La chacra se ha vuelto una actividad compleja y con margen acotado, que exige pensar en conjunto numerosas variables para llegar a buen puerto

Como muchas actividades productivas, el campo ha visto complejizar sus procesos cada vez más a medida que pasa el tiempo. Y no solo eso, sino que en ocasiones esta complejidad tiene como contracara una rentabilidad menor, más ajustada, que obliga a tomar decisiones al solo de mantener la sustentabilidad.

Probablemente dentro del sector, la agricultura ha experimentado con mayor intensidad este fenómeno, ya que las variables que inciden son numerosas y exigen ser tomadas como un conjunto a la hora de planificar. En esta entrevista, Diego Bertholet, jefe del Centro de Desarrollo Cooperativo Olavarría de Asociación de Cooperativas Argentinas detalla los diversos puntos a tener en cuentapara llegar a buen puerto.

ZonaCampo: ¿Cómo debe pensarse la agricultura hoy?
Diego Bertholet: Muchas veces se escucha hablar de agricultura de precisión en relación a lo técnico, y hoy tenemos que llevar el concepto al negocio conjunto. La agricultura tiene que pensarse como un negocio integrado, desde el momento uno. Es decir, desde el inicio mismo el productor tiene que pensar en todas las etapas y las diferentes variables que inciden en los resultados finales.

ZonaCampo: ¿Cuáles son estas etapas y variables?
Diego Bertholet: Desde que se entra al campo, alquilado o propio, el productor debiera saber bien qué va a producir, cómo se va a financiar, qué herramientas tecnológicas va a utilizar dentro del cultivo, cómo va a comercializarlo, que plazos, el manejo impositivo. Es decir, hay que mirarlo de todos lados, no hay aspectos más o menos importantes que otros.

ZonaCampo: Lo meramente productivo ya no es suficiente
Diego Bertholet: Es muy importante que, técnicamente a campo se aplique la tecnología disponible, insumos, imagen satelital, mapeo de campos, qué aplicar, cómo aplicar, en qué fecha. Pero también debe planificarse la manera de financiamiento, si es que se necesita, cuánto financiamos, dónde, en qué condiciones… cómo calzar lo que se compra con lo que se va a vender, si conviene o no hacer venta a futuro, para ir asegurando la deuda que se asume.

La agricultura tiene que pensarse como un negocio integrado, desde el momento uno (…) desde el inicio mismo el productor tiene que pensar en todas las etapas y las diferentes variables que inciden en los resultados finales.  

ZonaCampo: Muchas cuestiones, evidentemente. ¿Trabajar así garantiza resultados?
Diego Bertholet: Nosotros vemos que los productores que se van volcando a este esquema van llegando más seguros a obtener un margen de rentabilidad, le quitan parte del riesgo al proceso productivo. Naturalmente todas estas herramientas implican mayores costos, pero inciden en una rentabilidad más asegurada. No es conveniente hablar de porcentajes, porque la rentabilidad de la agricultura actual es muy fina. Por eso hablamos de pensar en conjunto, un buen rinde puede generar mala rentabilidad si el productor, por ejemplo, se financió mal o no se tuvo en cuenta la comercialización, plazos, pagos. Naturalmente, verlo solo desde lo financiero o lo comercial tampoco es correcto, lo productivo es fundamental.

ZonaCampo: ¿Producir así es algo difícil, depende de la escala, o cualquier productor puede hacerlo?
Diego Bertholet: No, no es difícil en absoluto. Todas estas herramientas están al alcance de todos los productores, ya sea que siembren 20 o 10.000 hectáreas. Es más una cuestión de cómo tienen armado su plan de trabajo, su estrategia de negocio, y depende más de la apertura y la decisión individual de incorporar esta forma de trabajar. El productor agrícola, especialmente el contratista, tiene la tendencia de estar permanentemente mejorando su maquinaria y tecnología de insumos, esto es parecido y de a poco se va tomando conciencia.

ZonaCampo: Muchas gracias por recibirnos, una última pregunta. ¿Esta modalidad requiere de algún proceso o los resultados son inmediatos?
Diego Bertholet: No hay ningún proceso, es inmediato y los beneficios se ven en la primera campaña. Se trata de sentarse, planificar, contando con asesoramiento en todos estos aspectos. Creo que se trata más de un cambio de mentalidad, todavía el porcentaje de productores es relativamente bajo. Hay mucha gente que se puede empezar a sumar y mirar la agricultura como un negocio, ni más ni menos. La rentabilidad es muy fina y obliga a tomar en cuenta todas las herramientas comerciales y financieras a disposición, junto con la tecnología productiva, para llegar tranquilos al final del negocio con ciertos mínimos asegurados.