La familia Iriarte, recientemente afectada por carneadas ilegales, asegura que el sentimiento de bronca trasciende circunstancias de tiempo y lugar  

por ZonaCampo

"Impotencia es la palabra que mejor describe cuando uno llega al campo y te encontrás con que te robaron o te carnearon", describe el productor Bernardo "Picuco" Iriarte, cuarta generación junto a su hermano Osvaldo "Peludo" Iriarte a cargo del establecimiento familiar "El Mojón", ubicado en la zona de Sierras Bayas, cuartel VI, a la altura del km 13 del enlace Néstor Kirchner, y recientes víctimas de abigeato.

Los Iriarte vienen trabajando en El Mojón desde que su bisabuelo se estableciera en la zona, y el establecimiento tiene ese nombre porque en 1882 fue instalado un monolito que lo declara centro geográfico de la provincia. El aparente resurgimiento de la problemática en el partido los afectó a principios de abril, y hace aproximadamente dos semanas.

Lógicamente, con toda esta historia a cuestas, no es la primera vez que sufren un hecho delictivo de este tipo, pero según Osvaldo "Nino" Iriarte (padre), el sentimiento es siempre el mismo: "Es la misma impotencia, más allá de la época de que se trate", asegura a ZonaCampo el productor mientras uno de sus hijos le pasa un moderno y colorido mate plástico, que contrasta con una pava que acusa varias campañas.

"El problema del abigeato es difícil, porque esa carne por ahí en un par de horas ya es hamburguesa y no la encontrás más. Por eso es tan importante crear conciencia, sensibilizar un poco el tema y trabajar en la prevención. Frente al hecho a veces no se puede hacer mucho, entonces hay que tratar de que no avance", expresa Osvaldo (h).

"Esto tampoco es la muerte de nadie, la vida familiar y productiva sigue. Pero da mucha bronca, realmente enoja, porque uno trabaja todos los días para producir mejor, para ser más eficiente y lograr una rentabilidad, y cuando llegás y te encontrás que te de buenas a primeras te carnearon un vaca a punto de parir, sentís mucha rabia", agrega.

Los productores remarcan el daño extra que supone la faena de una vaca preñada, lo cual trasciende la mera pérdida de un animal. Sin ánimo de comparar, traen a colación hechos graves como cuando faenaron la yegua en la quinta del Grupo Ilusiones, generando daños mucho mayores que lo normal. La ignorancia de los abigeos agrava las consecuencias, ya que en el caso de una vaca preñada, y mucho más, un equino especialmente entrenado para uso terapéutico, se están faenando animales que tienen un seguimiento, toda una historia detrás.

Imágenes de la última faena ilegal ocurrida en El Mojón

Respecto de lo que sucedió en su establecimiento, Bernardo Iriarte señala que "hicimos la denuncia las dos veces, la primera fueron dos animales en la primera semana de abril, lo consideramos un hecho aislado porque hacía mucho que no nos carneaban, pero con la segunda hace unos quince días, ahí empezamos a estar más atentos y levantar la alarma. Vimos movimiento, la policía se movió bien, allanaron rápido, José Iturralde nos llamó enseguida y se puso a ver la causa. La subcomisaria de Sierras Bayas estuvo en contacto permanente conmigo, movilizaron todo, ahora estamos esperando los resultados de las pericias".

"Nosotros no sospechamos de nadie, no sabemos quién puede llegar a ser. La forma de las dos carneadas fue similiar, habíamos estado hasta tarde el día anterior, y no vimos ninguna cosa rara. Al otro día, llegamos a media mañana y nos encontramos los restos, o sea que lo hacen de madrugada. El lugar fue más o menos cercano, frente al enlace Kirchner, en el kilómetro 11 en una ocasión, y en el 12 en la otra. La verdad es que la policía anda mucho por la zona, no entendemos como se les escapa esto, así que por eso estamos levantando la alarma", enfatiza Osvaldo (h)

Remontando un poco la historia, Osvaldo (p) recuerda que "hace unos años tuvimos problemas bastante importantes, nos llegaron a carnear 14 animales en un año y no queremos volver a eso, son pérdidas económicas importantes. El sentir de cualquier productor es parecido, antes, ahora, se siente rabia, impotencia. Cuando estaba yo era igual a lo que sienten los chicos ahora, que se hicieron cargo en el 2000. Esto existía entonces, existió siempre, lamentablemente parece que está resurgiendo porque hay varios casos, en varias zonas del partido, por eso como dicen ellos, lo importante es una buena prevención", concluye.