Una disposición de SENASA dio plazos para que los establecimientos de remates adecúen sus instalaciones de acuerdo a normas internacionales de sanidad y bienestar animal.. Cuál es la situación en los partidos de Olavarría, Azul y Bolívar.
Una nota de Mariana Reinke en LA NACION de la semana pasada daba cuenta de la difícil situación que están atravesando algunas entidades del interior que no consiguen la habilitación de SENASA para la realización de remates ferias en sus instalaciones.
La normativa del organismo del año 2020 estableció un triple estándar de establecimientos y predios por cuestiones sanidad y bienestar animal, donde según cuál sea el grupo en el que se está, poseían distintos plazos para el reacomodamiento de sus instalaciones, que luego serían habilitados por la Dirección Nacional de Sanidad Animal, que depende del organismo.
Entre los objetivos está el de actualizar y unificar los requisitos para la habilitación/rehabilitación de locales de remates ferias, mercados de hacienda, exposiciones ganaderas y todo otro lugar de concentración de ganado, "teniendo en cuenta las actuales disposiciones internacionales en materia de sanidad y bienestar animal, estableciendo, además, las condiciones para su cumplimiento". Entre las cosas que pide el Senasa está el de alargar dos metros los embarcaderos en forma recta, tener una manga para animales caídos y un corral con agua para la hacienda por ejemplo.
Las ferias de más de mil animales y comercializan el 60% de la hacienda (Grupo 1), debía finalizar la construcción de los embarcaderos antes del 28 de diciembre de 2021; en tanto, los del grupo 2, con remates de más de 500 animales y menos de mil y que tienen el 20% de la hacienda subastada, el plazo se extiende hasta el 30 de junio de este año. Mientras que, los predios dentro del grupo 3, con menos de 500 animales por feria, tienen tiempo para finalizar la construcción de dichos embarcaderos hasta el 28 de diciembre de 2022.
Desde ZonaCampo quisimos conocer puntualmente la situación de las ferias de nuestra región. En el caso de la Sociedad Rural de Azul, dialogamos con Juliana Romat, presidenta de la entidad que al respecto nos manifestó "tenemos la feria habilitada por dos años hasta enero de 2024 luego de cumplir con los nuevos requisitos de SENASA. Teníamos una gran cantidad ya adecuadas pero hicimos una inversión importante para cumplir con las nuevas disposiciones y seguir ofreciendo las mejores instalaciones a las consignatarias del partido como así también a los cabañeros y muestras que nos eligen. Cabe recordar que nuestra feria es de Categoría 1 que significa que podemos recibir hasta 7000 cabezas por vez. Las tareas estuvieron a cargo de la subcomisión de feria liderada por Justo Baigorri y Manuel del Curto que trabajaron muy bien para realizar las mejoras y sortear un poco las trabas burocráticas para llegar a este resultado final"
Recalde es otra feria de la zona donde se están realizando las obras requeridas por SENASA para la habilitación de sus instalaciones para realizar remates ferias categoría 1 (desde 1000 a 7000 cabezas encerradas). En la feria de Recalde se realiza mensualmente un remate de la firma Lartirigoyen & Oromí, cuyo representante y propietario de las instalaciones Guillermo Sorsoli en diálogo con ZonaCampo nos informó sobre algunas de las obras que se están realizando tales como el alargue del cargador, la instalación de una nueva manga, nuevos corrales. lavadero de camiones y la respectiva habilitación municipal del predio feria y la contratación del seguro de responsabilidad civil.
Respecto a la Sociedad Rural de Olavarría, consultamos a Alberto Zulaica que nos informó que la habilitación de sus instalaciones vence en junio y que están realizando las adecuaciones solicitadas por SENASA.
Bastante distinta es la situación de la Sociedad Rural de Bolívar que a pesar de haber presentado hace más de cuatro meses toda la documentación requerida aún no consigue la habilitación y ya debió suspender dos remates con el alto perjuicio que eso acarrea a la entidad pero por sobre todo a los pequeños productores que semana a semana envían sus animales a venderse y al personal transitorio que se contrata para los remates.