Daniel Lecointre nos trae un relato dedicado a esos hombres que cada año se endeudan temblando, y guardan la semilla bajo tierra, con el sueño que la van a poder pagar
Daniel Lecointre nos trae un relato dedicado a esos hombres que cada año se endeudan temblando, y guardan la semilla bajo tierra, con el sueño que la van a poder pagar