INTA Balcarce y la UNMdP presentaron nuevas infografías sobre la tasa de crecimiento de tres especies forrajeras en 10 partidos, en base a modelos informáticos.
"El régimen de precipitaciones no se correspondía con la suma de las expectativas, ante lo cual cierto medio virtual de agronoticias encontraba complicaciones a la hora de elaborar nuevos titulares. Vulgo: las lluvias se hacían rogar y ZonaCampo.com.ar ya no sabía qué titulo poner a estos informes", diría el inolvidable Fernando Siro representando al Dr. Bedoya Campos.
Lo cierto es que las lluvias nos traen un respiro a todos, periodistas y productores, y sobre todo a las forrajeras que estaban esperando expresar su potencial, esperemos que los destrozos por viento y granizo no opaquen las buenas noticias. Esperemos de una vez por todas poder escuchar crecer el pasto en lo que va del año.
Publicamos en esta ocasión las tasas estimadas y pronosticadas para el ciclo próximo, correspondientes a las semanas que concluyeron el 6-10 y el 13-10. Comparando la información, puede apreciarse que días largos y temperaturas primaverales resultan benéficos, pero la falta de precipitaciones termina condicionando y truncando las previsiones.
Estas infografías son elaboradas en conjunto por EEA INTA Balcarce y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Mar del Plata, sobre la tasa de crecimiento promedio estimado de alfalfa, festuca y raigrás anual .
El área de influencia del trabajo abarca 10 partidos en total, incluyendo Olavarría, General Lamadrid, Laprida, Benito Juárez, Tandil, Necochea, Lobería, Balcarce, General Alvarado y General Pueyrredón, y las estimaciones son semanales, expresadas en kilogramos de materia seca por hectárea y por día. Los informes incorporan también una estimación de los requerimientos diarios por categoría, a fin de hacer una comparación de la oferta estimada y la demanda, lo cual permite regular la carga animal.
Para elaborar la información, los modelos tienen en cuenta aspectos como tipo de suelo, capacidad de almacenaje de agua, profundidad de tosca, por un lado, y por otro, factores de tipo climático como la radiación incidente, precipitaciones y fundamentalmente la temperatura.