Por josé Gamondi on Domingo, 01 Julio 2018
Categoría: Bienestar animal

El Bienestar Animal y la calidad de la carne

​El especialista Marcos Giménez Zapiola asegura que si se atiende este punto, se obtienen más y mejores carnes a menos costo

El manejo de los rodeos vacunos a partir de las buenas prácticas ganaderas (BPG) o bienestar animal (BA) es una condición sine qua non para cualquier productor que pretenda alcanzar mercados internacionales. Esta premisa es válida también para el transportista, y ni hablar de las etapas de faena e industria de la carne.



Marcos Giménez Zapiola, sociólogo de profesión, es uno de los referentes en la materia de bienestar animal de la Argentina. Desde hace más de dos décadas pregona la necesidad de implementar estas prácticas en los rodeos vacunos de carne y leche, pero tampoco están exentos los porcinos, ovinos, equinos y otras especies animales. 



"Las prácticas conocidas como bienestar animal mejoraron sustancialmente en los últimos años. Hoy la gente es mucho más receptiva, y hay cierta apertura mental hacia el evitar el maltrato animal", explicó Giménez Zapiola en diálogo con Ámbito del Campo. 



Estas prácticas son fundamentales en los frigoríficos exportadores, en los establecimientos ganaderos de punta con habilitación para las ventas al exterior y en los feedlots.


No existe una definición científica universalmente aceptada de bienestar animal. Ni siquiera hay acuerdo sobre cómo llegar a esa definición, sobre todo en Europa. Es cada vez más amplia, en cambio, la aceptación de criterios generales, como las "Cinco Libertades", según las cuales los animales deben ser libres de:


1. El hambre, la sed y la desnutrición.

2. El miedo y la angustia.

3. El sufrimiento físico y térmico.

4. El dolor, la enfermedad y las lesiones.

5. Manifestar su comportamiento normal.


En la práctica, estos criterios se traducen en regulaciones a veces bastante precisas. Es conocida la normativa europea sobre transporte de ganado, que limita a 8 horas (con algunas excepciones) el tiempo máximo de permanencia de los animales en el camión.

Menos conocidas son las normas sobre el espacio mínimo que debe tener un bovino a lo largo de su vida, que debe ser suficiente para que éste:

* Se pueda echar

* Se pueda parar

* Se pueda asear


 ¿Por qué conviene a la cadena cárnica, comenzando por el ganadero, atender al bienestar de sus animales?

Para no sufrir pérdidas originadas en las distintas formas de maltrato. Estas pérdidas son notorias cuando los animales llegan a las plantas de faena: machucones, cortes de carne oscura, carcasas arruinadas por el pisoteo durante el transporte, etc.

Está bajo discusión si debe además tener espacio para darse vuelta, tema arduo porque duplicaría la superficie necesaria por animal.

Si se comparan estas pautas con las condiciones de vida del ganado en la Argentina, es obvio que nuestros sistemas de producción tienen ventajas notorias en materia de bienestar animal. En particular, nuestra ganadería extensiva y campo abierto permite al vacuno vivir una vida más acorde con su naturaleza, y "manifestar su comportamiento normal" (5ª. Libertad).

De ahí que el bienestar animal, bien entendido, puede convertirse en una ventaja competitiva para nuestras carnes vacunas.

Los costos del maltrato al ganado



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