Impulsado por el INTA San Luis, el engorde a corral de corderos demostró que mejora la calidad de la carne, la terminación y el marmoleo
El engorde a corral de corderos en San Luis mejora la calidad de la carne, la terminación y el marmoleo, permitiendo producir corderos de mayor peso y asegurar una oferta constante. Este sistema también beneficia a las madres, ya que al liberar la demanda de cría, pueden recuperarse mejor para futuras pariciones.
La ganadería ovina en San Luis ha incorporado un sistema de engorde a corral de corderos que promete revolucionar la producción local de carne, permitiendo una oferta más continua y estable a lo largo del año. Este nuevo método, desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), tiene como objetivo optimizar la calidad del producto y mejorar la eficiencia productiva, abriendo nuevas oportunidades para los productores locales.
Agustín Carosio, integrante del equipo de producción y sanidad animal de INTA San Luis, detalló que el proyecto se desarrolla con corderos de la raza Pampinta, originarios de Trenque Lauquen, Buenos Aires. "Se eligieron estos animales debido a su gran capacidad de adaptación a distintas condiciones y su rápido crecimiento bajo control en ambientes cerrados", comentó Carosio, resaltando que el engorde a corral permite obtener corderos de mayor peso y calidad en menos tiempo, y contribuye a combatir la estacionalidad en la producción de carne ovina.
Sanidad y manejo: pilares del engorde a corral
Para garantizar el éxito de este sistema de engorde, el equipo de INTA ha implementado un riguroso protocolo sanitario. "Es esencial que los corderos reciban vacunas anticlostridiales y se desparasiten de acuerdo con las necesidades de cada lote", explicó Carosio, quien también destacó la importancia de verificar la efectividad de los antihelmínticos utilizados para asegurar el bienestar animal. Además de la sanidad, se cuida la alimentación de los corderos, la cual debe ser de alta calidad y almacenarse en condiciones óptimas para evitar pérdidas y garantizar un crecimiento saludable.
Monitoreo constante y adaptaciones climáticas
El monitoreo de la salud y el comportamiento de los corderos es otro aspecto clave para el éxito del sistema. Esteban Suárez, investigador del INTA en San Luis, subrayó que realizar la "lectura de comederos" es una herramienta esencial en el manejo diario, ya que permite ajustar la dieta de los animales en función de su consumo real y de sus necesidades específicas. "Si los corderos se alimentan y se desplazan por el corral con naturalidad, esto es un indicio de que están en buenas condiciones", señaló Suárez.
El sistema también contempla adaptaciones para mitigar el estrés climático. En verano, los corderos tienen acceso a mallas de media sombra, donde pueden descansar después de comer, protegiéndose del calor. En invierno, se colocan reparos contra los vientos fríos, lo que protege a los animales y evita enfermedades asociadas al frío extremo.
Resultados: mayor peso y calidad en la carne
La experiencia piloto realizada en San Luis ha demostrado que los corderos alimentados en corral logran una ganancia de peso superior a la obtenida en pastoreo directo, incrementando la cantidad de carne por animal y mejorando su calidad. "La técnica del engorde a corral nos permite obtener una carne con mayor marmoleo y mejor terminación, características cada vez más valoradas en el mercado",
comentó Suárez.
Otra ventaja clave del sistema es la posibilidad de desestacionalizar la producción ovina, una limitación habitual en la cría a pasto. Este sistema permite mantener una oferta de carne constante en el mercado a lo largo del año, ya que se puede aplicar tanto en la zafra principal de corderos, que ocurre entre octubre y diciembre, como en las pariciones de verano, logrando así un abastecimiento fluido.
Beneficios para los productores locales
Este proyecto no solo representa una mejora en los índices productivos, sino también una oportunidad de crecimiento para los pequeños y medianos productores ovinos de San Luis. La posibilidad de desestacionalizar la oferta y de obtener corderos de calidad superior les permite acceder a mejores precios y mantener una presencia constante en el mercado. Asimismo, el sistema de engorde a corral alivia la carga sobre las ovejas madres, ya que reduce la demanda de cría al pie, permitiendo una recuperación más rápida y un uso más eficiente de los recursos disponibles.
Primer experiencia en la región de Cuyo
Aunque este sistema de engorde a corral ya ha sido implementado en otras regiones del país, como la Patagonia y el Noreste, es la primera vez que se aplica en la región de Cuyo. La experiencia, llevada a cabo en la localidad de Comandante Granville, marca un hito en la producción ovina local y destaca la importancia de las prácticas sostenibles en la ganadería de San Luis.
Esta innovación no solo beneficia la estabilidad y rentabilidad de la producción ovina en la región, sino que también podría adaptarse a otras zonas con características climáticas similares.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
El ingeniero agrónomo Ricardo Silvestro, de la firma Rindes y Cultivos DAS, analiza la campaña de trigo y cebada. Explica cómo los vaivenes de clima afectaron a los cultivos y la importancia de las aplicaciones preventivas para controlar enfermedades
ÚLTIMAS NOTICIAS
Impulsado por el INTA San Luis, el engorde a corral de corderos demostró que mejora la calidad de la carne, la terminación y el marmoleo
El engorde a corral de corderos en San Luis mejora la calidad de la carne, la terminación y el marmoleo, permitiendo producir corderos de mayor peso y asegurar una oferta constante. Este sistema también beneficia a las madres, ya que al liberar la demanda de cría, pueden recuperarse mejor para futuras pariciones.
La ganadería ovina en San Luis ha incorporado un sistema de engorde a corral de corderos que promete revolucionar la producción local de carne, permitiendo una oferta más continua y estable a lo largo del año. Este nuevo método, desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), tiene como objetivo optimizar la calidad del producto y mejorar la eficiencia productiva, abriendo nuevas oportunidades para los productores locales.
Agustín Carosio, integrante del equipo de producción y sanidad animal de INTA San Luis, detalló que el proyecto se desarrolla con corderos de la raza Pampinta, originarios de Trenque Lauquen, Buenos Aires. "Se eligieron estos animales debido a su gran capacidad de adaptación a distintas condiciones y su rápido crecimiento bajo control en ambientes cerrados", comentó Carosio, resaltando que el engorde a corral permite obtener corderos de mayor peso y calidad en menos tiempo, y contribuye a combatir la estacionalidad en la producción de carne ovina.
Sanidad y manejo: pilares del engorde a corral
Para garantizar el éxito de este sistema de engorde, el equipo de INTA ha implementado un riguroso protocolo sanitario. "Es esencial que los corderos reciban vacunas anticlostridiales y se desparasiten de acuerdo con las necesidades de cada lote", explicó Carosio, quien también destacó la importancia de verificar la efectividad de los antihelmínticos utilizados para asegurar el bienestar animal. Además de la sanidad, se cuida la alimentación de los corderos, la cual debe ser de alta calidad y almacenarse en condiciones óptimas para evitar pérdidas y garantizar un crecimiento saludable.
Monitoreo constante y adaptaciones climáticas
El monitoreo de la salud y el comportamiento de los corderos es otro aspecto clave para el éxito del sistema. Esteban Suárez, investigador del INTA en San Luis, subrayó que realizar la "lectura de comederos" es una herramienta esencial en el manejo diario, ya que permite ajustar la dieta de los animales en función de su consumo real y de sus necesidades específicas. "Si los corderos se alimentan y se desplazan por el corral con naturalidad, esto es un indicio de que están en buenas condiciones", señaló Suárez.
El sistema también contempla adaptaciones para mitigar el estrés climático. En verano, los corderos tienen acceso a mallas de media sombra, donde pueden descansar después de comer, protegiéndose del calor. En invierno, se colocan reparos contra los vientos fríos, lo que protege a los animales y evita enfermedades asociadas al frío extremo.
Resultados: mayor peso y calidad en la carne
La experiencia piloto realizada en San Luis ha demostrado que los corderos alimentados en corral logran una ganancia de peso superior a la obtenida en pastoreo directo, incrementando la cantidad de carne por animal y mejorando su calidad. "La técnica del engorde a corral nos permite obtener una carne con mayor marmoleo y mejor terminación, características cada vez más valoradas en el mercado",
comentó Suárez.
Otra ventaja clave del sistema es la posibilidad de desestacionalizar la producción ovina, una limitación habitual en la cría a pasto. Este sistema permite mantener una oferta de carne constante en el mercado a lo largo del año, ya que se puede aplicar tanto en la zafra principal de corderos, que ocurre entre octubre y diciembre, como en las pariciones de verano, logrando así un abastecimiento fluido.
Beneficios para los productores locales
Este proyecto no solo representa una mejora en los índices productivos, sino también una oportunidad de crecimiento para los pequeños y medianos productores ovinos de San Luis. La posibilidad de desestacionalizar la oferta y de obtener corderos de calidad superior les permite acceder a mejores precios y mantener una presencia constante en el mercado. Asimismo, el sistema de engorde a corral alivia la carga sobre las ovejas madres, ya que reduce la demanda de cría al pie, permitiendo una recuperación más rápida y un uso más eficiente de los recursos disponibles.
Primer experiencia en la región de Cuyo
Aunque este sistema de engorde a corral ya ha sido implementado en otras regiones del país, como la Patagonia y el Noreste, es la primera vez que se aplica en la región de Cuyo. La experiencia, llevada a cabo en la localidad de Comandante Granville, marca un hito en la producción ovina local y destaca la importancia de las prácticas sostenibles en la ganadería de San Luis.
Esta innovación no solo beneficia la estabilidad y rentabilidad de la producción ovina en la región, sino que también podría adaptarse a otras zonas con características climáticas similares.
“La fina viene muy bien pero para que se concrete en los rindes es clave el monitoreo continuo”
El ingeniero agrónomo Ricardo Silvestro, de la firma Rindes y Cultivos DAS, analiza la campaña de trigo y cebada. Explica cómo los vaivenes de clima afectaron a los cultivos y la importancia de las aplicaciones preventivas para controlar enfermedades