Los productores ganaderos que habitualmente realizan servicio de otoño en sus rodeos ya están preparando "sus equipos" y en nuestro Ciclo de Charlas Técnicas abordamos el tema con Fernando Luna, Gerente de Diagnóstico de Laboratorio CDV.

El Médico Veterinario Fernando Luna hace más de 20 años trabaja en Laboratorio CDV y actualmente se desempeña en el área de Diagnóstico que es, según sus palabras: "el termómetro de las enfermedades que aparecen en el país. Productores y veterinarios de distintos puntos nos envían sus muestras y nuestra devolución son vacunas para prevenir esas enfermedades endémicas que aparecen en los rodeos".

"A poco tiempo de arrancar los servicios de otoño es importante recordarles a los productores que el control estratégico de las enfermedades reproductivas se basa en la revisación temprana de los toros, haciendo lavaje, aspiración o raspaje del prepucio para el diagnóstico de enfermedades venéreas, donde las más comunes son la Trichomoniasis y Campylobacteriosis, más la vacunación para enfermedades virales como la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR), Leptospirosis y la Diarrea Vírica Bovina (DVB) por ejemplo.", nos cuenta Fernando Luna a modo de introducción.

"La Trichomoniasis y Campylobacteriosis son enfermedades de la reproducción que afectan a todos los rodeos de la Argentina. Hablar de Sanidad es ni más ni menos que tener un "rodeo sano" y tanto veterinarios como productores sabemos bien la merma que se produce cuando enfermedades venéreas se presentan en los rodeos. Por eso es fundamental aplicar un Plan Sanitario y en este caso el productor como eslabón primario de la cadena de producción de alimentos, carne y leche , tiene un rol clave en su aplicación junto a su veterinario de confianza que conoce las enfermedades de la zona productiva en cuestión. El Plan Sanitario no sólo abarca vacunas sino también antiparasitarios internos y externos, vitamínicos minerales y toma de muestras básicas como medir si hay deficiencias de cobre o de zinc, analizar el agua que consumen nuestros animales, seguimiento de cargas parasitarias a través de HPG (huevos de parásitos por gramo de materia fecal) y otros. No sólo con vacunar o sangrar para Brucelosis se logra la sanidad de un rodeo" , aclara el Veterinario.

"Cuando se trata de enfermedades de la reproducción, la responsabilidad de controlarlas es una cadena de varios eslabones. No es solamente del veterinario o del Laboratorio que yo elijo para mandar la muestra. El productor tiene que asegurarse tener en condiciones los alambrados perimetrales y algunos potreros seguros para mantener a los toros cuando no están en servicio. Es un trabajo en conjunto que tienen que llevar entre productores de campos vecinos. Otra pata fundamental es capacitar a la gente que trabaja en los establecimientos que son los que están todos los días con los animales" aconseja Luna.

"Si en un rodeo encontramos estas enfermedades, debemos saber que las bacterias habitan en el prepucio del toro y que se contagia en la monta, es decir que habitan también en el aparato reproductivo de las vacas. Es importante tener claro que pueden prevenirse. ¿Cómo? Para explicarlo vamos a poner un ejemplo simple: Si encerráramos a todos los toros que tenemos en el país, les hacemos un raspaje, eliminamos los positivos y los volvemos a encerrar varias veces y los chequeamos, a la enfermedad le sacamos el hábitat que es el prepucio del toro infectado. Esto quiere decir que trabajando en equipo en nuestros campos, con nuestros vecinos y los veterinarios se pueden controlar y erradicar. Aunque seguramente lo sepa, es importante recordarle al productor que cada 100 vacas que voy a entorar si tengo alguna de estas enfermedades puedo preñar de un 40 a 60 de ellas, entonces está arrancando el partido perdiendo 30 a 40 terneros y trasladado a lo que vale un ternero hoy vemos que es muy importante cada preñez lograda" analiza el Gerente de Diagnóstico de CDV.

"Estas enfermedades de transmisión sexual se contagian a través de la monta, donde toros infectados contagian a vacas sanas o viceversa. Es importante saber que si el toro está enfermo, no nos damos cuenta porque monta sin ningún problema y no presenta ningún síntoma visible. El hombre de campo se va a dar cuenta de la posible presencia de algunas de estas enfermedades si en un servicio estacionado de 3 meses, los toros siguen activos en el último mes cuando no deberían estar montando porque las vacas ya tendrían que estar casi todas preñadas. Si esto sucede es porque la vaca puede estar infectada con alguna de estas bacterias, quedó preñada pero pierde el embrión y vuelve a entrar en celo" describe el profesional.

"Cómo decíamos anteriormente es muy importante capacitar al recorredor porque en esta época de servicios tiene que observar detenidamente la presencia en las vacas de un flujo colgando de la vulva, apenas sanguinolento. Es el único signo que vamos a tener de la presencia de un aborto en ese momento" recomienda Luna.

"Otro eslabón de esa cadena de responsabilidades podemos ponerlo en el Estado, porque de la misma manera que el SENASA ha geolocalizado los predios positivos a Brucelosis se podría localizar los rodeos con enfermedades venéreas y en cada distrito del país se podría trabajar más eficientemente en conjunto para evitar pérdidas reproductivas" concluye el especialista.

"Un eslabón más del control de estas enfermedades es la vacunación. Luego de la revisación clínica y sanitaria de los toros con un intervalo entre raspajes de 10 a 15 días, también puede aplicarse una vacuna para producir anticuerpos y mejorar el nivel inmunitario del rodeo. Vacunando cada 6 meses contra estas enfermedades vamos a lograr una inmunidad poblacional y por ejemplo si tenemos un brote de Leptospirosis en vez de abortar 30 de cada 100 vacas si el rodeo está vacunado ese número baja considerablemente. Muchas veces le hacemos esta cuenta al productor. En un rodeo de 1000 vacas, teniendo en cuenta que una vacuna reproductiva sale 100 pesos. Hagamos un ejemplo de un establecimiento de 1000 animales que pasa a utilizar una vacuna reproductiva. Aumentando solamente un 1% el destete (de 1000 vacas son 10 terneros), que en el día de hoy el ternero vale 70.000 $, producimos 700.000 $ más. O sea que, aumentando sólo un 1% e invirtió en la vacuna 100.000 pesos o 200.000 "si damos doble dosis" afirma Fernando, pagamos la inversión con 3 terneros y los 7 restantes, se transforman automáticamente en ganancias" afirma Fernando.

"A nivel país lamentablemente seguimos con un 15-20% de establecimientos positivos a enfermedades venéreas, quiere decir que cada 100 campos que remiten muestras al Laboratorio más de 15 tienen animales enfermos de Trichomoniasis o de Campylobacteriosis, y en algunas oportunidades encontramos toros positivos a las dos enfermedades.En ese aspecto es importante que debemos hacer 2 a 3 raspajes consecutivos. Con un solo raspado no podemos diagnosticar estas enfermedades venéreas. En un campo sin antecedentes podemos hacer 2 raspados consecutivos con diferencia de 15 días para establecer que la torada es negativa, pero si tenemos antecedentes debemos hacer 3 raspados consecutivos negativos" aclara Luna.

"Por todo esto, desde mi óptica, el toro es el protagonista principal, el atleta que tiene que estar en condiciones para preñar la mayor cantidad de vacas en el menor tiempo posible para que el productor tenga un ternero por vaca por año, que es en definitiva el objetivo de la cría y es una decisión inteligente controlar su sanidad. Haciendo un trabajo en conjunto entre todos los eslabones que mencionamos podemos levantar la vara y salir de este magro 63-65% de destete nacional, pero hay que saber que es entre todos" concluye el Gerente de Diagnóstico del Laboratorio CDV.

​Sergio Comai para ZonaCampo