Cómo enfrentar el calor con prácticas sencillas.
Ante la llegada del calor, es importante refrescar algunos conceptos básicos de nutrición y manejo para minimizar la mortandad y la pérdida de eficiencia.
Estos consejos buscan complementar el excelente artículo de los colegas Elizalde & Riffel, publicado hace pocos días en Valor Carne¸ en el que se resaltaron pautas para generar planes estratégicos con inversiones como la sombra o equipos que permitan bajarle la temperatura corporal a los animales.
Lamentablemente, la mayoría de los productores recuerda el problema del estrés térmico cuando llega la estación cálida, por lo que sólo quedan las medidas que mitiguen el problema. Otros, tienen encierres más bien caseros o directamente precarios, lo que limita las chances para realizar esas inversiones.
Así las cosas, sugiero una serie de medidas que todos deberían estar en condiciones de realizar.
– Usar la información disponible en el INTA y en las estaciones meteorológicas cercanas al campo para conocer la probabilidad de la llegada de olas de calor.
– Capacitar al personal en la identificación de síntomas de estrés térmico en los animales, para que puedan detectar e informar sobre situaciones anómalas de comportamiento.
– Limpiar bebederos y asegurar el consumo de agua limpia y fresca. Recordar que en esta época los animales pueden llegar a beber algo así como el 15% de su peso vivo diariamente. Al mismo tiempo, durante los eventos de estrés suelen amontonarse cerca de los bebederos y meter la cabeza o el morro dentro del agua, en un intento por bajar su temperatura corporal. Este comportamiento puede llevar a efectos negativos en los animales menos dominantes de la tropa, los que pueden tener que esperar demasiado para tener su chance de beber. Es fundamental entonces dimensionar los bebederos a la cantidad y peso de los animales que están en cada corral. Recordar que es más importante la velocidad de rellenado del agua en el bebedero una vez que éste se vacía, que la longitud del bebedero mismo.
– En los sistemas de suministro diario, la recomendación es fraccionar la cantidad de alimento a dar en el día en forma diferente al clásico 50:50. Se sugiere pasar a dar un 35-40% por la mañana, y un 65-60% por la tarde.
– Variar, a su vez, los horarios de alimentación, buscando entregar la comida de la mañana lo más temprano posible y la de tarde a la última hora posible, pero siempre trabajando con luz natural. (esto también)
– Se sugiere "bajar un cambio" en la concentración energética de la dieta, incorporando un poco más de fibra dentro de la ración (15-20% de más componentes fibrosos, bajando grano). Esto puede sonar contra-lógico pero se apunta a disminuir el total de calorías que consume el animal y reducir las chances de tener empachos (acidosis) derivados de hambrunas durante el día. Esto habría que hacerlo unos días antes de la ola de calor pronosticada para que el animal ajuste su metabolismo.
– A la par de lo anterior, reducir la cantidad de alimento entregado por día en un 10-15%, cuidando el espacio de comedero para no generar acidosis por competencia extrema. Asegurar 40 cm de frente de comedero por animal.
– Sabiendo que los animales de destete precoz, aquéllos más próximos a salir gordos (dentro del último mes) o los que están hace menos de un mes a corral, son los más proclives a tener problemas de estrés térmico, colocar estos lotes en corrales con la mejor corriente de aire posible. Si hubiera corrales con sombra ya instalada, usarlos para estos grupos de animales.
– No mover hacienda luego de las nueve de la mañana, ni transportarla en camiones durante las horas de mayor calor. Intentar cargar los gordos siempre a la tardecita para que viajen de noche.
Con autoconsumo
Los sistemas de autoconsumo en silos-comedero de chapa han ganado terreno no tanto por ser un planteo superador con respecto al clásico suministro diario, sino porque ofrece una alternativa a productores que cuenta con escaso personal o infraestructura en su campo.
En este tipo de sistemas es prácticamente nula la información científica sobre los efectos del estrés térmico, pero empíricamente se observa que son menores los problemas que en los planteos de suministro diario. Esto podría deberse a la reducción de la competencia por el alimento, ya que el mismo está disponible todo el día versus la oferta acotada que supone la entrega diaria en dos o más fracciones. Así, los animales podrían elegir mejor los momentos para consumir alimento, buscando la tardecita como el momento ideal. Los amontonamientos sobre los bebederos también serían menores al estar más repartidos los momentos de consumo de alimento.
No obstante lo dicho, sería importante considerar bajar un poco la proporción de grano en la confección del silo conforme avanza la estación cálida, buscando reducir la carga metabólica de los animales. Asimismo, aumentar la cantidad de sal común en la mezcla buscando un menor consumo, o al menos que los animales se sirvan porciones más pequeñas en cada ingesta, puede ser una alternativa interesante.
Por Ing. Agr. Darío Colombatto, PhD.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
El ingeniero agrónomo Ricardo Silvestro, de la firma Rindes y Cultivos DAS, analiza la campaña de trigo y cebada. Explica cómo los vaivenes de clima afectaron a los cultivos y la importancia de las aplicaciones preventivas para controlar enfermedades
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Lamentablemente, la mayoría de los productores recuerda el problema del estrés térmico cuando llega la estación cálida, por lo que sólo quedan las medidas que mitiguen el problema. Otros, tienen encierres más bien caseros o directamente precarios, lo que limita las chances para realizar esas inversiones.
Así las cosas, sugiero una serie de medidas que todos deberían estar en condiciones de realizar.
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– Capacitar al personal en la identificación de síntomas de estrés térmico en los animales, para que puedan detectar e informar sobre situaciones anómalas de comportamiento.
– Limpiar bebederos y asegurar el consumo de agua limpia y fresca. Recordar que en esta época los animales pueden llegar a beber algo así como el 15% de su peso vivo diariamente. Al mismo tiempo, durante los eventos de estrés suelen amontonarse cerca de los bebederos y meter la cabeza o el morro dentro del agua, en un intento por bajar su temperatura corporal. Este comportamiento puede llevar a efectos negativos en los animales menos dominantes de la tropa, los que pueden tener que esperar demasiado para tener su chance de beber. Es fundamental entonces dimensionar los bebederos a la cantidad y peso de los animales que están en cada corral. Recordar que es más importante la velocidad de rellenado del agua en el bebedero una vez que éste se vacía, que la longitud del bebedero mismo.
– En los sistemas de suministro diario, la recomendación es fraccionar la cantidad de alimento a dar en el día en forma diferente al clásico 50:50. Se sugiere pasar a dar un 35-40% por la mañana, y un 65-60% por la tarde.
– Variar, a su vez, los horarios de alimentación, buscando entregar la comida de la mañana lo más temprano posible y la de tarde a la última hora posible, pero siempre trabajando con luz natural. (esto también)
– Se sugiere "bajar un cambio" en la concentración energética de la dieta, incorporando un poco más de fibra dentro de la ración (15-20% de más componentes fibrosos, bajando grano). Esto puede sonar contra-lógico pero se apunta a disminuir el total de calorías que consume el animal y reducir las chances de tener empachos (acidosis) derivados de hambrunas durante el día. Esto habría que hacerlo unos días antes de la ola de calor pronosticada para que el animal ajuste su metabolismo.
– A la par de lo anterior, reducir la cantidad de alimento entregado por día en un 10-15%, cuidando el espacio de comedero para no generar acidosis por competencia extrema. Asegurar 40 cm de frente de comedero por animal.
– Sabiendo que los animales de destete precoz, aquéllos más próximos a salir gordos (dentro del último mes) o los que están hace menos de un mes a corral, son los más proclives a tener problemas de estrés térmico, colocar estos lotes en corrales con la mejor corriente de aire posible. Si hubiera corrales con sombra ya instalada, usarlos para estos grupos de animales.
– No mover hacienda luego de las nueve de la mañana, ni transportarla en camiones durante las horas de mayor calor. Intentar cargar los gordos siempre a la tardecita para que viajen de noche.
Con autoconsumo
Los sistemas de autoconsumo en silos-comedero de chapa han ganado terreno no tanto por ser un planteo superador con respecto al clásico suministro diario, sino porque ofrece una alternativa a productores que cuenta con escaso personal o infraestructura en su campo.
En este tipo de sistemas es prácticamente nula la información científica sobre los efectos del estrés térmico, pero empíricamente se observa que son menores los problemas que en los planteos de suministro diario. Esto podría deberse a la reducción de la competencia por el alimento, ya que el mismo está disponible todo el día versus la oferta acotada que supone la entrega diaria en dos o más fracciones. Así, los animales podrían elegir mejor los momentos para consumir alimento, buscando la tardecita como el momento ideal. Los amontonamientos sobre los bebederos también serían menores al estar más repartidos los momentos de consumo de alimento.
No obstante lo dicho, sería importante considerar bajar un poco la proporción de grano en la confección del silo conforme avanza la estación cálida, buscando reducir la carga metabólica de los animales. Asimismo, aumentar la cantidad de sal común en la mezcla buscando un menor consumo, o al menos que los animales se sirvan porciones más pequeñas en cada ingesta, puede ser una alternativa interesante.
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