El Senasa informó que se trata de ejemplares de las localidades de Potrero de Garay y Falda del Carmen, en el departamento de Santa María.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que hay tres bovinos con rabia paresiante en el departamento cordobés de Santa María.
La noticia se confirmó tras realizar estudios en laboratorio de los ejemplares, que pertenecían a establecimientos de las localidades de Potrero de Garay y Falda del Carmen.
Se trata de una de las enfermedades que más afecta a los rodeos ganaderos. Especialistas aseguran que se debe principalmente, a un mal manejo. Infocampo trae todo sobre cómo detectarla y el esquema de vacunación.
Ante esta situación, el Senasa fijó un área de vacunación del ganado bovino, porcino, equino y rumiantes menores en un radio de 10 kilómetros alrededor de los predios afectados. Además, interdictó todos los predios incluidos en ese radio hasta finalizar la vacunación y revacunación según lo estipulado por su Resolución 25/2005.
El organismo recordó que para denunciar casos o sospechas de rabia paresiante habrá que dirigirse a la oficina más cercana, donde agentes responderán consultas y relevarán los refugios de murciélagos hematófagos o vampiros.
LA RABIA PARESIANTE
Es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, a los equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres.
La rabia paresiante es una enfermedad de denuncia obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.
Aunque la dispersión del virus rábico a los tejidos periféricos del bovino no es abundante, el contacto con bovinos rabiosos implica riesgo de contagio para el hombre. Los contactos con bovinos rabiosos ocurren principalmente cuando se intenta medicarlos por vía oral o cuando se piensa que la disfagia que se observa en la mayoría de esos animales es consecuencia de una obstrucción alimentaria del esófago y se intenta la desobstrucción manual. También, cuando se faenan animales rabiosos o que están incubando rabia, y en las prácticas de manejo con esos animales.
Entre los carnívoros domésticos de la Argentina, hasta el momento no se han observado casos producidos por el virus rábico que transmite el vampiro; no obstante, se debe mantener una estrecha vigilancia pues, tanto el perro como el gato, depredan a los vampiros y a otros murciélagos.
Su área endémica abarca la totalidad de las provincias de Misiones, Chaco y Formosa y parte de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Santa Fe y Corrientes.