Cómo almacenar granos húmedos en silobolsas sin perder calidad
El INTA brinda claves a tener en cuenta para conservar mejor los granos cosechados
Las lluvias ocurridas en los últimos días provocó la interrupción de las labores de trilla y la aparición de serios problemas vinculados con alta humedad de granos como la presencia de brotado, dehiscencia, enfermedades y disminuciones en el peso específico.
En este panorama, técnicos del INTA Pergamino y Balcarce, brindaron recomendaciones para conservar el mayor tiempo posible la calidad de la producción almacenada en silobolsas.
"Hay que tener presente que, si bien el deterioro de los granos es un proceso irreversible e inevitable, un adecuado manejo del almacenamiento permite mantener la calidad inicial de la producción y postergar ese deterioro en el tiempo", explicó Rubén Roskopf, especialista en poscosecha del INTA Pergamino. Y agregó que "el almacenaje en silobolsa es una alternativa estratégica, sobre todo cuando el estado de los caminos impida la circulación de camiones durante la cosecha".
El especialista destacó que la duración del almacenamiento depende de la calidad del grano al momento del embolsado, principalmente por su contenido de humedad y porcentaje de dañado; la hermeticidad del silobolsa y la temperatura ambiente durante el período de guardado.
Para disminuir las pérdidas de calidad, el silobolsa debe mantener el máximo nivel posible de hermeticidad, ya que esto previene la reposición normal de oxígeno usado durante la respiración aeróbica de los componentes bióticos del granel (hongos, insectos y granos) y retiene el dióxido de carbono.
"Esta modificación atmosférica trae aparejada beneficios desde el punto de vista de la conservación", aclaró Roskopf y agregó que " hay que prestar atención a las técnicas de cierre, evitar roturas durante el armado y el almacenamiento y reparar inmediatamente las que puedan aparecer".
Respecto de la temperatura ambiente, con la llegada del invierno, el grano tiende a enfriarse dentro del silobolsa y eso ayuda a mantener la calidad. No obstante, apenas comenzada la primavera y el aumento de temperaturas, los granos húmedos comenzarán rápidamente a calentarse y a sufrir deterioro y pérdida de calidad por el desarrollo de hongos.
Para monitorear la evolución de la calidad de los granos almacenados, el técnico recomendó medir la acumulación de dióxido de carbono en los granos almacenados en bolsas plásticas, provocada por la respiración del grano asociada con los microorganismos ya que la presencia de una alta actividad biológica aumenta la producción de dióxido de carbono e indica un inminente deterioro de los granos.
"Los equipos medidores de dióxido de carbono permiten detectar condiciones no adecuadas de almacenamiento previo al deterioro de los granos, con una alta sensibilidad y sin dañar la integridad del plástico, puesto que solo se introduce una pequeña aguja hipodérmica para analizar la concentración de gases", puntualizó Roskopf.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
El ingeniero agrónomo Ricardo Silvestro, de la firma Rindes y Cultivos DAS, analiza la campaña de trigo y cebada. Explica cómo los vaivenes de clima afectaron a los cultivos y la importancia de las aplicaciones preventivas para controlar enfermedades
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"Hay que tener presente que, si bien el deterioro de los granos es un proceso irreversible e inevitable, un adecuado manejo del almacenamiento permite mantener la calidad inicial de la producción y postergar ese deterioro en el tiempo", explicó Rubén Roskopf, especialista en poscosecha del INTA Pergamino. Y agregó que "el almacenaje en silobolsa es una alternativa estratégica, sobre todo cuando el estado de los caminos impida la circulación de camiones durante la cosecha".
El especialista destacó que la duración del almacenamiento depende de la calidad del grano al momento del embolsado, principalmente por su contenido de humedad y porcentaje de dañado; la hermeticidad del silobolsa y la temperatura ambiente durante el período de guardado.
Para disminuir las pérdidas de calidad, el silobolsa debe mantener el máximo nivel posible de hermeticidad, ya que esto previene la reposición normal de oxígeno usado durante la respiración aeróbica de los componentes bióticos del granel (hongos, insectos y granos) y retiene el dióxido de carbono.
"Esta modificación atmosférica trae aparejada beneficios desde el punto de vista de la conservación", aclaró Roskopf y agregó que " hay que prestar atención a las técnicas de cierre, evitar roturas durante el armado y el almacenamiento y reparar inmediatamente las que puedan aparecer".
Respecto de la temperatura ambiente, con la llegada del invierno, el grano tiende a enfriarse dentro del silobolsa y eso ayuda a mantener la calidad. No obstante, apenas comenzada la primavera y el aumento de temperaturas, los granos húmedos comenzarán rápidamente a calentarse y a sufrir deterioro y pérdida de calidad por el desarrollo de hongos.
Para monitorear la evolución de la calidad de los granos almacenados, el técnico recomendó medir la acumulación de dióxido de carbono en los granos almacenados en bolsas plásticas, provocada por la respiración del grano asociada con los microorganismos ya que la presencia de una alta actividad biológica aumenta la producción de dióxido de carbono e indica un inminente deterioro de los granos.
"Los equipos medidores de dióxido de carbono permiten detectar condiciones no adecuadas de almacenamiento previo al deterioro de los granos, con una alta sensibilidad y sin dañar la integridad del plástico, puesto que solo se introduce una pequeña aguja hipodérmica para analizar la concentración de gases", puntualizó Roskopf.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
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