La ausencia momentánea de Brasil en el negocio exportador y el brote de peste porcina impulsaron las ventas pero los valores siguen a la baja
A diferencia de otros años, en el primer bimestre de 2023 China intensificó sus compras de carne vacuna a nuestro país. De acuerdo a las últimas proyecciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el gigante asiático importaría 3,5 millones de toneladas durante este año, cifra que representa un récord histórico para ese país.
Según estimó el mercado ganadero de Rosario (Rosgan) en su informe semanal, en enero y febrero los chinos compraron a razón de 55.000 toneladas mensuales, un 22% más en relación al mismo período de 2022.
"Claramente, las necesidades de abastecimiento de carne vacuna por parte de China son crecientes", destacaron desde el Rosgan
Este año, tras la finalización de las restricciones impuestas por su política de "Covid cero" –en diciembre del año pasado- los indicadores tanto de circulación de personas como los de reactivación económica comenzaron a mostrar una tendencia alcista.
"Sin embargo, esta impresionante circulación de personas y alimentos frescos que se produjo durante este tiempo también trajo aparejado el despertar de la aun latente Peste Porcina Africana (PPA)", analizaron.
Por el momento, no se conoce el alcance exacto de este problema, pero el Rosgan afirmó que al menos 18 de las 31 regiones de este país presentaron casos positivos. La escalada no cesa y en un solo un mes se registraron la misma cantidad de todo 2022.
DOS POSIBLES ESCENARIOS
Para el primer bimestre del año, la Administración General de Aduanas china informó que se importaron 423.000 toneladas de carne vacuna, que representa un crecimiento interanual de 37%. Este impulso comprador no se reflejó en una mejora de los precios, que en último mes retrocedió un 18% con respecto al año pasado.
Los analistas del negocio hicieron zoom en dos cuestiones. Por un lado, el regreso de Brasil a las exportaciones -tras el caso de "vaca loca" mantendrá al mercado chino abastecido. Esta situación, sumada a la sobreoferta de carne porcina en el ámbito doméstico, por la PPA, permite avizorar condiciones poco favorables para una recuperación en los valores de la tonelada exportada de carne vacuna.
Pero pensando más en el mediano y largo plazo, con respecto a nuevos brotes de la peste, -sumado al alcance de la liquidación porcina- el gigante asiático podría llegar a sufrir nuevamente un bache de oferta de carne de cerdo. Sobre todo, cuando la demanda mejore en la segunda mitad del año.
Un primer análisis indica que estos brotes de PPA podrían ocasionar una pérdida superior a las 5 millones de toneladas de carne porcina.
Los números del negocio en 2019 ratifican el impulso que representó esa enfermedad para la industria ganadera. En ese año, las compras chinas se incrementaron un 70% con respecto al año previo, con un aumento del 20% en los precios.