Arnaldo Bintana descarta una cuestión especulativa del sector en el aumento del pan y analiza la situación actual y el incierto futuro de la actividad
José Luis Gamondi (ZonaCampo)
La molinería es una industria con particularidades y muy atada a los vaivenes del dólar. En estos días de alta volatibilidad y con aumentos inminentes en el pan ZonaCampo dialogó con Arnaldo Bintana, gerente de Molino Olavarría S.A. para conocer el origen de la formación del precio de la bolsa de harina que compra el panadero. Nuestro entrevistado afirma que en la molinería el traslado a precios de una devaluación no es una cuestión especulativa de los molinos sino muy por el contrario, la situación los afecta particularmente al aumentar los tres componentes principales de la harina (trigo, aditivos y envases) al ritmo desenfrenado del dólar.
Una jugosa charla sobre la coyuntura actual pero con una mirada más amplia sobre las políticas llevadas adelante desde el 2015 y que permitieron duplicar la producción de trigo y la incertidumbre sobre cuáles serán las políticas en ese sentido a partir del 10 de diciembre ante un eventual cambio de gobierno.
ZonaCampo: Algunos medios daban cuenta que esta semana la bolsa de harina ya estaba llegando a las panaderías hasta con un 40% de aumento. ¿Cómo se forma el precio de la harina y cómo afectan los últimos acontecimientos en la economía?
Arnaldo Bintana: En primer lugar, es cierto que lo que paso y está pasando en la economía desde el lunes afecta directa o indirectamente a nuestro sector. Te agradezco la oportunidad de poder aclarar desde nuestro lugar la situación. Me gustaría describir en forma sencilla la conformación del costo de una bolsa de harina. Lo primero que hay que decir es que el trigo tiene un precio internacional en dólares. Ahora tuvimos una devaluación más o menos de $45 a $ 60 por dólar. Estamos hablando más o menos de un 30% de devaluación. Una tonelada de trigo que nosotros pagábamos $9000 de promedio hasta antes de las PASO la pasamos a pagar $11500. Para que el que va a comprar el pan todos los días entienda, nosotros sacamos de una tonelada de trigo 15 bolsas de harina eso significa que con un trigo de $9000 una bolsa, sin impuestos, teníamos un costo de materia prima de $600, o sea $9000 dividido 15 bolsas. Ahora con un trigo de $11500 pasamos a un costo de $770. Además de esto hay que agregar que tenemos tres componentes del costo como son la energía, los aditivos y los envases que están dolarizados. Los aditivos tienen un precio internacional porque son normalmente importados, la energía sube en función de la devaluación y los envases tienen un costo por envase aproximadamente de 43 a 44 centavos de dólar. Ahí tenemos 2 dólares de costos. Es decir que teníamos un costo de $90 y ahora pasamos a $120. De este análisis surge, sin contar nuevas pautas salariales, que del viernes al lunes la bolsa de harina sale $200 más.
ZonaCampo: El panorama no es muy alentador. ¿Hay algo más?
Arnaldo Bintana: Si, tenemos el problema de la tasa de interés y una flotación diaria muy amplia del dólar. En estos en estos rangos el productor de trigo deja de vender trigo en pesos como lo vendía ahora. Más allá que siempre estuvo dolarizado, te daba un plazo de 15 a 20 días para pagar. Eso desapareció. Hoy para comprar trigo y pagarlo a plazos lo vamos a pagar al valor del dólar del día de efectivo pago. Es decir que hoy estamos vendiendo una bolsa harina en pesos hoy teniendo que pagar nuestros insumos en dólares a 30 días sin saber por supuesto con esta volatilidad cuánto va a valer.
ZonaCampo: ¿Y el mercado externo?
Arnaldo Bintana: En la exportación no pasa esto porque la harina tiene un valor internacional en dólares y aunque vendamos a plazo, vamos a cobrar dólares dentro de 30 días cómo pasa actualmente. Es decir, en el mercado externo puedo comprar trigo en dólares y vender harina en dólares Ahora en el mercado interno compro trigo en dólares a plazo, vendo en pesos a plazo y sin saber el valor del dólar dentro de 30 días.
ZonaCampo: ¿Como viene la perspectiva para la fina teniendo en cuenta la falta de agua y que ánimo percibiste estos días en los productores luego de los resultados del domingo?
Arnaldo Bintana: El área sembrada se ha mantenido en las cifras del año anterior. Se tenía una buena perspectiva de volúmen que se vino recuperando desde el 2015. En 2014 se habían producido 12 millones de toneladas y pasamos a producir 20 millones de toneladas con un consumo aproximado casi 6 millones de toneladas en el mercado interno. A pesar de que de esos 20 millones de toneladas sólo se consumen 6, la Argentina tiene un ritmo exportador de 1,5 millones de toneladas mensual lo que hace que llagando a julio-agosto las existencias de trigo y el precio se fortalece por falta de materia prima. Esto viene sucediendo hace 3 años. Entonces, este año vamos a tener, si llueve por supuesto, una cosecha buena en volumen y con precios razonables. Ahora lo que vemos es mucha incertidumbre en los productores y en todos los actores de la cadena por la posible vuelta a una economía cerrada que en poco tiempo podría achicar nuevamente el área sembrada y complicaría otra vez tanto al mercado interno como a las exportaciones.