Uno de los referentes del Frente de Todos afirmó que "el precio del pan no puede estar atado al tipo de cambio y el precio internacional del trigo"
El Diputado Nacional del Frente de Todos, Felipe Solá, compartió su opinió en el programa A Dos Voces sobre las medidas que tendría que tomar el Gobierno en relación al campo.
Consultado sobre si se tendrían que haber aumentado las retenciones luego de la fuerte suba del dólar tras el resultado de las PASO, comentó que se tendría que haber actualizado la alícuota para el complejo soja. En tanto, para el trigo "habría que volver a un sistema que estuvo durante muchos años", señaló en referencia a la Junta Nacional de Granos.
Según explicó, con este sistema "el Gobierno se reserva una cantidad de granos y se la vende a los molineros, pactando así el precio del pan".
"El precio del pan no puede estar atado ni al tipo de cambio ni al precio internacional del trigo", agregó Solá. "Creo que hay que volver a eso", destacó en relación a la Junta de Granos.
Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) destaca que el precio del trigo tiene apenas un 10% de incidencia sobre el precio del pan. El resto corresponde a Impuestos (21%), Mano de Obra (32%), Otros costos y utilidad (37%).
Felipe Solá fue nombrado como posible Jefe de Gabinete en el Gobierno de Alberto Fernández tras el triunfo del candidato opositor en las PASO. Pero el mismo Solá se encargó de alejar estos rumores en una entrevista con diario Perfil: "No creo ser el indicado para jefe de Gabinete de Alberto Fernández, debe ser alguien más joven".
La respuesta no tardó en llegar, y el actual Jefe de Gabinete del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca comentó lo siguiente:
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario explica que la Junta Nacional de Granos se creó en 1956 y "tenia distintas funciones como la de intervenir en el comercio de granos interno y externo, suscribir convenios con estados extranjeros, fijar precios mínimos y actuar como tribunal de alzada en cuestiones que se dirimían ante las cámaras arbitrales".
Según explica el informe, el mayor intervencionismo de la Junta en la comercialización de granos se dio entre 1973 y 1976: "A partir de ese año perdió la mayor parte de sus funciones monopólicas".
Al momento de la disolución (1991) había perdido gran parte de su relevancia y su actividad se reducía en forma casi total a la compra de trigo para los molinos, de girasol en la zona norte del país y operaciones de crédito a través de la Resolución 1825. En tanto, a partir de 1989 se deja libre el registro de exportación de trigo y los molinos tienen que proveerse del cereal en el mercado.
Fuente: Agrofy News - Anfigital (foto de tapa)