Mucho más frecuente de lo que se supone, es una patología de gran impacto ya que produce mortandades importantes en un corto lapso. El MV Ricardo "Chiche" Chayer de Grupo CONPAS nos da recomendaciones para prevenirla.  

Hace algunos días se dio a conocer el caso de un campo de Urdampilleta (Bolívar, Pcia de Buenos Aires) en que a fines de enero se murieron casi 30 vacas en un lapso de tres o cuatro días, debido a intoxicación hídrica. El caso, que fue atendido por el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado de INTA Balcarce (MV Germán Cantón y MV Juan Agustín García) no es -lamentablemente- algo aislado, sino que es un ejemplo más de una problemática mucho más frecuente de lo que parece.

Por ese motivo, convocamos Ricardo "Chiche" Chayer, a un amigo de ZonaCampo y uno de los principales referentes técnicos de la edición 2023 de "La Ganadería que Viene", para que nos de su perspectiva y recomendaciones para evitarla.

Chiche integra en su actividad privada el grupo CONPAS, Consultores Pampeanos Asociados, atendiendo campos en un amplio territorio del país, por lo cual está en contacto con diferentes situaciones en campos de diversas escalas y orientaciones productivas. 

No solo hay que asegurarse que tengan buen agua de bebida en el tanque, sino que llegue bien a la bebida, recomienda. Los tanques, molinos y aguadas deberían revisarse con una buena anticipación, como para que estén en condiciones en la época en que más se necesita de ellas. "Otra cosa, que las bebidas estén limpias, que no tengan barro… hay veces, y no por exagerar, que más de la mitad de la bebida es barro, eso limita un montón la disponibilidad de agua instantánea, creemos que la bebida está llena de agua pero la verdad que tres cuartas partes es barro y obviamente que empeora la calidad del agua que está tomando ese animal", agrega.

En cuanto a los encierres, Chayer enfatiza que no deben ser prolongados "En lo posible, todo lo que encerremos en el día, largarlo en el mismo día. Si se encierra a la tardecita por el tema de días de calor, yo prefiero no hacerlo salvo que sí o sí se necesite, hacerlo a última hora de la tarde, casi de noche y largar lo más temprano posible a la mañana, eso es importante".

Como cierre del aspecto cuantitativo, recomienda una maniobra sencilla pero crucial para prevenir la intoxicación: "aquellos casos en donde nos encontramos que los animales no tienen acceso al agua y que están con sed, no darles agua de golpe… no cambiarlos de potrero y darles agua de golpe e irnos, porque cuando volvemos nos encontramos varios animales muertos. Lo que tenemos que hacer es darles agua moviéndolos continuamente como para que los que lleguen primero al bebedero no tomen agua en forma exagerada, son los que se nos van a terminar muriendo. Si uno los va moviendo hace que por lo menos toman agua, caminan, comen, vuelven a tomar agua. Tenemos que quedarnos en la aguada para no dejar que tomen agua los demás, que eso es lo que termina matándolos", concluye.

"En las zonas secas de nuestro país, San Luis, La Pampa, en muchas zonas de nuestro país, se encierra la hacienda cerrando la aguada, o sea privándolos de la posibilidad de tomar agua, les cerramos la tranquera, cerramos la aguada, los animales están con sed. Entonces, cuando les abrimos la tranquera para que entren a tomar agua, no los dejemos tomar agua de golpe, moverlos para que no haya un animal que tenga la posibilidad de estar 10 minutos tomando agua en la bebida".

Respecto de la calidad, es un tema igual de importante y no siempre sencillo de solucionar. "Hay campos donde la calidad del agua es muy mala, con un simple análisis bioquímico sabemos si es apta o no para consumo animal, o si está muy al límite de no ser apta. En este momento estamos viajando a un campo a Córdoba en que el agua es de muy mala calidad, los pozos que se hicieron son de muchísimo residuo seco, fundamentalmente por sales como sulfatos, lo que hace que no sea apta para consumo animal", explica.

"Por lo tanto se tomó la decisión en ese campo de comprar una quinta en un pueblo muy chiquito, en una estación cercana a 15 kilómetros y se hizo perforaciones en esa quinta y se manda por un acueducto el agua desde esa quinta que es de mucho mejor calidad al campo que les estoy diciendo. O sea, hay que saber si el agua es o no de buena o mala calidad como para tomar medidas, eso es importante", remarca.

Como cierre, Ricardo Chayer enfatiza que "simplemente queríamos ponerlos en conocimiento de lo que tratamos de hacer nosotros para evitar este tipo de inconvenientes que, cuando ocurren, ya es tarde y son en general graves. Mortandades por intoxicación hídrica no es un animal, son muchos."