El INTA evaluó la respuesta ante dosis crecientes de nitrógeno bajo las dos formas de aplicación. Los resultados
En el cultivo de trigo la estrategia de fertilización nitrogenada condicionará el rendimiento y el logro de la calidad panadera deseada. En este sentido, el factor de mayor importancia corresponde al correcto ajuste de la dosis de nitrógeno (N) en función de la productividad del ambiente, sin embargo, fuente y forma de aplicación tendrán influencia en la eficiencia de uso del N aplicado.
Ensayo del INTA
El objetivo del trabajo que realizó el INTA fue evaluar la respuesta ante dosis crecientes de N bajo dos formas de aplicación, incorporado y al voleo previo a la siembra de los siguientes aspectos:
- Rendimiento
- Porcentaje de proteína
- Gluten húmedo
- Peso hectolítrico (PH)
El ensayo fue realizado en Ordoñez, provincia de Córdoba, Argentina, durante la campaña 2018-2019. El suelo corresponde a un hapludol típico serie Ordoñez (Oz), de textura franco limosa, perteneciente a la clase de capacidad de uso IIc (Carta de Suelos de la República Argentina, Hoja 3363-16 Justiniano Posse, 1978). El cultivo antecesor fue soja de primera.
Entre las consideraciones finales del informe se destaca que las condiciones ambientales en que se desarrolló este ensayo, la aplicación de urea incorporada en el suelo permitió obtener rendimientos levemente superiores con disponibilidades de N bajas e intermedias.
En tanto, el rendimiento máximo fue similar bajo las dos formas de aplicación, sin embargo, la disponibilidad de N necesaria para obtenerlo resultó menor cuando el fertilizante fue incorporado.
Por último, los porcentajes de proteína resultaron similares entre ambas formas de aplicación, mientras que el gluten húmedo presentó valores levemente superiores con disponibilidades elevadas de N.
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