al igual que la Niña, se manifiestan en el verano y, en el otoño, la anomalía en el mar cambia hacia valores neutros. "Aún en aquellos años en los que se observan dos veranos con evento el Niño, el invierno que los separa nunca tiene una señal positiva, sino neutral", detalló el investigador.
Y agregó: "Estadísticamente es más frecuente la ocurrencia de veranos consecutivos con evento el Niña que con el Niño".
Durante el verano ocurren los procesos convectivos más severos con ocurrencia de tormentas intensas.
En cuanto a las temperaturas registradas en lo que va del verano, De Ruyver aseguró que "se presenta entre normal a levemente más frio que años anteriores en los que se solían tener temperaturas por encima de lo normal".
Asimismo, reconoció que, respecto de otros años, hubo irrupciones de aire frío intensas y poco normales para la época con, incluso, heladas en algunas zonas de la provincia de Buenos Aires hasta casi mediados de diciembre. "Estos fenómenos son causados por la variabilidad climática y pueden ser analizados mediante índices globales y la combinación de ellos", puntualizó.
De acuerdo con el especialista, la mayor discrepancia se da cuando se compara estas temperaturas con años anteriores en los que se registraron temperaturas por encima de lo normal.
"Cuando uno mira los mapas medios mensuales de octubre, noviembre y diciembre de 2018 son todos prácticamente normales tanto en máximas como en mínimas, más allá de los cortos períodos de 10 días en cada uno de ellos que mostraron varios momentos de marcadas anomalías frías", indicó.