ZonaCampo.com.ar entrevistó a Javier Bardín, que no dejó aspecto sin analizar de este año tan particular. Práctico, reflexivo y sin esquivar a la hora de plasmar su opinión política y su vivencia personal, se mostró expectante respecto del 2021 en relación al sector agropecuario.

"Creo que el 2020 fue un año bueno en lo que hace a nuestra actividad, sobre todo si lo ponemos en contexto de que muchas otras actividades tuvieron una baja obligada en cuanto a nivel de trabajo y volumen de negocio. Esto no me alegra demasiado, ojalá que todo el mundo hubiera podido trabajar normalmente, tenemos que ser agradecidos", aseguró.

Bardín reconoció que el año demandó reinventarse y adaptarse a las nuevas circunstancias. En lo comercial, la firma cerró el año con un remate que los dejó conformes por el volumen de encierre, la calidad y los precios que "superaron las expectativas. Actualmente ya estamos trabajando para un próximo remate en enero".

En relación a lo productivo, enfatizó que no lo vio tan definido. "Hay sectores que están recuperando atractivo, me gusta más esa palabra que rentabilidad, el gordo tracciona muchas otras cosas y lo veo recuperando y ya tomando otro color. Esto se debe en parte a la falta de oferta, debido a los malos resultados que tuvo el negocio en los últimos seis meses. Pero más allá de todo, está repuntando", apuntó.

Según Bardín, 2020 también fue complejo en el aspecto agronómico, con zonas buenas, que están revirtiendo la situación de seca, otras que están con lo justo y otras que siguen por debajo. "Todavía hay mucha incógnita desde ese punto de vista de cómo sigue, lo he hablado con gente del norte que anda cosechando y les pasa lo mismo, incluso sucede en partes de la zona núcleo que están con mucha escasez de agua".

"En lo personal el 2020 fue difícil por la distancia que tuve que tomar respecto de la familia, gran parte de ella, mi mujer y mis hijos, está toda en Buenos Aires, y en estos nueves meses pude ir solamente tres veces porque además ir implicada encerrarse después 15 días. Gracias a Dios con mucho trabajo, que hacía que las horas pasaran más rápido", reconoció.

Javier Bardín se mostró atento y expectante respecto del 2021, y enfatizó la ventaja de pertenecer a esta actividad. "Espero que tengamos un escenario muy distinto al de éste. Más allá de lo personal, nosotros tenemos que estar muy agradecidos de que pudimos trabajar, lo que yo quisiera es que todo el mundo pudiera desenvolverse libremente en su actividad y desde el punto de vista social. Espero que no haya consecuencias serias con el tema del virus y demás, que podamos encontrarle pronto la vuelta y si no, que tengamos la inteligencia necesaria para poder paliar y tomar algunas medidas que permitan trabajar con más normalidad que el exceso de cortes que tuvimos en estos primeros meses del año".

"Como país, espero que volvamos a tener un camino más lógico y más allanado hacia lo que son las instituciones, la república, la democracia, la justicia. Que todo eso funcione, para que nos traiga paz, unión y bienestar a los argentinos. Lamentablemente hoy creo que hay una puja de fuerzas que no van en el mismo sentido", agregó.

En relación a la empresa que lleva adelante junto a Marcos Matteucci y equipo, afirmó que tienen siempre el objetivo de mejorar, consolidar algunos procesos y adecuar la estructura para poder seguir creciendo, y seguir trabajando con el clima de clientes, proveedores y amigos que los acompañan.

"No descartamos que en marzo, abril se endurezcan nuevamente las medidas y en ese caso esperamos poder adaptarnos como hicimos este año, por suerte tenemos algunos procesos ya desarrollados como los remates por internet. Así que, de suceder, creo que podremos adaptarnos aunque no quisiera que esto suceda por el bienestar general de la Argentina toda", expresó.

Para finalizar, Bardín fue tajante al subrayar que lo que el campo necesita básicamente libertad de trabajo. "Si tengo que pedir algo es que haya libertad para poder desarrollar esta actividad y cualquier otra. A la hora de asistir necesidades, creo que el foco debería ponerse en otras actividades, al sector agropecuario le alcanza con que lo dejen ser, que no lo pisen, no querer encasillarlo y de alguna forma, castigarlo sino todo lo contrario".

"Pero no creo que haya otras necesidades que necesiten ser atendidas, salvo algunos casos puntuales de actividades más específicas como el sector frutícola u otras economías regionales que puedan requerir apoyo. Al resto, con que no se tomen medidas restrictivas con una visión cortoplacista que pueden parecer útiles para obtener recursos y destinarlos a otros sectores, pero termina a la larga generando menos y no llevan a ningún lado", concluyó.