El problema afecta principalmente a terneros y vientres, y se hace más complejo debido a la gran cantidad de vacas afectadas por hipomagnesemia.
Mientras en muchas áreas de la provincia de Buenos Aires y La Pampa el agua tiende a escurrir –en muchos casos a partidos vecinos– y la emergencia hídrica tiende a moderarse, en otras zonas el agua corre muy lentamente o está estancada y la situación sigue igual que hace dos meses.
Si las lluvias de primavera son normales o algo inferiores a la media, puede pasar –en especial en el caso de la Cuenca del Salado– que las vacas de acá al principio del servicio recuperen estado, y la preñez se atrase pero no se vea comprometida significativamente.
Muchos veterinarios que hemos consultado nos dicen que es probable que en el próximo servicio se reduzca la preñez cabeza y aumente la preñez cuerpo y cola. Hay muchas zonas y muchos establecimientos donde el vientre, sea por contar con reservas o por estar muy empastados los potreros no inundados, tienen un estado corporal razonable y no se espera que el servicio se vea afectado.
Todo dependerá de cómo sean las precipitaciones esta primavera. De todas maneras, pareciera que más que el próximo destete 2018 –que seguimos estimando en algo más de 14 millones de terneros– lo que se vería afectada sería la parición 2018, destete 2019.
Estas inundaciones, agregado al significativo aumento registrado en la faena en los últimos meses, permitirá anticipar que a marzo próximo encontraremos el mismo stock ganadero o existencias sólo marginalmente más altas.
Fuente: www.decisionganadera.com.ar