Por josé Gamondi on Martes, 26 Diciembre 2017
Categoría: Ganadería

Como generar un novillo de calidad produciendo más kilos.

La publicación del especialista Cristian Luchetti pone en evidencia la importancia del aumento del peso de faena y el rol del productor.

La producción ganadera en Argentina ha experimentado cambios en los últimos años. El Médico Veterinario Cristian Luchetti trata de poner en evidencia en este artículo la importancia del aumento del peso de faena y la importancia del rol que debe asumir el pequeño y mediano productor. Indica que ante todo debe existir un sinceramiento desde el inicio de la cadena cuando nace el ternero hasta la carga de los animales terminados para la faena, donde la importancia de generar calidad, y no solo kilogramos de peso vivo, es una de las dificultades que se están planteando desde hace tiempo como por ejemplo generar un novillo de 450 kg sin que se engrase demasiado. Argumenta que las herramientas están pero siempre parece que el tiempo no alcanza y todo debe ser rápido, sin planificación de objetivos a largo plazo, donde se termina culpando al otro y no se hace una autocrítica interna de cómo mejorar y llegar a una meta fijada con el tiempo.

El artículo se basa en datos oficiales sobre el stock ganadero en el año 2010 (SENASA) que era según el organismo de 48.949.743 cabezas totales, donde los habitantes de nuestro país, según INDEC, fueron de 40.091.359. La faena para ese entonces rondaba según el IPCVA en 14,2 millones cabezas/año y el peso de faena mínimo al pie era según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP, 2010) de 350 kg (99 kg media res), con un consumo por habitante de 57,1 kg/año (IPCVA, 2010).

Qué sucedió en el año 2016? El artículo indica que el stock ganadero cerró ese año con 52.636.778 (SENASA) cabezas totales, donde los habitantes de nuestro país llegaron a ser (INDEC) 43.850.000. La faena rondaba en 11.804.006 cabeza/año según el IPCVA, con una misma ley de peso mínimo de faena; el consumo por habitante se acercó a los 55,8 kg/año (IPCVA, 2016).

Respecto a la participación entre hembras y machos de la faena de esos dos años, informa que arrojaron los siguientes porcentajes; los machos representaron el 54,28% y las hembras el 45,72% (2010) contra el 56,99% y el 43% (2016) según el IPCVA. Se observa una tendencia obvia a la retención de vientres y una apuesta importante hacia el sector.

El especialista indica que estos datos estadísticos sirven para obtener soluciones. "Los datos pueden estar pero hay que procesarlos y luego llegar a conclusiones certeras. En un engorde a corral, como en un campo de cría o recría, los datos productivos integrados en algunos casos existen y se procesan, en otros existen y se pierden en el tiempo, y en otras situaciones no se llevan registros. Y aquí es donde uno debe hacer una autocrítica interna y comenzar a tomar las herramientas que están presentes, más aún en una era donde la tecnología se aplica y avanza, donde las nuevas generaciones quieren formar parte de un proyecto y en base a la apertura de cada empresa esos cambios comienzan a tomar forma, en otras lamentablemente quedan como antes, dentro de la tranquera como una caja de ahorro". Según el SENASA (Sabbioni, 2016) existen 152.901 establecimientos con menos de 251 cabezas, 42.416 con 251 a 1000 cabezas y 10.027 mayores de 1000 cabezas; eso representa en pocentajes un 74,5%, 20,7% y 4,9% respectivamente.

Distribución de Establecimientos Ganaderos por Tamaño - Marzo 2016

El veterinario se pregunta en el artículo qué sucede con las existencias de esos establecimientos en porcentajes: las mismas son de 21,5%, 38,7% y 39,9% respectivamente, concluyendo que está claro que el mediano y pequeño productor debe integrarse y es de suma "urgencia" que comiencen a ser eficientes si deciden continuar prevaleciendo en el negocio de la ganadería a futuro.

A modo de conclusión el autor sostiene que el pequeño y mediano productor puede desarrollar un animal más pesado para generar más kilogramos de carne con una misma unidad productiva (novillo) con niveles de existencias de vientres similares, hay que avanzar en el frame de los animales, en la nutrición, y en el uso de las herramientas para lograr una ganadería de escala en base al asociativismo y la integración; para disminuir los "costos de transacción" y mejorar los niveles de negociación del producto logrado.

Por último aconseja trabajar sobre las problemáticas de las empresas familiares y sus recursos humanos es primordial, como también entender que se deben producir kilogramos de carne con la mayor eficiencia sin dejar de lado la calidad del producto. Insistimos: "la grasa" es un problema de toda la cadena, no de la Industria y la Comercialización solamente; toda la cadena debe ser responsable, asumir "sus obligaciones para poder reclamar sus derechos". La palabra clave para lograr proyectos que perduren y tengan expansión es la "Confianza" para lograrla se debe invertir en asesoramiento integral verdadero, con grupos interdisciplinarios, generando mesas de debate para plantear dudas, generar compromiso, plantear objetivos y lograr planificar hacia donde nos dirigimos.

Puede ver el artículo completo aquí

Fuente: www.engormix.com

Luchetti Cristian Ariel - Médico Veterinario
NUTRICION BOVINA DE CARNE. PRODUCCION PORCINA. VALOR AGREGADO EN CARNE BOVINA Y PORCINA.

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