Por josé Gamondi on Lunes, 11 Marzo 2019
Categoría: Provinciales y Nacionales

Recomendaciones de Senasa sobre carbunclo

Tras la aparición de casos en Carlos Casares, el organismo sanitario publicó recomendaciones preventivas en su web oficial  


El viernes pasado, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó en su página web una serie de recomendaciones para evitar el contagio y propagación del carbunclo bacteriano, comunicación que tuvo lugar a raíz de la reciente aparición de casos en el partido de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires.


El carbunclo bacteriano, carbunclo o ántrax es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa, que afecta preferentemente a los rumiantes, aunque es transmisible a otros animales y a las personas. Estas características hacen que no solo se trate de una de las zoonosis más peligrosas, sino que además genera grandes pérdidas económicas al ocasionar la muerte súbita en bovinos, con sangre en los orificios naturales (boca, nariz y ano), en los cuales se encuentra la bacteria que la produce.

Uno de los principales problemas del carbunclo consiste en que, cuando estas bacterias entran en contacto con el oxígeno, forman unas esporas sumamente resistentes a las condiciones climáticas más severas, por lo cual pueden permanecer en el ambiente largos años y la enfermedad vuelve a aparecer cuando se dan las condiciones adecuadas.

El chimango no sabe nada

La gravedad del tema dio lugar a que, hace algunos años y a pesar de no haber casos denunciados en la zona, la Fundación para la Sanidad Ganadera local (Funsaga) organizara una campaña preventiva cuyo eslogan era –más de uno lo recordará- "el chimango no sabe nada de carbunclo". Ello así porque las principales medidas a tomar en caso de un animal muerto con sospecha de carbunclo, consisten en avisar a un profesional veterinario y luego no hacer nada más, ni acercarse, ni quemar al animal, ni moverlo. Que le coma el ojo o no el chimango no cuenta como diagnóstico.

En dicha campaña se recomendaba también que la mejor forma de prevenirlo era a través de la vacunación anual, tal y como lo establece una ley provincial que data del año 1963, pero que no entró en vigor durante décadas hasta que se estableció hace dos o tres años la exigencia de asentar la vacunación en el sistema Sigsa de Senasa. La vacuna contra carbunclo es una de las más baratas y efectivas, y previene muy eficazmente la reaparición de la enfermedad.

Las recomendaciones de Senasa

Debido al surgimiento de casos en Carlos Casares, desde el organismo sanitario nacional el pasado viernes 8 efectuaron las siguientes recomendaciones:

En las personas, según la vía de ingreso de la bacteria al organismo, el carbunclo se manifiesta de distintas formas:

  • Carbunclo dérmico o "grano malo": la bacteria ingresa a través de la piel, donde produce una lesión con aspecto de grano o lastimadura que pica y no cicatriza, y luego forma una cáscara negra y hundida.
  • Carbunclo digestivo o intestinal: se adquiere a través del consumo de carne de animales enfermos; ocasiona malestar abdominal, fiebre, septicemia y muerte.
  • Carbunclo respiratorio o pulmonar: se contagia por la inhalación de esporas; ocasiona fiebre, malestar general, tos, dolor torácico y una insuficiencia respiratoria que puede ocasionar la muerte.
  • Frente a cualquiera de estos síntomas, o la sospecha de animales muertos infectados, es fundamental la rápida adopción de medidas sanitarias. En el caso de humanos, se recomienda concurrir al centro de atención médico más cercano.

    Desde la web del organismo también se recordó que el carbunclo se encuentra dentro del grupo de enfermedades de denuncia obligatoria por lo que ante la sospecha o confirmación de algún caso, es necesario contactarse con el Senasa para notificar sobre esta enfermedad, ya sea personalmente o por teléfono en la oficina local, o a través de la app "Notificaciones Senasa", disponible en Play Store.

    La detección temprana y la notificación inmediata de casos de carbunclo son fundamentales para la implementación de medidas de prevención, control y vigilancia por parte de los organismos competentes.

    Además de no acercarse, tocar o mover los cadáveres, se enfatiza especialmente no quemar los restos ya que con esto se produce la diseminación de esporas y favorece el contagio por vía respiratoria. Los cadáveres deben ser enterrados y tapados en el mismo lugar donde fueron encontrados.

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