Trigo candeal, una buena opción para esta campaña de fina
Con ciclos cortos y altas bonificaciones por calidad, muy alcanzables desde lo productivo, el cultivo va ganando adeptos entre los productores de la zona
Días atrás, en la "matera virtual" de ZonaCampo conversábamos con productores agrícolas acerca de que las lluvias de la semana, que en algunos lugares superaron los 120mm, eran a la vez una oportunidad y una complicación. Oportunidad porque, lógicamente, el agua es siempre bienvenida para los campos agrícolas, altos, con buen drenaje. Pero también, tanta agua junta en esta época atenta contra algo fundamental en la agricultura, como es la fecha de los laboreos.
La pregunta obligada fue, entonces, qué alternativas brinda el mercado para escaparle un poco al retraso y el encharcamiento que se ve hoy en los campos, y una de las respuestas fue el trigo candeal, especie rústica y de manejo similar al trigo pan, pero con algunos rasgos característicos que la hacen una candidata fuerte para esta campaña, como son los ciclos cortos y un amplio abanico de bonificaciones por calidad que se calculan sobre el precio y no sobre el rinde, con lo cual no impactan a nivel flete y disparan la rentabilidad.
Fernando Luis es ingeniero agrónomo y, desde hace 20 años, un referente del negocio del trigo candeal, al margen de su actividad como dirigente ruralista y productor de Limangus, representando a la firma Molinos Rio de la Plata. Siempre mesurado, apuntando a señalar las ventajas que el cultivo brinda al productor, después de hablar con él a uno lo queda la sensación de que –jugando un poco con el slogan de una conocida marca de papas fritas-, con el trigo candeal "si probás, no parás".
"La zona clásica de cultivo es el sur de la provincia de Buenos Aires, vemos empresas como Aitala, Vizzolini, toda la industria fideera. Hoy el trigo candeal se siembra en todas partes a pesar de que es un cultivo chico en superficie, en comparación con otros cereales. Suelen ser trigos de ciclo corto, con siembra a mediados de julio, y en general suplen, e incluso superan al trigo pan en rentabilidad, porque además del rendimiento tienen bonificaciones importantes por calidad, sobre todo en siembras tardías", explica el productor.
Los rindes, manejo y cuidados, según Fernando Luis, son equivalentes a los de un trigo pan común, pero el fuerte del cultivo a nivel rentabilidad viene de la mano a las bonificaciones por contenido de gluten. A lo largo de los años estas bonificaciones se han calculado de diferente manera, pero hoy solamente se toma en cuenta el gluten porque es indicativo a su vez de contenido de proteína.
"El negocio del trigo candeal es similar al de la cebada, con contratos, pero la diferencia está en que es prácticamente imposible que te rechacen un camión, las exigencias de calidad son muy accesibles y las bonificaciones arrancan desde muy abajo, con un 20% de gluten ya se accede, además de un premio fijo de u$s 5 por tonelada", menciona.
"Lo más importante a destacar es que la bonificación por calidad es un plus que el productor obtiene sobre el precio, no sobre el rinde. Hoy el flete incide mucho, por eso en otros cultivos tener mucho rinde pero bajo precio genera una merma de rentabilidad. En este caso es lo contrario, son menos kilos a transportar, pero bonificados por calidad", explica.
Los factores que más influyen en el éxito de un proyecto de trigo candeal son dos, uno al alcance del productor y otro no. En el primer caso, el contenido de gluten depende de manera directa de la fertilización del cultivo, por lo cual se recomienda aplicar dosis adecuadas en función de la bonificación a que se apunte. En el otro caso, el volumen de precipitaciones durante los meses de octubre y noviembre generan un impacto inversamente proporcional al contenido de gluten, por lavado de nitrógeno (gráfico 1).
Sin embargo, el juego de los dos factores ha tenido resultados variables, pero en las estadísticas que lleva Fernando Luis desde que empezó a trabajar en el tema, prácticamente nunca se ha obtenido un trigo sin bonificación en la zona, y en realidad la calidad promedio siempre ha estado bastante por encima del mínimo, con lo cual se accede a bonificaciones mayores.
"Hay una escala de bonificaciones, que arrancan desde el 20 al 25% de gluten que bonifica el 7% del precio, de 25 a 28% bonifica el 16%, y por encima del 28% lleva un 25% de plus. Desde el 2001, solo tres o cuatro campañas anduvieron en la primera franja, algunas en la segunda y la mayoría, por arriba del 28%", enfatiza (gráfico 2).
Estos rindes excepcionales no bonifican de manera excedente, el tope máximo está en el 25% de bonificación, pero lo habitual en Olavarría es la franja intermedia con una bonificación del 28% más el fijo por tonelada, y rindes similares a los de un trigo común, por lo cual son cada vez más los productores que se vuelcan a esta variedad.
"Los productores lo eligen porque, a bonificaciones máximas, que son perfectamente alcanzables en esta zona, contra el trigo enero que tenemos hoy en u$s 178, estamos en un precio final de venta del candeal de u$s 222, más u$s5 de premio fijo por tonelada. Si no llegamos al 28% de gluten, quedamos en un poco menos, pero siempre es mucho más que el trigo enero y esto no impacta en mayores costos de flete, porque la bonificación es sobre el precio", remarca Luis.
"Algunos dicen que el trigo candeal funciona como un seguro de precio, porque el contenido de gluten es inversamente proporcional a la cantidad de precipitaciones que ocurren en octubre y noviembre. Cuanto más seco viene el año, mejor se comporta el cultivo en cuanto a calidad. Hay campañas récord como la de 2008/9, donde cayeron unos 130mm en el bimestre, y se obtuvieron porcentajes de gluten de hasta 38%", apunta.
Esta suma de cualidades han hecho del trigo candeal una alternativa cada vez más presente en los proyectos de los productores de Olavarría, especialmente en campañas como la de este año en que las –bienvenidas- lluvias dejarán buena humedad en el perfil, pero a costa de algo de retraso en la fecha de siembra.
Los ciclos cortos, premio fijo y bonificaciones por calidad lograrán, Dios y fertilización mediante, compensar estos inconvenientes. Es por eso que quienes se suben al carro del trigo candeal, ya no se bajan.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
El ingeniero agrónomo Ricardo Silvestro, de la firma Rindes y Cultivos DAS, analiza la campaña de trigo y cebada. Explica cómo los vaivenes de clima afectaron a los cultivos y la importancia de las aplicaciones preventivas para controlar enfermedades
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La pregunta obligada fue, entonces, qué alternativas brinda el mercado para escaparle un poco al retraso y el encharcamiento que se ve hoy en los campos, y una de las respuestas fue el trigo candeal, especie rústica y de manejo similar al trigo pan, pero con algunos rasgos característicos que la hacen una candidata fuerte para esta campaña, como son los ciclos cortos y un amplio abanico de bonificaciones por calidad que se calculan sobre el precio y no sobre el rinde, con lo cual no impactan a nivel flete y disparan la rentabilidad.
Fernando Luis es ingeniero agrónomo y, desde hace 20 años, un referente del negocio del trigo candeal, al margen de su actividad como dirigente ruralista y productor de Limangus, representando a la firma Molinos Rio de la Plata. Siempre mesurado, apuntando a señalar las ventajas que el cultivo brinda al productor, después de hablar con él a uno lo queda la sensación de que –jugando un poco con el slogan de una conocida marca de papas fritas-, con el trigo candeal "si probás, no parás".
"La zona clásica de cultivo es el sur de la provincia de Buenos Aires, vemos empresas como Aitala, Vizzolini, toda la industria fideera. Hoy el trigo candeal se siembra en todas partes a pesar de que es un cultivo chico en superficie, en comparación con otros cereales. Suelen ser trigos de ciclo corto, con siembra a mediados de julio, y en general suplen, e incluso superan al trigo pan en rentabilidad, porque además del rendimiento tienen bonificaciones importantes por calidad, sobre todo en siembras tardías", explica el productor.
Los rindes, manejo y cuidados, según Fernando Luis, son equivalentes a los de un trigo pan común, pero el fuerte del cultivo a nivel rentabilidad viene de la mano a las bonificaciones por contenido de gluten. A lo largo de los años estas bonificaciones se han calculado de diferente manera, pero hoy solamente se toma en cuenta el gluten porque es indicativo a su vez de contenido de proteína.
"El negocio del trigo candeal es similar al de la cebada, con contratos, pero la diferencia está en que es prácticamente imposible que te rechacen un camión, las exigencias de calidad son muy accesibles y las bonificaciones arrancan desde muy abajo, con un 20% de gluten ya se accede, además de un premio fijo de u$s 5 por tonelada", menciona.
"Lo más importante a destacar es que la bonificación por calidad es un plus que el productor obtiene sobre el precio, no sobre el rinde. Hoy el flete incide mucho, por eso en otros cultivos tener mucho rinde pero bajo precio genera una merma de rentabilidad. En este caso es lo contrario, son menos kilos a transportar, pero bonificados por calidad", explica.
Los factores que más influyen en el éxito de un proyecto de trigo candeal son dos, uno al alcance del productor y otro no. En el primer caso, el contenido de gluten depende de manera directa de la fertilización del cultivo, por lo cual se recomienda aplicar dosis adecuadas en función de la bonificación a que se apunte. En el otro caso, el volumen de precipitaciones durante los meses de octubre y noviembre generan un impacto inversamente proporcional al contenido de gluten, por lavado de nitrógeno (gráfico 1).
Sin embargo, el juego de los dos factores ha tenido resultados variables, pero en las estadísticas que lleva Fernando Luis desde que empezó a trabajar en el tema, prácticamente nunca se ha obtenido un trigo sin bonificación en la zona, y en realidad la calidad promedio siempre ha estado bastante por encima del mínimo, con lo cual se accede a bonificaciones mayores.
"Hay una escala de bonificaciones, que arrancan desde el 20 al 25% de gluten que bonifica el 7% del precio, de 25 a 28% bonifica el 16%, y por encima del 28% lleva un 25% de plus. Desde el 2001, solo tres o cuatro campañas anduvieron en la primera franja, algunas en la segunda y la mayoría, por arriba del 28%", enfatiza (gráfico 2).
Estos rindes excepcionales no bonifican de manera excedente, el tope máximo está en el 25% de bonificación, pero lo habitual en Olavarría es la franja intermedia con una bonificación del 28% más el fijo por tonelada, y rindes similares a los de un trigo común, por lo cual son cada vez más los productores que se vuelcan a esta variedad.
"Los productores lo eligen porque, a bonificaciones máximas, que son perfectamente alcanzables en esta zona, contra el trigo enero que tenemos hoy en u$s 178, estamos en un precio final de venta del candeal de u$s 222, más u$s5 de premio fijo por tonelada. Si no llegamos al 28% de gluten, quedamos en un poco menos, pero siempre es mucho más que el trigo enero y esto no impacta en mayores costos de flete, porque la bonificación es sobre el precio", remarca Luis.
"Algunos dicen que el trigo candeal funciona como un seguro de precio, porque el contenido de gluten es inversamente proporcional a la cantidad de precipitaciones que ocurren en octubre y noviembre. Cuanto más seco viene el año, mejor se comporta el cultivo en cuanto a calidad. Hay campañas récord como la de 2008/9, donde cayeron unos 130mm en el bimestre, y se obtuvieron porcentajes de gluten de hasta 38%", apunta.
Esta suma de cualidades han hecho del trigo candeal una alternativa cada vez más presente en los proyectos de los productores de Olavarría, especialmente en campañas como la de este año en que las –bienvenidas- lluvias dejarán buena humedad en el perfil, pero a costa de algo de retraso en la fecha de siembra.
Los ciclos cortos, premio fijo y bonificaciones por calidad lograrán, Dios y fertilización mediante, compensar estos inconvenientes. Es por eso que quienes se suben al carro del trigo candeal, ya no se bajan.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
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