Maríta Bustos vive y trabaja en el campo y además cada año, empujada por la fe y por sus caballos recorre 500 kilómetros hasta Luján
Carolina Doumecq Mujeres Rurales para ZonaCampo
María Eugenia Bustos más conocida como Marita, es nuestra mujer rural de esta nueva edición de "Mujeres rurales separadas por los kilómetros, hermanadas por el arraigo". En esta oportunidad tuvimos la posibilidad de tocar diferentes aspectos de su vida cotidiana a raíz del actual contexto de pandemia, desde el quehacer rural, hasta la peregrinación a caballo hacia Luján, de la cual participa.
Marita, llegó a la peonada luego de que su papá enfermara de neumonía, así fue abriéndose paso en esto que tanto ama y en La Tranquila, su casa y su lugar de trabajo. Con un perfil muy marcado y mucho carácter también pasó por la delegación del pueblo pero le tuvo que decir al mismísimo intendente Ezequiel Galli, que debía hacerse a un lado "voy a renunciar porque esto no me gusta, se lo dije al propio intendente perdoname te quiero decir esto no es lo mío vas a quedar peor si me mando alguna si mando a pasear a alguien, vas a quedar peor, lo sabe todo el equipo de la municipalidad me conoce cómo soy y le dije no".
Frente a la pandemia el quehacer rural no se vio afectado, ella expresó "todo sigue a su ritmo… aunque algunos trámites administrativos se hacen de manera virtual". Aunque sabe que padece una enfermedad que la ubica dentro de los pacientes de riesgo, en la estancia La Tranquila, las cosas se hacen en equipo teniendo los recaudos que la situación amerita, cuidando a los pacientes de riesgo que allí viven y trabajan. Si bien el vivir en el campo no los deja exentos de medidas de cuidado y prevención del COVID-19, en la estancia uno de los pilares es la familia y su cuidado.
Cuando hablamos de Marita, es imposible no decir peregrinación a caballo, bajo el imponente septiembre del cual esperamos un cálido clima para recibir la primavera ella es la única mujer que peregrina hasta Lujan, saliendo desde Laprida. Siendo ella una referente para todas la mujeres que realizan este recorrido religioso desde otros puntos de la provincia.
Cientos de kilómetros que se hacen "de a caballo" a Luján, requieren preparación. Es por esto que Marita agrega que existe una preparación tanto física como la de sus compañeros "en mi caso si, los caballos no los llevo si no están movidos". Así mismo, el ritmo que se tiene en una peregrinación no es el más cómodo y tenemos que estar preparados físicamente porque el mismo tiene muchas repercusiones en el cuerpo, ya que el animal tiene que lograr recorrer entre 45 y 50 km diarios como también aguantar 11 días al igual que sus jinetes.
También nos enteramos, que dentro de esta actividad religiosa muy famosa dentro de la peonada bonaerense, el cuidado del animal es lo más importe. Por ello, se les coloca un herraje específico, "se trata de herrar con más vaso, porque por ejemplo tenes mucho entoscado y las piedras son duras para ellos y tienen que tener más resguardado la parte de los vasos, porque sino se les complica y a nosotros también porque se te enmanca un caballo y tenes que hacer medio viaje". Cómo al caballo se lo cuida en todos los sentidos, Marita nos contaba que también es muy importante el tema del recado a usar, porque no solo tiene que ser cómodo para el jinete sino también para el animal, nuestro compañero, en esta espectacular hazaña gauchesca.
Para quienes no tenemos la oportunidad de poder hacer este hermoso viaje, Marita con sus palabras nos hace viajar con nuestra imaginación, haciéndonos parte, "son viajes largos, duros, es una época del año donde a la mañana te levantas y hace frío que te hiela el cuerpo y a las 10 de la mañana hace un calor que decís, ¿qué hago con toda esta ropa que tengo puesta? hay viento, hay días que ha un viento que te parece que te vas a volar y hay días que está sereno que cuando te queres acordar cae un chaparrón que te mojaste todo, pero el viaje hay que seguirlo". Anécdotas hay muchas y ganas de volver a ese lugar más todavía "si a mi me pregunta, qué es lo que más anhelo, es que mi caballo y yo lleguemos, nada más que eso". La peregrinación a Luján para Marita, es muy importante "es algo increíble, te puedo contar miles de cosas pero vivirlo es único (...) es muy lindo el viaje a Luján, es muy lindo llegar allá con ese grupo de compañeros y en especial poder salir y recorrer 500km con los mismos caballos, es increíble".
Dentro de esta realidad que nos atraviesa, la programación de esta actividad, en medio del aislamiento por COVID-19 es incierta, "todavía no hay nada concreto, pero creo que este año la tendrian que suspender (...) porque es una fecha en la que no hace tanto calor como lo que es que necesitamos para este virus que nos está afectando".