Como si no tuviéramos poco con el dengue, el corona y sigue la lista, ahora se vienen las mega langostas. ¿Corremos riesgo en nuestra zona? La palabra de Raúl Monferrer.
Miguel Viñuales (ZonaCampo)
Esta pobre humanidad de la que formamos parte ya no sabe para qué lado salir corriendo, para qué lado atajarse, porque el sablazo puede venir de cualquier parte. Ahora, los pobres hermanos productores de la zona norte, como si no tuvieran poco, se las tienen que ver con nubes de "dinolangostas", por decirles de alguna manera a semejante variedad del insecto, por su alcance, su voracidad y su tamaño.
Raúl Monferrer pertenece a una familia de aeroaplicadores, siguiendo la herencia de su padre y su tío se dedica a este trabajo desde hace varias décadas y, por su fuera poco, es chaqueño. Si hay alguien para preguntarle sobre esta plaga y que nos dé una visión de conjunto, a quienes hacemos ZonaCampo.com.ar nos pareció que Monferrer es de las personas más indicadas.
"La langosta o tucura quebrachera, que es la que está atacando al norte del país, es una plaga milenaria, pero hace unos cuatro años se volvió a instalar en esa zona. Avanza siempre de este a oeste, dependiendo de las condiciones del viento y se eleva en el aire cuando las temperaturas son cálidas, como está sucediendo ahora. Elevándose, es capaz de recorrer hasta 150 kilómetros en un día, se estima que este mes lleva recorridos unos 1.000 kilómetros", explicó Monferrer a ZonaCampo.
"Normalmente se posa en plantaciones de árboles, no es dañina para los cultivos en la generalidad de los casos, ni para el ser humano. Le dicen quebrachera , es un insecto de 10 o 12 centímetros de largo, y lo habitual es que a la tardecita busca posarse en sectores de arboleda, lógicamente si no encuentra se posa en cualquier lado, pero busca preferentemente árboles", agregó.
Monferrer, nativo del Chaco, vivió en esa provincia hasta los 25 años (hoy tiene 59) y en todo ese tiempo no vio ataques de ese tipo de langosta, aunque de chico escuchó historias de algunos años antes de su nacimiento, de varias mangas de langostas que atacaron de forma masiva toda la zona del norte.
"Esta variedad se traslada en manga, no es similar a la tucura de antenas largas de esta zona, creo que los detalles relativos a las variedades los pueden expresar mejor los técnicos locales, nosotros manejamos con mayor familiaridad lo relativo a aplicaciones. Generalmente se las trata con productos a base de piretrinas, la mayoría derivados de banda verde, y no es fácil controlarlas al 100 por ciento, pero se intenta al menos bajar la población. Es difícil llegar porque, al trasladarse rápido, es difícil llegar y es necesario seguirla, se complica saber con precisión a dónde va a asentarse la manga", remarcó.
"Es poco probable que llegue a la provincia de Buenos Aires, fundamentalmente pensando en las condiciones de temperatura. Normalmente ataca la zona norte y luego pasa a San Luis, Catamarca, La Rioja, y el desove lo hace en una zona seca, habitualmente en el norte o contra la cordillera. En esto último es similar a la que conocemos, hace el desove y después se traslada de este a oeste, y retorna hacia el este", aclaró el empresario.
Según Monferrer, al ser una plaga considerada nacional, se la controla a través de los planes que controla y dirige el SENASA, y los aportes presupuestarios para producto y aplicación son asumidos por este organismo, a diferencia de la tucura de nuestra zona que no es considerada nacional. Por este motivo, es el SENASA quien actualmente lleva adelante el programa de control de la misma.
"Hay una historia muy particular, a raíz de un ataque de esta tucura quebrachera en los últimos años de la década del 20, es que nace la aplicación aérea en Argentina. La primera que se hizo fue en la zona de Rafaela, en aquel momento se aplicaba un sólido que era una especie de sebo, y esta plaga tiene mucho que ver con nuestra actividad familiar. Fue un hito en ese momento, que se puedan combatir las plagas con avión, con se lo sigue haciendo en la actualidad. Es la única manera de combatirlas, por su velocidad y porque se posa en árboles altos", concluyó.
Amigo productor, más allá del espanto que producen los videos que recibimos por las redes sociales, resulta entonces que no es que están los árboles porque no hay más lugar en el suelo o en los maíces y cultivos, sino porque son quebracheras. Por el momento en la zona no parece que vaya a haber riesgo, a pesar de lo que dicen algunos medios no tan de campo, que las tratan como si fueran bichos moros.
Tranquilo entonces con el tema de estas langostas. Más vale estar atentos a los pumas, como el que apareció el otro día en Recalde (de eso le vamos a contar algo en la semana) que nosotros también tenemos nuestras lindas plagas. Diga que por lo menos no vienen en nube, porque ahí si que estaríamos complicados. ¡Buen domingo!