Ensayo comparativo local de costos en maíz agroecológico
Se realizó en un campo de Colonia San Miguel, en transición agroecológica desde hace dos años con el asesoramiento del ing. Agr. Horacio Gallardo. Es la primera experiencia local.
Hace ya un buen tiempo que la agroecología viene ganando terreno frente a las prácticas habituales basadas en la utilización de insumos de síntesis química. Los motivos que impulsan a productores y técnicos a intentar la transición son múltiples, y el aspecto económico es un factor tan importante como las convicciones o filosofías de quienes eligen esta tendencia.
Un buen ejemplo surge del análisis realizado por el ingeniero agrónomo Horacio Gallardo, uno de los técnicos locales referentes de la agroecología y asesor en el establecimiento San José, de la familia Masson. En este campo, ubicado en la zona de Colonia San Miguel, se realizó un ensayo comparativo de costos de maíz bajo prácticas agroecológicas.
"San José es administrado por María Rosa Masson y hace unos dos años que iniciaron una transición hacia la agroecología, decidiendo trabajar de manera distinta a lo que se viene haciendo en la zona, ganadería y agricultura sin uso de agroquímicos ni fertilizantes y sin uso de semillas transgénicas o no OGM, es decir, organismos genéticamente modificados", aseguró Gallardo a Zonacampo.com.ar
Según comentó el agrónomo, los titulares comenzaron a ver que el campo -de gran aptitud agrícola y cierta pendiente- iba perdiendo su fertilidad original, a lo cual se sumó cierta erosión, compactación y lavado de suelo, haciendo necesarios laboreos tradicionales.
"En el campo se implementó un sistema mixto con ganadería de cría y recría, y agricultura con rotaciones planificadas de cultivos de invierno y verano. En este caso, la aptitud del campo dio la posibilidad de hacer maíz para luego utilizar el grano y los rastrojos como forraje y aporte de materia orgánica. El grano de maíz también viene bien porque se lleva a cabo un esquema de crianza de gallinas y pollos parrilleros", agregó.
"El lote elegido venía de girasol, se decidió hacerlo de manera convencional debido a los problemas que arrastraba de manejos anteriores. Se hizo un disco temprano, se dejó barbechar y luego de otro disco y cultivador se sembró el 16 de noviembre la variedad INTA Payaguá a 70 cm y usando un inoculante a base de micorrizas. Se apuntó a 60 mil semillas por hectárea, hubo algunos problemas con semilla despareja porque se usó una sembradora a placa pero se sembró bastante bien", explicó Gallardo.
La implantación fue buena, se hizo control de malezas con escardillo, y se llegó a floración con buen vigor de planta el 20 de enero. Las lluvias no fueron demasiadas pero alcanzaron para un buen llenado de grano y el secado insumió mucho tiempo por el ciclo largo de la variedad, terminando de cosecharse el 25 de agosto con un rendimiento promedio de 5.200 kg por hectárea.
"Para ser el primer año y la primera experiencia, consideramos que fue bastante bueno. Lo interesante en cuanto a análisis económico surge al comparar la experiencia con lo que cuesta hacer un maíz que podemos llamar "convencional" con el paquete tecnológico que hoy se utiliza en la zona, fertilizantes, semilla híbrida transgénica de triple evento, herbicidas, insecticidas y fungicidas si llegaran a necesitarse", apuntó Gallardo.
"Los costos de implantación del convencional hubieran sido US 400 frente a los US 120 del maíz en transición a agroecología, que solo implican las labores y la semilla. Otras variables como costos de cosecha, valor del arrendamiento, precio, son similares en ambos casos. Y respecto del rendimiento promedio de la zona, para el convencional se tomaron 8.000 kg por hectárea frente a los 5.200Kg del maíz en transición", agregó.
"En síntesis, todo eso da un margen bruto de US 460 en el convencional frente a US 350 en el agroecológico, que no es tan bajo y resulta un buen incentivo cuando se empiezan a realizar estas prácticas. Creo que el rendimiento fue aceptable como para seguir realizando esta actividad, y el margen podría equipararse si se lograran 6000 kg en agroecológico, algo perfectamente posible en la zona. El riesgo económico y climático siempre es alto cuando se trata de maíz, frente al climático no podemos hacer demasiado pero frente al financiero la baja de los costos de indiferencia, es decir, a partir de cuando un cultivo empieza a ser rentable, el agroecológico es mucho más conveniente, ya que empieza por encima de los 2.900 kg, frente a los 5.000 que requiere el convencional", remarcó.
"En cuanto a impacto ambiental son incomparables, las prácticas convencionales basadas en agroinsumos producen degradación de suelos y pérdidas de fertilidad. Si agregamos la contaminación de suelos y la producción de alimentos sanos, la compensación es aún mayor. Esta fue una primera experiencia en la zona, a manera de puntapié inicial, si esto se sigue replicando en otros campos a lo largo de los años, vamos a poder contar con mayor información local que será de ayuda para implementar estos nuevos sistemas", enfatizó.
"Por lo pronto, en este campo vamos a seguir realizando estás prácticas. Este año vamos a tratar de aumentar la diversidad, asociarlo con más leguminosas y ver cómo se comportan agregando nitrógeno y colaborando con el control de malezas, al tiempo que quedaría tras la cosecha un rastrojo con buen porcentaje de proteína para dar de comer a los animales", concluyó Horacio Gallardo.
El análisis económico puede descargarse en formato PDF ingresando a este enlace
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
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Se realizó en un campo de Colonia San Miguel, en transición agroecológica desde hace dos años con el asesoramiento del ing. Agr. Horacio Gallardo. Es la primera experiencia local.
Hace ya un buen tiempo que la agroecología viene ganando terreno frente a las prácticas habituales basadas en la utilización de insumos de síntesis química. Los motivos que impulsan a productores y técnicos a intentar la transición son múltiples, y el aspecto económico es un factor tan importante como las convicciones o filosofías de quienes eligen esta tendencia.
Un buen ejemplo surge del análisis realizado por el ingeniero agrónomo Horacio Gallardo, uno de los técnicos locales referentes de la agroecología y asesor en el establecimiento San José, de la familia Masson. En este campo, ubicado en la zona de Colonia San Miguel, se realizó un ensayo comparativo de costos de maíz bajo prácticas agroecológicas.
"San José es administrado por María Rosa Masson y hace unos dos años que iniciaron una transición hacia la agroecología, decidiendo trabajar de manera distinta a lo que se viene haciendo en la zona, ganadería y agricultura sin uso de agroquímicos ni fertilizantes y sin uso de semillas transgénicas o no OGM, es decir, organismos genéticamente modificados", aseguró Gallardo a Zonacampo.com.ar
Según comentó el agrónomo, los titulares comenzaron a ver que el campo -de gran aptitud agrícola y cierta pendiente- iba perdiendo su fertilidad original, a lo cual se sumó cierta erosión, compactación y lavado de suelo, haciendo necesarios laboreos tradicionales.
"En el campo se implementó un sistema mixto con ganadería de cría y recría, y agricultura con rotaciones planificadas de cultivos de invierno y verano. En este caso, la aptitud del campo dio la posibilidad de hacer maíz para luego utilizar el grano y los rastrojos como forraje y aporte de materia orgánica. El grano de maíz también viene bien porque se lleva a cabo un esquema de crianza de gallinas y pollos parrilleros", agregó.
"El lote elegido venía de girasol, se decidió hacerlo de manera convencional debido a los problemas que arrastraba de manejos anteriores. Se hizo un disco temprano, se dejó barbechar y luego de otro disco y cultivador se sembró el 16 de noviembre la variedad INTA Payaguá a 70 cm y usando un inoculante a base de micorrizas. Se apuntó a 60 mil semillas por hectárea, hubo algunos problemas con semilla despareja porque se usó una sembradora a placa pero se sembró bastante bien", explicó Gallardo.
La implantación fue buena, se hizo control de malezas con escardillo, y se llegó a floración con buen vigor de planta el 20 de enero. Las lluvias no fueron demasiadas pero alcanzaron para un buen llenado de grano y el secado insumió mucho tiempo por el ciclo largo de la variedad, terminando de cosecharse el 25 de agosto con un rendimiento promedio de 5.200 kg por hectárea.
"Para ser el primer año y la primera experiencia, consideramos que fue bastante bueno. Lo interesante en cuanto a análisis económico surge al comparar la experiencia con lo que cuesta hacer un maíz que podemos llamar "convencional" con el paquete tecnológico que hoy se utiliza en la zona, fertilizantes, semilla híbrida transgénica de triple evento, herbicidas, insecticidas y fungicidas si llegaran a necesitarse", apuntó Gallardo.
"Los costos de implantación del convencional hubieran sido US 400 frente a los US 120 del maíz en transición a agroecología, que solo implican las labores y la semilla. Otras variables como costos de cosecha, valor del arrendamiento, precio, son similares en ambos casos. Y respecto del rendimiento promedio de la zona, para el convencional se tomaron 8.000 kg por hectárea frente a los 5.200Kg del maíz en transición", agregó.
"En síntesis, todo eso da un margen bruto de US 460 en el convencional frente a US 350 en el agroecológico, que no es tan bajo y resulta un buen incentivo cuando se empiezan a realizar estas prácticas. Creo que el rendimiento fue aceptable como para seguir realizando esta actividad, y el margen podría equipararse si se lograran 6000 kg en agroecológico, algo perfectamente posible en la zona. El riesgo económico y climático siempre es alto cuando se trata de maíz, frente al climático no podemos hacer demasiado pero frente al financiero la baja de los costos de indiferencia, es decir, a partir de cuando un cultivo empieza a ser rentable, el agroecológico es mucho más conveniente, ya que empieza por encima de los 2.900 kg, frente a los 5.000 que requiere el convencional", remarcó.
"En cuanto a impacto ambiental son incomparables, las prácticas convencionales basadas en agroinsumos producen degradación de suelos y pérdidas de fertilidad. Si agregamos la contaminación de suelos y la producción de alimentos sanos, la compensación es aún mayor. Esta fue una primera experiencia en la zona, a manera de puntapié inicial, si esto se sigue replicando en otros campos a lo largo de los años, vamos a poder contar con mayor información local que será de ayuda para implementar estos nuevos sistemas", enfatizó.
"Por lo pronto, en este campo vamos a seguir realizando estás prácticas. Este año vamos a tratar de aumentar la diversidad, asociarlo con más leguminosas y ver cómo se comportan agregando nitrógeno y colaborando con el control de malezas, al tiempo que quedaría tras la cosecha un rastrojo con buen porcentaje de proteína para dar de comer a los animales", concluyó Horacio Gallardo.
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