Fuimos a conocer la Cabaña de la familia Cabado, cuyo establecimiento está ubicado en la zona serrana de Olavarría y que lleva adelante una actividad ganadera enfocada en su totalidad en la raza sintética argentina.
La Mireya es una cabaña caracterizada por el esmero que le pone al trabajo la familia Cabado y la decisión de trabajar al 100% con la raza limangus en la línea de Horacio Cook, a quien no solo consideran un referente sino -a esta altura- un amigo de la casa.
Adrián Cabado está al frente de la explotación familiar con la colaboración cercana de su hermano Eugenio, y reconoce que le costó tiempo llegar a la convicción de que la raza argentina era el camino. "Limangus ya estaba cuando empezamos acá, al principio no muy entusiasmados".
El apoyo del propio Cook y, según nos contaba detrás de cámara, de otro referente como es Fernando Luis para entrar a Proliar, terminó de cerrar una decisión fundamentada en las cualidades de la raza.
"Mucho se ha desmitificado, hay fertilidad, rusticidad. Las definiciones carniceras ya las han dado por todos lados, pero en cuanto a cría, la verdad que es muy satisfactorio", aseguró el productor.
Adrián nos contó también acerca de la actualidad de limangus y la línea de trabajo de La Mireya cuyo foco no está tanto en crecer en cabezas sino en calidad, desarrollando un pedigree propio que sume valor.
El pasado 6 de junio la cabaña participó, por octava ocasión, del remate de otoño de administración Cook, con dos lotes de 10 y 11 vaquillonas PC para entorar, muy parejos y que cosecharon precios promedio de $840.000 y comentarios muy destacados.
"Con la raza estamos muy contentos. No solamente por esta explosión que tuvo, sino por la rusticidad que se ve. Acá comen de todo, hacemos animales a campo y cada vez que vendo animales, llamo a los que se llevaron vaquillonas, sobre todo las de vaquillonas, y la verdad que es muy satisfactorio lo que te devuelven, el feedback, como dicen los americanos", concluyó.