El Gobierno impulsa una reforma integral en el INTA que incluye despidos, venta de propiedades y mayor participación privada en las investigaciones, generando fuertes críticas y protestas gremiales.
El Gobierno nacional presentó un controvertido plan de modernización para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que incluye despidos, venta de edificios y cambios en la orientación de sus investigaciones. El vocero presidencial, Manuel Adorni, justificó las medidas argumentando que buscan "reencauzar al INTA hacia los objetivos para los que fue creado". Sin embargo, los trabajadores del organismo y representantes gremiales han manifestado su rechazo a la iniciativa.
El plan contempla la venta de propiedades del INTA consideradas subutilizadas, como el edificio de Avenida Cerviño y Ortiz de Campo en Palermo, valuado en 6 millones de dólares. Este inmueble, según Adorni, alberga a apenas 140 empleados en sus 3.100 m². Los fondos obtenidos por estas ventas, prometió el vocero, serán destinados a financiar investigaciones y adquirir equipamiento.
Otro eje central es la reducción de personal. Se anunció el cese de 227 contratos realizados durante la gestión de Alberto Fernández, una medida que se suma a los más de 3.400 ingresos efectuados entre 2007 y 2015, los cuales fueron criticados por Adorni al afirmar que "el INTA dejó de priorizar la productividad agrícola para enfocarse en temas como género, agricultura familiar y comunidades mapuches".
Además, el Gobierno busca aumentar la participación privada en las investigaciones del INTA, con el objetivo de que pase del 10% actual al 30% en 2027.
Respuesta gremial y movilización
Ante este escenario, la Asociación de Profesionales del INTA (APINTA) convocó a una movilización para el jueves 28 de noviembre frente a la sede central del organismo en Buenos Aires, bajo las consignas "No a los despidos" y "No a la privatización del INTA". También se organizarán asambleas en las distintas sedes del instituto como parte de un plan de lucha gremial.
Una votación claveEl Consejo Directivo del INTA, compuesto por representantes del Estado y del sector privado, votará el plan de modernización. Adorni expresó confianza en que las medidas serán aprobadas, destacando que buscan "un INTA funcional a los fines para los que fue creado".
Mientras tanto, el debate sobre el futuro del organismo sigue abierto, enfrentando posturas que oscilan entre quienes ven en las medidas una necesaria reestructuración y quienes alertan sobre el riesgo de desmantelar una institución clave para el agro argentino.